El eslogan ¡No volverán! no es una frase vacía, sino un asunto de vida o muerte

Es cierto, ¡a pesar de todas sus armas de destrucción masiva, nuestro ‘tío rico’ se está volviendo pobre! Su madre patria, Gran Bretaña, que en tiempos pasados gobernaba el mundo como súper poder, murió como tal, no obstante su poderío militar. Esta vez, la única diferencia es que la caída de los Estados Unidos probablemente será la caída del mercado mundial; así que, los nuevos competidores por la hegemonía mundial están muy renuentes para aliviar los Estados Unidos de su agonía económica.

De todos modos, vivimos en la era de la globalización, del capitalismo corporativo, que ya no tiene límites políticos. En este sentido, al igual que en el caso de la ex Unión Soviética, despertaremos alguna mañana 'extrañando' no sólo las Torres Gemelas sino los Estados Unidos mismos.

En África se sabe bien que cuando un león está herido de muerte, se vuelve más feroz y más brutal. Así que ¡cuidado camaradas!

En lo siguiente elaboraremos un breve sumario de la temerosa situación económica estadounidense para el año 2008, y la relacionaremos con la ‘dictadura’ venezolana.

En lo que al déficit fiscal estadounidense se refiere, fue el Canadian Trade Commissioner Service que ya en el año 2005 advirtió, que “el déficit del presupuesto federal estadounidense aumentará en el año fiscal de 2005/06 y las tasas de interés continúan a subir. El déficit de 2005/06 ya se esperaba de que aumentara. Los impuestos crecerán más lento que los ingresos de una economía limitada, mientras que los gastos para la defensa, la seguridad nacional y los programas secretos continuarán a crecer. Las crecientes tasas de interés significan que los costos de la deuda se volverán más pesados que en años pasados.” (1)

Al final del año 2007, la economía de guerra estadounidense alcanzó un récord nacional en una deuda de 9,125 trillones de dólares; el déficit fiscal se ubica en las mismas cifras.

Como sabemos, en el año 2007, los Estados Unidos sufrieron un retraso crónico económico y militar, que empujó al país hacia una recesión, una crisis en el mercado de inmuebles y un fiasco en el ámbito de los créditos. Además de esto, comparado con la Unión Europea y su euro cada vez más fortalecido, la economía estadounidense moribunda e improductiva depende de un regular ingreso foráneo de algo como 4 billones de petro dólares diarios, también se caracteriza por sus deudas y déficit vertiginosos, que hacen estragos con el dólar estadounidense como principal moneda mundial. Muchos bancos centrales ya se han cambiado a otras monedas. El dólar mismo perdió más de 40% de su valor real. Ningún verdadero capitalista seguirá depositando sus ganancias en una moneda mundial tan moribunda.

Como han resaltado excelentes economistas políticos marxistas como Ernest Mandel (Capitalismo tardío, 1975) hace mucho tiempo, el intento desesperado de producir más liquidez imprimiendo más billetes, que son nada más que papel sin valor, y la disminución de los intereses, sólo aceleran el venidero fiasco, y exacerban el principal problema imperialista corporativo. Ya hemos experimentado los resultados inmediatos durante el año 2007: la caída rápida del dólar y una inflación galopante. Esto implica concretamente la pauperización progresiva de grandes sectores de las clases bajas y la desaparición de una clase media, opulenta.

En el 2008, a raíz del dólar moribundo, se disminuirá la fuerza de compra y muchos ciudadanos estadounidenses terminarán sin techo, pagando cuentas gigantescas para las mercancías importadas, la energía y la comida; eso lógicamente traerá por consecuencia un descontento interno, y los actos patrióticos (Patriot Acts) podrán entonces ejercer plenamente sus tareas domésticas opresoras.

En vez de reducir la pobreza e introducir un verdadero poder popular, según estudios hechos entre 2000 y 2006, todos los países del mundo gastaron 1100 billones de dólares estadounidenses para el uso militar, para algún día matarse el uno al otro.

El presupuesto militar estadounidense es el más grande en el mundo. Sus gastos en la defensa nacional de 623 billones dólares superaron los gastos totales del resto del mundo. El segundo más grande en gastos es China (65 billones), seguido por Rusia (50 billones); entre los que gastan menos están Suiza (4,5 billones) y Suecia (5,5 billones). Entre los países del tercer mundo: Brasil (9,9 billones), Colombia (3,5 billones) y Venezuela (1,6 billones). Claro, en el 2008, sin alterar sus posiciones, todas esas cifras cambiarán.

El 11 de julio de 2007, con referencia al presupuesto militar de 2008, ¿Qué fue lo que la casa Blanca nos dijo?

