Los razones que me convencen a votar “SI-SI” (III)

Se incorporan algunas nuevas competencias del Poder Nacional como consecuencia directa de las inéditas figuras institucionales que habrán de funcionar como efecto de la nueva geometría del poder, de la que habla la Reforma en el artículo 16. (Artículo 156)

La participación protagónica del pueblo, que es de la esencia del régimen político previsto en nuestra Constitución vigente, se ve reforzada con la Reforma al darse la oportunidad, ya reglada, a restituirle el poder (¿cuál poder? pues el poder que le dieran al presidente) como una manera de comenzar a generar la figura socialista del autogobierno de las comunidades, y así no tener que depender de la eventual voluntad omnipotente del Estado en todos sus niveles de expresión. Esto, promovido como política nacional, exhibe una coherencia perfecta con la concepción de avanzada de la propia Constitución. (Artículo 158)

En el área contralora, se crearán ahora en todos los estados de la República unas respectivas contralorías que se integrarán a un Sistema Nacional de Control Fiscal (otro sistema que se implementará, además del exitoso de orquestas de carácter no constitucional, y del de ciudades, en perspectiva) bajo control, vigilancia y fiscalización de la Contraloría General de la República que, como debemos recordar, no es ahora un órgano auxiliar del legislativo, sino parte del Poder Moral que creara la Constitución vigente elevándola de categoría. En el combate a la corrupción, que es un anhelo de todos hoy, se actuará bajo una visión coherente, como fin del Estado, dentro de unos procedimientos estandarizados con mayor sentido prospectivo y de necesaria y urgente utilidad. Además, tales contralores o contraloras estadales serán designados o designadas previa postulación del nuevo Poder Popular del Estado, u otras organizaciones sociales del mismo. Véase pues, entonces, cómo comenzaría a expresarse de forma específica el nuevo Poder Popular, para beneficio del control colectivo de ingresos y gastos de los recursos nacionales, además de los mecanismos propios de la contraloría social, ya hoy en funcionamiento. (Artículo 163)

En la enumeración de cuáles son los ingresos de los estados, la Reforma incluye otro también dentro de la coherencia, que es la transferencia neta de recursos del presupuesto ordinario de la nación a las figuras que constituyen el Poder Popular, y que, corresponderá de manera fija, a un equivalente al cinco por ciento de ese presupuesto nacional a ejecutarse en un año. Tómese en cuenta que serán recursos, muy considerables, para beneficio inmediato y redimidor del pueblo. (Artículo 167).

Ya a nivel del municipio, y respetándole por supuesto su personalidad jurídica y autonomía que comprende tres renglones básicos, la Reforma los obliga, dentro del ámbito de sus competencias, a incorporar la participación ciudadana a través de los Consejos del Poder Popular y de los medios de producción socialista, obligación esta que podría ser monitoreada por el Poder Popular mismo y exigida -dado el caso- auxiliado por el Poder Judicial cuando ella no se cumpla espontánea y cabalmente. (Artículo 168)

En todo caso -y con miras a evitar eventuales conflictos previsibles- la ley nueva sobre régimen municipal (toda ley tiene el deber de ser sabia) establecerá los supuestos y condiciones para la creación de otras entidades locales dentro del mismo territorio municipal, previéndole recursos requeridos de cara a las funciones que se le asignen –como beneficiarias también de los recursos propios del Municipio- y cuya creación (la de las otras entidades locales estas) será en todo caso por iniciativa vecinal o comunitaria, con miras a las desconcentración de la administración municipal, enlazada con la participación ciudadana y la también muy deseada buena prestación de los servicios públicos. (Artículo 173)

También la Contraloría Municipal estará bajo la rectoría de la Contraloría General de la República, y será dirigida por el Contralor o Contralora Municipal donde, la postulación de los aspirantes, quedará a cargo además del Poder Popular del Municipio u otras de sus organizaciones sociales (Artículo 176)

Pero es que no sólo recursos presupuestarios serán canalizados hacia las organizaciones del Poder Popular para su administración directa en obras públicas que vayan en su franco beneficio, sino que también, a nivel de Poder Nacional, estados y municipios, una ley habrá de crear mecanismos para que se descentralicen y transfieran ya los servicios que esos poderes gestionan en muchas áreas, para hacer entonces beneficiarias a las organizaciones del Poder Popular de tales recursos financieros, a fin de, en este caso, constituir y administrar modalidades productivas que servirían para el empleo masivo en todas las áreas comprendidas en los siete numerales del artículo 184, y cuyos recursos provendrán del Fondo Nacional del Poder Popular, creado en el artículo 167 antes analizado. (Todos los artículos citados en este párrafo, son objeto de la Reforma). El alcance político-social de estas modalidades de distribución de la riqueza nacional, son fines propios del socialismo del Siglo XXI, y que serían de imposible aplicación en el sistema capitalista neoliberal, que tendría en su caso, como beneficiarios de esos recursos, sólo a las empresas típicas de ese sistema pero con sus consabidos propósitos -y únicos- de atesoramiento, para terminar creando al final una riqueza matizada de inevitable y fatal exclusión.

