Refutando a Fernando Dorado: Si tumban a Kadaffi... ¡Se les cae el tablero!

Los satélites de opinión progresista:

Con todo el respeto que merecen tus opiniones, yo creo Fernando Dorado, que sigues forzando el caso Libio en el saco del Norte de África y oriente medio, a cómo dé lugar. Si tumban a Gadafi como dices no se caerá ningún tablero y como prueba de ello están los bombardeos a la casa de Gadafi, la Universidad de Trípoli y sectores residenciales, que en el fondo buscan debilitar el apoyo popular que de no existir, ya habría tumbado por sí solo a Gadafi. Por supuesto que en el caso Libio no se trata de la transición a ninguna democracia, sino a un vulgar atraco de recursos energéticos y un temor a que el oro vuelva a ser el patrón internacional de cambio.

Como decía una cancioncilla de Los Mupets o Plaza Sésamo: "uno de estos niños, no es cómo los otros..." El caso de Libia y los procederes han sido totalmente distintos que en el resto de la región: 1) Desde el principio comenzó como una revuelta armada con aviones de combate, FAL, FAP, misiles portátiles stinger, tanques y carros artillados, a diferencia del resto donde la población sólo va armada de su voz y es asesinada a mansalva a “plomo fundido” 2)El apoyo de la guerra de cuarta generación como en Playa Girón, donde se recurrió a presentar el aterrizaje de pilotos de la OTAN en la base de Malta, como desertores pilotos libios que se negaban a masacrar a su población 3) La alianza entre rebeldes/USA/OTAN mediante la cual, éstos últimos trabajarían como apoyo aéreo de los rebeldes: hubo revire por eso 4) como en Irak: se aseguró un puerto en este caso Tobruk, para ejecutar el atraco petrolero internacional.

Son algunos de un largo listado que te refutan  Fernie Gold. Pero repito, tienes todo el derecho a seguir viendo los hechos desde tu posición "progresista". Repito, tal vez como mi análisis no está programado para omitir totalidades, peculiaridades y matices, tal vez esos hechos me desbordaron como "nacionalista" o "izquierda fosilizada", como me llamaste la vez aquella en que tratabas de meternos hasta en la sopa al paquetazo neoliberal de Mockus.

Tanto en este caso, como en el de Libia, la historia se encargará de demostrar que no se trató de, la crisis de los movimientos anti-capitalistas y anti-imperialistas.   Y por supuesto que tampoco es que, El pensamiento revolucionario de los demócratas “socialistas” y/o nacionalistas, no pasó la prueba de las nuevas realidades del siglo XXI, sino que por el contrario, quienes no pasaron la prueba fueron aquellos satélites de opinión que brillan con el pensamiento de los iluminados intelectuales "progresistas." 

Satélites del pensamiento "progresista" que aún creen a píe juntillas en cierta categoría, ya no de académicos sino una suerte de dioses poseedores de la verdad como Heinz Dieterich o Ignacio Ramonet, quienes como era de esperarse se dieron la voltereta, porque el estómago puede más que las ideologías,  en una zona euro que de resistir Gadafi un año, visiblemente quebrada no tendrá otra que intentar atracar las reservas de Venezuela, sino lo hacen antes o luego de los resultados electorales que les serán adversos, con la ayuda de Dios, en las elecciones del año 2012 en Venezuela, donde ya andan cantando fraude.

 

Las  verdaderas revoluciones aun están hacer en la mente, el pensamiento y en los suelos del Abiayala y del arco antillano: cuando cada isla como Puerto Rico, Guadalupe o Martinica, cuando cada palmo de suelo insular o continental desde Malvinas hasta la Base militar de Guantánamo y los territorios de Cayena y Surinam, dejen de respirar el aliento agrio del coloniaje encubierto y descarado...No hay revolución posible y seria que no pase por la derrota militar y diplomática de nuestro enemigo común el eje imperial USA/OTÁN. Veamos que pasa con UNASUR en Perú con Hollanta, en Chile y Colombia - mi país- infranqueables fronteras de gobiernos neocoloniales, falta ver si Brasil deja el doble juego, por un miserable asiento en un foro de malhechores y no nos hace otro autogol como el paquetazo de Funes.

makromokamboniko@hotmail.com

 (*) de Tolú- Sucre. Ciudadano afrodescendiente independentista de la Región Caribe en la República de Colombia

RED INDEPENDENTISTA DEL CARIBE.

PD: el artículo de Fernando Dorado aparece debajo


From: ferdorado@gmail.com
Date: Sat, 16 Apr 2011 15:25:57 -0500
Subject: Si tumban a Kadaffi... ¡Se les cae el tablero
To:

Estimados/as amigos/as: les envío el siguiente escrito para su publicación si lo consideran pertinente. Saludos, atte; fd

SI TUMBAN A KADAFFI… ¡SE LES CAE EL TABLERO!

Popayán, 16 de abril de 2011

La revolución democrática mundial – que se expresa con particularidades nacionales y étnicas en el mundo árabe – está revelando no sólo la crisis sistémica que vive el mundo capitalista sino la extremada debilidad y fragilidad del régimen político que las potencias occidentales han organizado a nivel orbital para legitimar sus acciones intervencionistas (ONU, OTAN, y demás alianzas).

Esas luchas por democracia política que los pueblos y trabajadores árabes desarrollan en la actualidad también han puesto en evidencia la crisis de los movimientos anti-capitalistas y anti-imperialistas. El pensamiento revolucionario de los demócratas “socialistas” y/o nacionalistas, no pasó la prueba de las nuevas realidades del siglo XXI. Han caducado las teorías que sustentaron los movimientos nacionalistas anti-imperialistas del siglo XX.  