El presidente Bush le reveló al mundo un plan detallado de cómo superar la bancarrota de la economía de guerra estadounidense hasta 2012, “manteniendo los impuestos bajos y gastando con cuidado los dólares de los contribuyentes”. La estrategia principal para balancear las cuentas nacionales es: combatir el ‘terrorismo’ y proteger la nación contra las amenazas de los países dictatoriales y tiránicos, que se organizaron en el ‘eje del mal’, entre ellos Corea del Norte, Irán, Cuba, Siria, Bolivia y Venezuela. Según Bush,

“El presupuesto le ayuda a nuestro ejército en el combate del terrorismo, fortalece a nuestros militares para el futuro, ayuda a nuestros esfuerzos en el frente diplomático y protege a nuestra nación de los ataques.” (2)

Esto ciertamente mejorará la economía estadounidense hasta el 2012. Lo que no le dijo al mundo era que, si el imperialismo actual continúa su camino genocida, entonces el ‘balance del poder’ global se inclinará hacia China, o incluso una posible barbarie nuclear acabará con el mundo.

Si volvemos a estudiar El Capital de Marx, actualizándolo donde es necesario, entonces nos damos cuenta que no hay nada más absurdo que la creencia, que en la época de la globalización y la realización del capitalismo mundial, ya nos estamos desarrollando hacia un nuevo sistema ‘socialista’ internacional post capitalista y multipolar.

Los inmensos problemas que el actual mercado mundial, la columna del imperialismo corporativo global, está enfrentando, no son ningún incentivo para que otra posible gran potencia tomara el control inmediato de ese Titánic que ya está hundiéndose. En su artículo, “El balance del poder continúa alejarse de los Estados Unidos”, Leon Harder formuló esto de la manera siguiente:

“Aunque China, los países petroleros del Medio Oriente y otras economías emergentes en Asia oriental y en el Medio Oriente, al igual que en América Latina (Venezuela), pudiesen retar la supremacía global estadounidense, los Estados Unidos permanecen en el centro de la infraestructura económica y militar a nivel global, y no hay señas de que alguno de los poderes emergentes, incluyendo la Unión Europea, está preparado para sustituir a Washington en la silla del conductor.” (3)

Sin embargo, en 2008, puede ser que las cosas se empeoren. Puede ser, que Israel y su ‘lobby judío’ dentro del Pentágono se vuelvan totalmente locos y atacan a Irán. Puede ser que el actual conflicto en Pakistán se vierta otra vez sobre su 'hábitat natural', en la eterna lucha por el poder entre Pakistán e India, con la acostumbrada intromisión militar correspondiente en los asuntos internos de otros países por parte de Israel y los Estados Unidos. Aparte de eso, el desastre corporativo de la guerra petrolera en Afganistán e Irak y los crecientes precios del petróleo, desgastan progresivamente el poder político y geo-estratégico estadounidense.

En cuanto al combate del ‘terrorismo’ en Venezuela y los deseos de tumbar al ‘dictador’ y ‘ tirano’ Hugo Chávez, es bastante improbable que Washington pueda darse el lujo de ir a otra guerra. En este momento, esto sería suicidio económico, con un probable aumento del precio del petróleo a $200 por barril, poniendo en riesgo al mercado mundial y finalmente generando docenas de guerras de clase alrededor del globo y en los Estados Unidos mismos.

En sus diatribas contra Venezuela, confrontada por los poderes emergentes de China, India y Rusia, la Casa Blanca tendrá que disminuir la llama de su mentira principal, su cruzada ‘democrática’ a nivel global.

Por lo tanto, por todas las razones mencionadas anteriormente, una invasión militar directa de Venezuela por los Estados Unidos en 2008 también sería suicidio, porque podría iniciar lo que Marx y Engels pronosticaron ya en 1848 en su Manifiesto del Partido Comunista: el caos y la anarquía a nivel global.

“Pues bien: ante nuestros ojos se desarrolla hoy un espectáculo semejante. Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró. Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de la propiedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía.” (4)

Más bien el peligro viene desde adentro, desde las propias filas de la Revolución Bolivariana. Se manifiesta en las siguientes ondas:

a) de aquellos anti-socialistas y anti comunistas que sólo quieren una ‘revolución’ no-marxista, reformista y cristiana, es decir, que ignoran los intereses sociales, la auto-liberación y las luchas de clase de los trabajadores;

b) de aquellas fuerzas contrarrevolucionarias, incluyendo las de la oligarquía y el clero, que han infiltrado todos los ámbitos de la vida, que están saboteando el cambio radical desde adentro;

c) de aquellos pacifistas que ignoran la auto-determinación de los trabajadores y que quieren decretar y dictar la revolución social desde arriba, incluyendo su teoría y política;

d) de toda clase de infiltración extranjera en Venezuela: la CIA, los fondos y actividades del National Endowment for Democracy, de las sectas religiosas, de la Cientología, de los paramilitares, de los escuadrones de la muerte, de los saboteadores, etc.

