Crimea y el futuro de Europa

En el día de ayer 16 de marzo de 2014, se celebró el referendum sobre el estatus político de la República Autónoma de Crimea, votando su Pueblo, casi unánimemente por la adhesión a la Federación de Rusia. No obstante, hay que hacer algunas disertaciones sobre el futuro y la reconstitución del “tablero” Europeo, por cuanto no es nueva la actitud rusa a la expansión de la Unión Europea y la OTAN sobre la ex Repúblicas Soviéticas, sobre todo en lo atinente a Georgia, ya en el 2008, en una muestra de puro realismo político, Rusia intervino en Osetia del Sur y Adjasia, la última de ellas con salida al Mar Negro.

El entonces presidente de Georgia Mijeíl Saakashvili, apoyado por occidente, el Gobierno de George W. Bush y un presunto lobbies en la Conferencia de Bucarest de la OTAN de mayo de 2008, decidieron recuperar Adjasia y Osetia del Sur por la fuerza, lo que desencadenó la intervención de Rusia, con el resultado que todos conocemos, como fue la independencia de las regiones en cuestión.

Ahora bien, el Consejero de Seguridad Nacional (1977-1981) del presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski en su obra “El Gran Tablero Mundial”[1], hace todo un bosquejo de la situación euroasiática, concebido como el gran supercontinente, en el cual se abren varios frentes para la dominación del mismo (Las bases en Japón, Corea del Sur, apoyo a Taiwán y movimientos separatistas en Europa, guerra en el Golfo Pérsico, entre otros), en detrimento de la supremacía natural y evidente que posee la Federación de Rusia y la República Popular de China sobre el terreno, aunado a lo anterior, ha existido una animadversión por parte de la servil y pusilánime Europa occidental y central, apoyada indiscutiblemente por los Estados Unidos por destruir las pretensiones geopolíticas rusas.

El fin Geoestratégico del apoyo de la OTAN a Ucrania, es la salida de esta al Mar Negro y privársela a la Federación de Rusia, la cual quedaría netamente relegada a una potencia terrestre, minimizando el acceso al Bósforo, al Canal de Suez y a Gibraltar, por ende a los océanos; por cuanto el resto de los puertos de las extensas pero congeladas costas, se encontrarían la mayor parte del año bloqueados o de intrincado acceso como serian las aguas del Báltico o del pacífico en Vladivostok, situación que la tienen muy en cuenta la Armada rusa desde la pérdida de la guerra contra Japón en 1905.

Por otra parte, existe la posibilidad cierta de que el Ejército Ruso invada el este de Ucrania en cualquier momento, en razón de encontrarse absolutamente dividido el País, con una economía quebrada, un ejército desmoralizado y sin mando aparente, por cuanto las nuevas autoridades están muy lejos de controlar a sus civiles y mucho menos a su fuerza armada; por el lado ruso, se ha fortalecido el liderazgo de Vladimir Putin en su País, ven sus conciudadanos una intervención, como la protección de sus primos eslavos, así la defensa de una dinámica económica impulsada por los ruso – hablantes, que ha hecho de la región un incipiente desarrollo industrial.

Por último, está la OTAN y la Unión Europea, que nuevamente se han lanzado en el aventurismo de las revoluciones de colores, no calculando la respuesta rusa, o simplemente los expertos que los asesoran no vieron el mapa, los países tienen una realidad geográfica que no pueden cambiar, y menos si existe de por medio intereses económicos mutuos, la Unión Europea se abastece de hidrocarburos en gran parte del suministro ruso; imaginarse una sanción “ejemplarizante” en cualquier ámbito, implicaría cerrar la llave de las tuberías rusas, por ende una crisis energética que ya se ha vivido y la cual es innecesaria en estos momentos, al menos para la delicada economía europea que está saliendo del coma.

En conclusión, este tipo de crisis aupadas por Washington, solamente pierden los europeos, cuesta entender lo torpe que han actuado en esto de imponer a la fuerza a los fascistas de Ucrania, ha dado cabida a una respuesta en lo militar y lo político contundente por parte de Rusia, al convocar y hacer unas elecciones donde el 95 % de la población de Crimea está de acuerdo con unirse a la Federación, por otro lado ha dado un tiro por elevación a otros países de Europa cuya unidad está en entredicho, al verse jurídicamente sustentado las bases del referendum en el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre Kosovo, para que países como el Reino de España, vean el preludio de la desintegración de su entidad, por cuanto los pueblos de Cataluña y Euskal Herria tomarán sus propios rumbos mas pronto que tarde. Estamos asistiendo en vivo y en directo a la recomposición de una nueva Europa, o como muchos han llamado una nueva guerra fría, momento estelar desde la reunión de Churchill, Delano Roosevelt y Stalin precisamente en Yalta – Crimea.



[1] Brzezinski, Zbigniew 1996. El Gran Tablero Mundial, La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Editorial Paídos.



El autor es: Abogado. Investigador en Derecho Internacional

elgranmillan@hotmail.com


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Jesús Millán Alejos


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