El destino del mundo al arbitrio de los países industrializados

El gobierno venezolano reclama refundar la Organización de Naciones Unidas

Las injustas relaciones internacionales desarrolladas por EEUU y los países industrializados han sido una constante en la gestión de la Organización de Naciones Unidas –ONU- desde su fundación a fines de 1945, realizada por 51 países los que se comprometieron a “mantener la paz y la seguridad internacionales, desarrollar relaciones amistosas entre las naciones y promover el progreso social, mejores niveles de vida y los derechos humanos”. Pese a estos enunciados casi humanistas, la misma visión democrática se vio cercenada, al definir que cinco naciones tienen el derecho a veto, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, hoy Rusia –antes URSS- y China, considerados los vencedores de la segunda guerra mundial. Es en ese marco discriminatorio que 192 estados, se ven maniatados en la búsqueda de un mundo plural, donde cada nación trata de crear y desarrollar modelos alternativos.

Talvez bajo aquella aseveración que el “mundo esta plagado de buenas intenciones”, es que han definido que “los Estados Miembros de la ONU para expresar sus opiniones, lo harán a través de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social y otros órganos y comisiones”. Además esta institución divulga públicamente que “La labor de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo. Aunque más conocida por el mantenimiento de la paz, la Consolidación de la Paz, la prevención de conflictos y la asistencia humanitaria, hay muchas otras maneras de las Naciones Unidas y su sistema (organismos especializados, fondos y programas), que afectan a nuestras vidas y hacer del mundo un lugar mejor”.

Estos acuerdos alcanzados luego de una guerra tan criminal, por el reparto del mundo, donde mas de 20 millones de seres humanos fueron asesinados, torturados, cremados en vida, es una historia que aun hoy persiste, ante la inoperancia y complicidad de los que autodefinen palideces de la democracia, llevando adelante la guerra y la apropiación de las riquezas de los pueblos del tercer mundo.

Ante una ONU inoperante Venezuela apuesta a su refundación


Ante esa realidad el Embajador Jorge Valero manifestó que “la ONU no responde a las demandas sociales de los pueblos del mundo, nuestra posición esta en consonancia con la construcción de un mundo multipolar, y la vocación profundamente democrática del proceso político que se vive en nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela defiende la necesidad de refundar la Organización de Naciones Unidas, pues en la actualidad no responde a las demandas de los pueblos del mundo y está dominada por unas pocas potencias, que desestiman las aspiraciones de los países en desarrollo”

En una entrevista concedida a AVN, el representante permanente venezolano ante la ONU, asevero que “esta propuesta de reformar la ONU cobra mayor vigencia en tiempos de transformación y cambios sociales como los que se viven, por ejemplo, en América Latina”. También destaco que en la presentación de la memoria del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, “nuestra delegación demandó la reforma del Consejo de Seguridad, para lo cual se requiere -en forma inmediata- ampliar su membresía, con representantes de países de África, Asia, América Latina y el Caribe, y así lo ratificamos”.

En el marco de acciones unilaterales por parte del Consejo de Seguridad, integrado por 15 naciones, de las que 5 son permanentes y tienen derecho a veto (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia) y 10 son temporales y no tienen derecho a veto, siendo electos cada dos años como representantes regionales, es donde EEUU logra presionar un consenso para aplicar sus políticas, como lo señala Valero, al afirmar que “un reflejo de las injustas relaciones de poder que actualmente imperan en el mundo [es] la sanción que aplicó el Consejo de Seguridad a Irán por desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. Venezuela rechaza, por ilegales, las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el pueblo iraní, y llama a suspenderlas en forma inmediata”

Valero puntualiza que “Venezuela demanda que la Asamblea General de Naciones Unidas, donde están representados todos los Estados, recupere los fueros que le vienen siendo usurpados por el Consejo de Seguridad. Además, abogamos por la participación directa y universal de todos los países -en plano de igualdad- en la selección del Secretario General de la ONU. Este alto funcionario, según establece la Carta de la ONU, no debe solicitar ni recibir instrucciones de ningún Gobierno. Porque actualmente la elección se rige por el artículo 97 de la Carta de la ONU, que establece que el Secretario General será nombrado por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.

Eliminar derecho al veto

Para el Embajador, uno de los pasos más importantes que se debe dar es la eliminación de los privilegios antidemocráticos derivados del derecho al veto, heredados de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría. En el Consejo de Seguridad de la ONU, sólo los 5 miembros permanentes tienen derecho a veto. Si alguno de esos países -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido- vota contra una propuesta, ésta queda rechazada, aunque todos los demás hayan votado a favor.

El gobierno venezolano también rechaza la pretensión de “imponer en las labores de la organización, acuerdos alcanzados en otros foros de negociación, como en el G-20 o el G-8”. Se denomina G-8 al grupo de países industrializados, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia; mientras que en el G-20 participan además otros once países recientemente industrializados y la Unión Europea como un bloque, hecho que también refleja la imposición hegemónica de EEUU y los países industrializados.

El mundo indefenso ante las guerras y la destrucción del ecosistema

La propuesta de Venezuela es un llamado a la dignidad y el respeto a la naciones del mundo, es la convocatoria a crear un nuevo orden internacional, crear una nueva ONU, donde sus miembros puedan ejercer el mandato de sus naciones, para alcanzar mecanismos de desarrollo económicos, sin la tutela de la naciones industrializadas del G – 8, sin el veto de los 5, los cuales nos han garantizado ni desarrollo mundial, ni han frenado las invasiones y agresiones de EEUU y los cuerpos de seguridad de la misma ONU.

Como podemos hablar de estos enunciados de “paz y armonía” que rezan en la carta de la ONU, cuando se destruye el ecosistema, sin ninguna sanciones, las reuniones alcanzadas para buscar salidas a la crisis ambientales, ha sido también secuestrada, donde el omnipotente presidente Obama –premio de la paz-, pospuso la ultima reunión, para ser debatida en una conclave de los países industrializados. Esta instancia internacional esta superada y cuestionada desde su nacimiento (recordar la guerra de Corea, debut imperialista de EEUU, al término de la segunda guerra mundial). En pleno siglo XXI vemos que continúan las guerras en Irak y Afganistán, y se amenaza a Irán.

Además nadie puede olvidar el reciente derrame en el Golfo de México, que se va dejando en el olvido, esta impunidad lleva a que los que destruyen la humanidad, son lo que quiere dar soluciones, por tanto solo queda reformular y construir un nuevo orden mundial.

diegojolivera@gmail.com


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Diego Olivera

Periodista. Director de Barómetro Internacional

 diegojolivera@gmail.com

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