Son unos hijos de puta… pero son nuestros hijos de puta Gobierno Gringo

Nos copiamos el título de esta nota de la respuesta que le diera el ex
presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt a un grupo de
periodistas que le reclamaba, el 5 de mayo de 1939 la pompa con la cual
recibió a un hijo de puta como Anastacio Somoza.

A pesar del pleno conocimiento internacional que se tenía entonces sobre
los crímenes cometidos por el dictador nicaragüense, los gringos
organizaron un desfile militar en su honor que contó con el apoyo de 751
oficiales de policía, 400 miembros del cuerpo de Bomberos, 9 aviones
conocidos como “fortaleza volante,” 30 tanques de guerra y un cuerpo de
artillería. Igualmente contó con la presencia del Presidente, su esposa,
el vicepresidente, el Gabinete presidencial y sus respectivas esposas y
el Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Estaba muy claro Rooselvelt en lo que hacía y porque lo hacía; por ello
respondió a los periodistas: Sí, es un hijo de puta, pero es NUESTRO hijo
de puta.

Aquella respuesta dejó muy en claro que al gobierno norteamericano le
importaba un comino la violación de los derechos humanos, la instauración
de dictaduras, la corrupción galopante y el genocidio. Quien recurriera a
esas prácticas bien podría ser definido como un hijo de puta, pero si
operaba en función de los intereses norteamericanos, no era un hijo de
puta cualquiera… era su hijo de puta.

¿Qué ha cambiado desde entonces? Nada, absolutamente nada. Allí está la
historia reciente de Pinochet, Videla, Micheletti y tantos otros gusanos
latinoamericanos para demostrarlo. También está la de Murabak en Egipto,
la de Jalal Talabani en Irak.

Los gringos siguen apoyando, financiando y haciendo suyos a muchos
miserables apátridas alrededor del mundo. Lo único que los mueve son los
intereses de la clase dominante norteamericana.

Sabiendo esto quién puede extrañarse de que Bush recibiera a María Corina
Machado o que Pablo Pérez, Ledezma, Cesar Pérez Vivas y otros sean
atendidos, y hasta le brinden una cenita, por altos funcionarios del
gobierno norteamericano o de instituciones internacionales controladas
por ellos.

Todo el que vaya a gringolandia a ofrecerles poner el país, sus riquezas
y su territorio al servicio del gobierno norteamericano, será por lo
menos escuchado.

¿Por qué cree usted, amigo lector, que los gringos financian a SUMATE?
¿Será porque su interés en ayudarnos pasa por promover una organización
transparente, neutral e independiente que organice elecciones libres y
fortalezca la democracia del país? Hay que ser bien pendejo para tragarse
un cuento de ese tamaño.

A SUMATE al igual que a Goicochea, al Nacional, a Ramos Allup, a Primero
Justicia, a la Mesa de la Unidad y a tantos otros los financian porque
representan la posibilidad de volver a lo que los gringos les fascina… A
tener cipayos que les permitan hacer en nuestro territorio lo que siempre
hicieron.

La historia demuestra fehacientemente que los gringos no financian
gratuitamente ni a su pueblo, mucho a menos a latinoamericanos. Sólo
financian hijos de puta.

En nuestro caso financian a quienes se comprometan a privatizar PDVSA y
con ello las reservas de crudo y gas del país; a quienes tengan la
intención de entregarles las empresas eléctricas; a quienes les permitan
colocar bases militares; a quienes les permitan volver con la DEA y sus
cargamentos de droga; a quienes se comprometan a devolverles CANTV y
MOVILNET… en fin financian a la MUD porque esos son sus hijos de puta.

arellanoa@pdvsa.com

Agosto 2011


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Alexis Arellano


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