Sin embargo, el peligro más grande es estructural, es estratégico, viene de la ausencia total de un eficiente partido socialista proletario de vanguardia, que tiene que ser fundado y fomentado por la esencia más consciente del poder de los trabajadores, en alianza con el apoyo y la asistencia crítica de otros sectores de la población, cuya causa son los intereses de los trabajadores, los nuevos interéses de clase.

Solamente un partido así será capaz de desarrollar un programa revolucionario para Venezuela, un programa socialista para los trabajadores que no será ahogado por una constitución burgués-democrática, es decir, será capaz de crear un ambiente político, en donde los trabajadores pueden decidir, cuáles serán sus representantes y durante qué período permanecerán. Esto será soberanía verdadera, poder popular verdadero. Sólo este partido militante bien organizado y con conciencia de clase, ya existente en forma embriónica como nuestro PSUV, podrá confrontar los inmensos peligros que nos acechan en el futuro cercano.

Sin duda, el liderazgo de la revolución socialista en Venezuela actualmente lo refleja el Presidente Chávez. Pero un sólo hombre, un sólo gran líder, no hace ni puede hacer una revolución, no hace el socialismo, no hace la historia.

Marx y Engels explicaron claramente lo que es la esencia capitalista del actual conflicto social en Venezuela, de la lucha de clases en América Latina, y quienes y qué hacen la historia mundial contemporánea:

“... la historia de la industria y el comercio es nada más que la historia de la rebelión de las fuerzas productivas modernas contra las condiciones de producción modernas, contra las relaciones de propiedad que son las condiciones para la existencia de la burguesía y su gobierno.”

El que no hayamos logrado desarrollar unos cuadros revolucionarios de los trabajadores en los últimos ocho años, es grave de verdad; pero más peligroso es el hecho de que dentro de nosotros nació una clase media política opulenta, que ama la ‘dolce vita’, los vehículos ‘Hummer’ y el whisky gringo. Por cierto, como enfatizó Rosa Luxemburgo, las revoluciones sociales y las luchas de clase tienen sus altibajos, pero esto no significa que deberíamos huir después del primer ataque contrarrevolucionario. También resaltó, que toda verdadera victoria revolucionaria permanece como un logro, incluso en tiempos de un retroceso temporal. Sin embargo, otro peligro es, que a la ‘oposición’ se le dio el dedo pequeño, por lo que ahora piensa que en el 2008 puede agarrar las dos manos para después y finalmente disfrutar unas verdaderas navidades oposicionistas con hallacas y sin Chávez.

Si no cambiamos de la defensiva a la ofensiva, si no iniciamos la defensa de la revolución con una gran ofensiva, entonces el resultado podría ser catastrófico.

Claro, nada es seguro, podríamos perder nuestra revolución, pero para la ‘oposición’, será su más grande error la ofensiva tonta que ya puso en marcha.

O la Revolución Bolivariana entra en una nueva fase y realmente comienza una revolución de los trabajadores, es decir, con una contra-ofensiva socialista, o perderemos una gran oportunidad por segunda vez, tal y como nos pasó el 13 de abril de 2002 con una 'reconciliación' que desembocó en impunidad y más agresión. Si hubiésemos pasado a la ofensiva en aquél entonces, no hubiera seguido un sabotaje petrolero y tampoco nos hubiese pasado el actual fiasco de la reforma constitucional.

Podríamos aprender muchas cosas de nuestros enemigos, por ejemplo lo que ellos harán con nosotros en caso de que volverían a ganar el poder. Tengámoslo claro como la luz del sol: Nuestro eslogan ¡No volverán! no es una frase vacía, sino un asunto de vida o muerte. Lo que pasó en Indonesia en 1965, cuando la CIA masacró a un millón de comunistas, debería ser una advertencia para Venezuela en el 2008.

Como comentó Marx y como más tarde fue discutido extensivamente por Lenin y Trotsky, y en el 2008 también en Venezuela, el látigo de la contrarrevolución liberará fuerzas revolucionarias ni siquiera soñadas hasta ahora, que son creadas por las profundas contradicciones y luchas de clase dentro del sistema mundial, hecho que se refleja actualmente en la caída de los EE.UU. y otras sociedades metropolitanas.
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Notas de pie:
1) Véase: http://www.infoexport.gc.ca/ie-en/
DisplayDocument.jsp?did=61799

2) Véase: http://www.whitehouse.gov/infocus/
budget/2008/index.html

3) Véase: http://www.antiwar.com/hadar/?articleid=12129

4) Véase: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

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Franz J. T. Lee


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