Descentralizar la Des-centralización

Nos hicieron creer que la descentralización de poderes, de las tareas podría dar resultados. Está demostrado que la descentralización lo que ha creado es más burocracia, más desorden: un campo abonado para los pillos y la corrupción; alimentando la desesperanza del pueblo en la búsqueda de justicia social.

La descentralización es la hija del libertinaje que región, tras región, fue sumándose al grito de “con mis cosas no te metas”, del cual ya nos hemos cansado oírselo decir a la generación espontáneamente escuálida que conforma la oposición venezolana.

La descentralización no es más que un reflejo de la “autonomía universitaria” por la cual aboga la gente de la ULA. Dentro de cuya casa de estudios se fundan, se implantan unidades u oficinas como el CIEPROL que sirve para inyectar el veneno que la mantiene viva: las políticas neoliberales que cada uno de sus miembros se encarga de suministrar a la Administración Pública, con cursos, cursillos, charlas y talleres en aras de actualizar a los funcionarios públicos que inocentemente o no llegan a dichos centros de “perfeccionamiento profesional”.

La descentralización de qué? Pues la descentralización de mi botín del tuyo, la demarcación de límites administrativos para acentuar la creencia de que con lo mío mío mío, con lo mío no te metas…

Es una simple reflexión que no deja de tener una base lógica: cómo quedarnos sin centro? Cómo des-centralizar algo? Eso debe corresponder de alguna manera con la frase célebre de Maquiavelo: divide y vencerás. De eso se trata, de dividir, para hacerle creer al vecino que es dueño de lo suyo, pero también para aislarlo, penetrarlo más fácilmente y entonces vencerlo.

La descentralización,  puede ser igual a la des-cerebrización, o a descuartizar algo, volverlo picadillo…así como nos lo decía el filósofo del Zulia, como buruzas y migajas.

La descentralización es contraria a la unidad nacional o continental. Todas las naciones caribeñas, andinas, suramericanas, en fin latinoamericanas debemos trabajar unidos para lograr eso por lo cual alguna vez, un buen hombre, un luchador, entregó su alma, su espíritu…su vida. Ese hombre no fue otro que Bolívar.

No más descentralización. Ahora más que nunca UNIDAD del pueblo armado con ideas, Unidad del gobierno que se hace respetar y que obliga a los poderes establecidos a actuar en defensa de los beneficios alcanzados, resolviendo los problemas de injusticia social existentes. Volvamos a concentrarnos, en nuestro centro.

¡Unidad, unidad, unidad! Esa es la consigna. 
 

Macupatra2004@yahoo.es



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