La teleportación mediante “enmarañamiento” cuántico y el Pentágono…

¿Física de Vanguardia para la Guerra?

En el primero de estos dos artículos, que hemos traducido, especialmente para Aporrea, se introduce al concepto de lo que se denomina en física de vanguardia “enmarañamiento cuántico”, refiriéndose a la posibilidad de lograr, técnicamente, que en dos partículas subatómicas, digamos un par de  fotones, se reproduzcan simultáneamente, por razones que la misma Física Cuántica aun no ha logrado entender completamente, los cambios que se hayan podido  efectuar en una de ellas, atendiendo las pocas propiedades variables que poseen estas partículas, como, por ejemplo el “espín” (inclinación de su eje de rotación).

La teleportación está  definida por  la física de vanguardia consiste en la desaparición de un objeto por causas psíquicas o tecnológicas, logrando que reaparezca, instantáneamente, en otro lugar del espacio… sólo que la teleportación por causas tecnológicas, a la cual vamos a referirnos aquí,  se halla en una fase inicial e incipiente, aunque los científicos del Pentágono sostienen que se trata, por ahora, de “Teleportación de la Información”.  

“Esto suena a magia, pero uno debe enfatizar que la materia no desaparece, esencialmente, sino que se disuelve, pierde su estructura… ‘En el extremo final del proceso de teletransportación las partículas emergentes adquieren el mismo estado cuántico -esto es, la estructura última-  que el objeto inicial’ (citado por Federico Kukso).”

En el segundo artículo se demuestra, de manera patente, que los operadores militares del establecimiento político mundial no disimulan su interés en involucrar esa tecnología en sus operaciones militares de dominación, aunque refieran solamente, sugiriendo una ingenuidad aparente, que se interesan nada más en la revolución que todo esto pueda significar para la informática, al utilizar una plataforma como LA COMPUTADORA CUÁNTICA, que no utilizaría los bits o bitios normales sino los qbits o bit cuánticos para enviar sus mensajes.

Pese a que los referidos experimentos con la teleportación Cuántica se hallan relativamente avanzados, al menos teóricamente, en un estudio reciente encomendado por la Fuerza Aérea de los E.U. a la compañía de físicos teóricos llamada Warp Drive  Metrics de Las Vegas (buscar “Teleportation Physics Study”), se menciona que la USAF se han interesado mucho en la teleportación que en dicho estudio se denomina Teleportación Psíquica (“Pteleportation” en Inglés), pues han comprobado que esta clase de teleportación, practicada por ciertos seres humanos superdotados, sí está acabada, permitiendo la teleportación instantánea  de objetos de un lugar a otro, lo cual sin duda es de interés para ellos con fines bélicos, mientras que la que están comenzando a experimentar de manera incipiente no permitiría, por ahora, el desplazamiento de cuerpos animados e inanimados por ese medio.  

Estos artículos demuestran que la teleportación, uno de los fundamentos de la Física hiperdimensional, ya es un hecho: dejó de ser Ciencia Ficción y en unos quince años podría impactarnos a todos como una verdadera revolución, no sólo en lo que respecta a la información, sino también en lo que respecta al transporte en general y, si no despertamos conciencia, también en lo que respecta a esa actividad fratricida practicada por ciertas potencias para imperar, que denominamos la guerra.  

Lo fantasmagórico de la realidad http://www.project-syndicate.org/commentary/zeilinger1/Spanish

Anton Zeilinger (2001-11-06)

La física cuántica, una de las revoluciones científicas clave del siglo XX, forma la base de una gran parte de la tecnología moderna. Sin los conceptos que nos ofrece para entender la naturaleza, no comprenderíamos el funcionamiento de los transistores, los chips para las computadoras o el láser. No obstante, a pesar de sus enormes implicaciones prácticas, la física cuántica sigue planteando abrumadores retos teóricos a la visión convencional de que los fenómenos naturales, por necesidad, deben de existir independientemente de nuestras observaciones.  
 
El enmarañamiento

Por ejemplo, a diferencia de los objetos que encontramos en la vida cotidiana, dos o más partículas cuánticas (unidades elementales de la materia que poseen propiedades de ondas) se pueden conectar de forma tal que sin importar la distancia que las separe, presentan las mismas características al ser observadas. Albert Einstein llamó a este fenómeno” acción fantasmagórica a distancia”. En efecto, lo que en tiempos de Einstein no era más que una deducción lógica que se desprendía de la nueva teoría de la mecánica cuántica es ahora un problema central en los laboratorios de investigación de todo el mundo, y se ha convertido en el concepto fundamental del campo de la tecnología de la información cuántica, de reciente aparición. 
 