Hoy los pueblos y trabajadores de Túnez, Egipto, Libia, Bahréin, Yemen, Marruecos, Jordania, Siria, Irán, Irak y otros que preparaban sus propias revueltas, enfrentan casi solos – huérfanos de orientación y solidaridad internacional – a los gobiernos dictatoriales y sápatras criminales en el poder y, están a expensas de las intrincadas y clandestinas intervenciones armadas y “pacíficas” de las potencias económicas de todo el mundo (occidental y oriental, del norte y del sur), que no quieren perder el control sobre el petróleo pero que también temen la expansión del espíritu revolucionario en sus propios países.

En Túnez y Egipto, las oligarquías capitalistas usan al ejército y a las cúpulas de los partidos burgueses y pequeño-burgueses para frenar la revolución y para derrotarla a plenitud. La trampa montada en Libia ha querido ser utilizada en los demás países para confundir a la población rebelde que exige democracia. Sin embargo, el ímpetu de lucha contra las dictaduras y gobiernos autocráticos no ha decaído.

Los estrategas imperiales sabían de antemano que el derrocamiento en cadena de los déspotas  subordinados a sus intereses era muy mal ejemplo para otras regiones del mundo. Eran conscientes que el triunfo político de los pueblos árabes alimentaría el espíritu revolucionario de los trabajadores y pueblos de Europa, Norteamérica, China, India y otros países en donde se han acumulado problemas sociales, económicos y políticos que reflejan la crisis estructural del sistema capitalista.

Además, cada avance democrático de los pueblos árabes – así fuese parcial e incipiente –, serviría para profundizar la revolución, generaría condiciones para un nuevo tipo de nacionalismo pan-árabe, y pondría en peligro la “estabilidad regional”, que es la definición que le dan al control político imperial de esa región del mundo, que está centrado en sostener a la aliada y subordinada hegemonía saudí (Arabia Saudita).

Con la intervención en Libia, aprobada por todas las potencias económicas del mundo – incluyendo los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que miraron para otro lado, y la autorización de la Liga Árabe –, aspiraban a que esa intervención generara entre las masas árabes la sensación de que la “transición democrática” podría hacerse desde la ONU, con moderación y control supervisado por las potencias occidentales.  

Pero no fue así. Tal cálculo no se cumplió. Los pueblos y los trabajadores de los demás países árabes perciben la caída de Kadaffi en Libia como parte de sus luchas, y aunque rechazan la intervención extranjera, saben que un triunfo contra las autocracias va a abrir – como lo está haciendo –, una gran brecha para avanzar en la conquista de libertades políticas, el derecho de reunión y de asociación y la libertad de prensa, que son armas de gran importancia para construir nuevas realidades sociales y políticas en cada país y en la región. 

Hoy las potencias imperialistas no saben qué hacer. Anuncian todos los días la caída de Kadaffi pero saben que si lo tumban no podrán detener el desplome de sus dictadores de bolsillo en los demás países. Además, al igual que en la misma Libia, no tienen la seguridad absoluta de que las nuevas realidades políticas les garanticen el mantenimiento de “su estabilidad” y control, dado que no tienen la fuerza política interna que les genere la suficiente confianza. Están aprendiendo de Irak y Afganistán.  

Mientras tanto, los heroicos pueblos y trabajadores del mundo árabe – a pesar de las masacres y conspiraciones internacionales –, siguen mostrando una energía y beligerancia admirables. La hegemonía saudí está en graves problemas. Es posible que – en el corto plazo – las revoluciones sean derrotadas, pero los pueblos dieron ya los principales pasos: se liberaron del miedo, removieron de sus mentes las divisiones étnicas y religiosas, desmitificaron los ejércitos y líderes “nacionalistas”, y re-descubrieron su fuerza transformadora. ¡Esa es la mayor conquista!

Lo que sucede en el Norte de África y Medio Oriente ha puesto sobre el tapete la necesidad de profundizar el debate sobre la “crisis de pensamiento revolucionario”. El proletariado – golpeado en su esencia revolucionaria desde hace 87 años –, cuando la línea “chovinista gran rusa” se impuso en el proceso socialista de la URSS, no se había podido reponer de esa derrota histórica. Los intereses nacionales terminaron por ahogar los sueños libertarios de los trabajadores y las teorías radicales de transformación social se fueron diluyendo en un anti-imperialismo estrecho. Hoy se empieza a desbrozar de nuevo la senda internacionalista. 

Sólo si clarificamos el camino podremos alimentar y unificar las luchas democráticas de los pueblos latinoamericanos, árabes y de otras regiones del mundo, para transformarlas en revoluciones sociales. Sólo así los pueblos y trabajadores del mundo entero podrán aprovechar la actual parálisis inercial de los imperios y diversos bloques de potencias económicas que, ante la decadencia estadounidense y la debilidad estructural que sufre todo el sistema-mundo capitalista, lo único que hacen es sobreaguar su propia crisis.

La revolución despeja el camino. No tengamos miedo de enfrentar nuestras deficiencias teóricas y vacilaciones políticas. La fase pre-revolucionaria que estamos viviendo nos obliga a ajustar el pensamiento y a mirar hacia el futuro. ¡Hagámoslo!  

http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2011/04/si-tumban-kadaffi-se-les-cae-el-tablero.html 




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Nicolás Ramón Contreras (*)

Ciudadano Afrodescendiente Independentista de la Región Caribe en la República de Colombia. RED INDEPENDENTISTA DEL CARIBE. Observatorio Independiente de Medios y estudios académicos desde perspectiva de género y etnia.

 makromokamboniko@gmail.com

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