La acción fantasmagórica a distancia de Einstein (denominada  “enmarañamiento” por el premio Nobel austriaco Erwin Schrödinger, quien la llamó la esencia de la física cuántica) no significa que dos partículas conectadas de esa manera presenten las mismas características al ser observadas simplemente porque nacen con las mismas propiedades. Más bien, significa que una medición llevada a cabo sobre una de las dos partículas instantáneamente influye sobre el estado de la otra. 
 
La aplicación potencial más interesante del enmarañamiento cuántico es la posibilidad de la teleportación cuántica (considerada por muchos como una de las formas en las que las computadoras cuánticas del futuro podrían intercambiar información). Para entender cómo funcionaría esa tecnología, imaginemos que Alicia tiene una partícula cuántica que le quiere teleportar a Beatriz. En principio, mientras compartan una pareja” enmarañada” del mismo tipo de partícula, todo lo que Alicia tiene que hacer es transferir las propiedades de la partícula que quiere teleportar a la que está ”enmarañada”. Ese procedimiento teleporta instantáneamente esas propiedades a la partícula de Beatriz que se vuelve idéntica a la de Alicia y pierde necesariamente toda la información que llevaba con anterioridad. 
 
Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo. Aunque se ha demostrado que la teleportación cuántica funciona a distancias de un metro en el laboratorio en el caso de los fotones, las partículas que componen la luz: extender este proceso a distancias mayores o a objetos masivos es un enorme reto experimental. En varios laboratorios se están desarrollando experimentos en ese sentido, pero todavía nadie ha logrado construir ni siquiera la computadora cuántica más sencilla y no resulta claro que en algún momento esas máquinas se lleguen a fabricar como ahora imaginamos que pudieran ser. 
 
A un nivel más profundo, esos experimentos nos obligan a 
En tanto que ninguna de las partículas tiene propiedades reales antes de la medición, estas se crean espontáneamente para las dos durante el proceso. Además, la secuencia de las mediciones parece no tener relevancia, ya que las predicciones teóricas son exactamente las mismas sin importar si se mide primero a la partícula A o a la B. Se puede afirmar con la misma validez que la observación de la partícula A influye sobre la B o que la observación de la partícula B influye sobre la A. 
 
Esto sugiere un entendimiento nuevo de la realidad física, uno en el que las mediciones y la interpretación tienen una influencia mucho más fuerte sobre el mundo de lo que normalmente se asume en la física clásica (e incluso, en la vida cotidiana). Por ejemplo, cuando observamos el color de un automóvil, asumimos que esa es información de naturaleza secundaria. Lo que es primario, lo que está ahí primero, es el automóvil mismo con todas sus propiedades físicas, así que lo que estamos haciendo no es más que expresar afirmaciones sobre algo que ya existe. 
 
No obstante, en el mundo cuántico la situación es mucho más complicada, porque el acto mismo de la observación crea la realidad. Lo que podemos decir acerca de las propiedades de una partícula cuántica en general no es una afirmación sobre propiedades que existían antes de que se hicieran las mediciones. En otras palabras, mientras que el conocimiento convencional, ya sea científico o de otro tipo, asume que lo que se puede sostener con precisión respecto a un objeto está determinado por la realidad, en la visión que implica el enmarañamiento cuántico, una descripción fiel de la realidad está determinada por lo que se puede afirmar.

Anton Zeilinger es profesor de física experimental en la Universidad de Viena, Austria, donde él y su grupo están realizando investigaciones sobre enmarañamiento fotónico y óptica molecular para poner a prueba las cuestiones más fundamentales de la física cuántica.

Copyright Project Syndicate 2010 

Ya el Establecimiento no disimula su aplicación para la guerra (bajado de www.rense.com):

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El Pentágono Desarrolla, ahora, la TELEPORTACIÓN- El Siguiente Dominio Científico

Por George I. Seffers - Defense News Staff Writer January 24, 2000 Pg. 3

TheGuvner777@Hotmail.com  

WASHINGTON. –    En lo que podría denominarse el más grande  programa de investigación de la computadora cuántica en el mundo, el Pentágono está desarrollando la habilidad para teleportar mensajes a través del campo de batalla y alrededor del globo. 

La Teleportación, hablando sencillamente, es el proceso que logra que la información desaparezca de un lugar y aparezca en otro. El concepto se hizo popular con la serie de TV Star Trek y la famosa frase, "telepórtame, Scottie". 

El concepto se basa en la Física Cuántica, usando fotones más bien que la energía eléctrica que utilizan las computadoras normales y las redes telefónicas.  Un fotón es una unidad de energía electromagnética, que tiene las propiedades de una partícula y de una onda.  Los fotones no tienen carga eléctrica ni masa, pero si llevan momento y energía.

Teleportar significa que la información será transferida más rápidamente que la velocidad de la luz, de una manera más segura y sin revelar el lugar de origen ni el lugar de destino o receptor.

No habría manera de interceptar este mensaje, pues es imposible: si trata de ver el mensaje lo destruye.

Aunque la teleportación de objetos o personas permanece aun en el reino de la ciencia ficción, la habilidad para teleportar información es ya una realidad científica: “ningún dinero en el mundo – para ser uno de  las áreas más candentes tanto en física, como en ciencia y uno de los programas más grandes que manejamos aquí en la Oficina de Investigación de la Armada de los E. U.”, declaró Everitt.

Estamos ante el programa científico de información Cuántica más grande y coordinado del mundo.  Por lo menos lo era el año pasado, sostuvo Everitt. 

El Programa de Ciencia Cuántica de la Información, coordinado por la Oficina de Investigaciones de la Armada de los E. U. fue fundado y es apoyado por la Armada, por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), por la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa y la oficina del diputado director de Investigación e Ingeniería del Pentágono, con un presupuesto inicial de $19 Millones de dólares en 1999, e implica 34 proyectos por investigadores en 21 universidades, tres laboratorios oficiales y dos corporativos.

“El Santo Grial en todo esto consiste en construir un computador cuántico que hará cosas que ninguna computadora clásica haría jamás.  Aunque un computador de tal envergadura podría estar a décadas de distancia, el APARATO PARA TELEPORTAR, uno de los componentes para que el computador cuántico pueda funcionar, estará listo en la década siguiente, agregó Everitt. 

Externamente el aparato de comunicación Cuántica podría parecerse a cualquier aparato similar moderno: a una computadora, a una laptop o hasta a un celular, pero los circuitos internos serían dramáticamente diferentes, porque usarían fotones en lugar de la electrónica convencional.  El Ancho de Banda lo determinaría el número funcional de fotones.

Las dos personas que vayan a compartir la información, tendrían que compartir primero pares de fotones gemelos casi idénticos – creados a la vez y enmarañados para siempre el uno con el otro.  Una vez que la información se haya introducido en el primer fotón, este desaparecería para reaparecer junto al otro.  En este proceso quien envía obtendría una clave numérica que deberá compartir con el destinatario para que pueda abrir el documento.

No importa como esta clave sea enviada al receptor, pero sin la información teleportada, esta clave será  inútil y sin ella nadie podrá ver o copiar el fotón sin que el mismo se destruya… y ambos, quien transmite y quien recibe, deberán compartir tantos fotones como sean necesarios, dependiendo del tamaño del mensaje enviado.

Si el mensaje es simple, digamos ‘dispare’  o ‘no dispare’, se necesitaría sólo un par de fotones; si se tratase de un mensaje complicado, digamos un video clasificado, se necesitaría billones, tal vez trillones de fotones, sostuvo Everitt.

Aunque no suministraría detalles, Everitt dijo que se esperan grandes asignaciones de contratos pronto, y que resultarán más oportunidades de negocios, a medida que la tecnología se desplace del laboratorio a la integración y la demostración.

“Estamos, ahora, en el punto donde todos los elementos básicos se han demostrado de alguna manera – dijo Vritt, añadiendo: no creo que tengamos más preguntas acerca de si esta tecnología puede funcionar… después de que demostremos estos mismos fenómenos, que sólo han sido demostrados previamente en átomos, en sistemas de estado sólido.  Después de eso me parece que tendremos nuestro sistema rudimentario de teleportación y comunicación en marcha”.

El programa ya ha tenido numerosos éxitos, incluyendo la teleportación de información en laboratorio: “se ha demostrado que la información puede ser teleportada más de 40  kilómetros mediante la tecnología disponible  no hay límite en cuanto a la distancia en este sentido”.  

La tecnología tiene sus limitaciones, sin embargo,  pues si se intenta experimentar con ella sin precauciones, o si se comete cualquier error al abrirla, puede conducir a su destrucción…  además, los fotones pueden ser creados sólo en pares, significando que un mensaje puede ser teleportado sólo a una persona a la vez.

“Toda teleportación cuántica ocurre entre un transmisor único y un receptor único.  Por supuesto, el receptor del mensaje podría re-teleportarlo a otra parte, pero cada vez se requeriría un nuevo par enmarañado de fotones.


mpazb53@hotmail.com


 


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Miguel Paz Bonells


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