La figura constitucional de 1999, denominada Consejo Federal de Gobierno, sufre una modificación estratégica, que, primero deja de considerarlo como una instancia permanente, y que busca luego adaptarlo, como corresponde, a las aspiraciones también del Poder Popular (aún denominado en la Constitución “representantes de la sociedad organizada”) en la búsqueda de la descentralización, donde estados y municipios dejarán de ser, por tanto, los destinatarios exclusivos de ella. Y a la vez, se crean las figuras de los vicepresidentes o vicepresidentas para los proyectos que permitirá concebir -y realizar- la nueva geometría del poder prevista en el fundamental artículo 16, analizado antes. (Artículo 185)

Quedará eliminada la prohibición que impide a los diputados o diputadas de la Asamblea Nacional, volver a ocupar su curul luego de haber aceptado formar parte del gabinete ejecutivo. Esta prohibición establecida en la constitución vigente, no sé en realidad a qué posible lógica razón obedeció, pero haberla establecido, quizás sin buenos criterios políticos, ha impedido que diputados elegidos por el pueblo, para ejercer su función legislativa por razones (al menos presumibles) de capacidad y honestidad, quedaran fuera de su curul luego de haberse vistos casi obligados a ser ministros por las circunstancias que casi les impuso una determinada coyuntura política, lo que no luce en nada coherente dentro de la realidad contenida en nuestra dinámica revolucionaria, que nos obliga, además, a ser multimodales; vale decir, a estar aquí pero de repente allá batallando. (Artículo 191)

En cuanto al ejercicio del Poder Ejecutivo, y luego de la aprobación de la Reforma, habrá de ejercerse éste además por el primer vicepresidente o viecepresidenta (figura nueva) y por otros vicepresidentes o vicepresidentas que, tendrán a su cargo la supervisión coordinada con el presidente, de todas las figuras geográficas funcionales concebidas en el vital artículo 16 analizado, actividad general donde no estarán nunca al margen los gobernadores y alcaldes, que deban aceptar, como tributables, parte de sus jurisdicciones a esas creaciones territoriales nuevas. (Artículo 225)



En cuanto al famoso artículo 230, que permitirá la reelección más de una vez, voy a ratificar mis razones expuestas hace algún tiempo sobre el particular:



Aquí lo más importante es que sea justo Hugo Chávez (en ejercicio del poder por ocho años contra la voluntad más que todo del imperio y de sus pajes de cámara) quien aspire a una reelección que apellidan indefinida, pero que es más bien continua, y que, con él se inauguraría la modalidad en nuestro país; pero a la vez definida, porque el pueblo que lo eligiera, de manera sucesiva en cada nueva elección, tendría siempre bajo su manga el as de la destitución; bien por un referéndum revocatorio a mitad de cualquier periodo, o al final del periodo de que se trate votando por otro que los sustituya, o, bien apelando al artículo 350 de la Constitución, previsto para el caso de usurpación y que continuará sin modificación. Así pues que, cuando el pueblo quiera quitarse de encima a un ser perverso y desnaturalizado como lo fueran casi todos los de la cuarta (que aspiro a que en eso nunca se convierta Chávez) mantendría los medios a su alcance vivitos y coleando para sacarlo sin violencia, o con la mínima posible.



Para un autócrata propiamente dicho (como de manera falaz pretende el oposicionismo nacional e internacional hacer creer a los incautos que es Chávez) no habría nada indefinido nunca, porque a la corta, o a la larga, se definiría su caída por las buenas o por las malas, como muchos ejemplos hay en tal sentido en nuestra historia, y, hoy más cierta esa contingencia, por el alto nivel de conciencia democrática que el pueblo ha venido adquiriendo. Él más bien (Chávez), ha resultado un evidente factor de equilibrio y paz social extraña hoy en el mundo, a través no de ser autoritario, sino autoritativo, que es otra cosa bien distinta, y además, esencial en lo ético-político.



Y para ponernos en perspectiva entonces, analicemos la situación actual y sus coyunturas.



1. Hugo Chávez lleva en el poder ocho años, pero con la circunstancia de haber sido elegido varias veces y ratificado por referéndum aprobatorio en elecciones libérrimas y obteniendo además, en cada justa electoral, una votación creciente, síntoma evidente de que el pueblo lo valora y aprecia cada vez más, y con toda razón.
2. En el ejercicio de ese poder legítimo, Chávez ha mantenido una conducta honesta y coherente y de máximo compromiso con los ideales que lo impulsaran a la política activa; entre ellos, el ejercicio pleno de la soberanía del país, recuperando el control absoluto sobre sus materias primas fundamentales para su desarrollo, y poner el producto reflotado de su explotación al servicio de los más necesitados y excluidos, además del desarrollo independiente del país.
3. En ese proceso, Chávez ha tenido que soportar un casi inevitable golpe de estado artero y un paro petrolero perverso y antinacional, apoyados de manera activa y determinante, ustedes bien saben muy por quiénes, que buscaron hacerlo desistir de su compromiso o sacarlo del juego; lo que no lograron sino de manera muy efímera, pero que golpearon sí al país de manera tal, que lo retrocedió de modo considerable sobre todo en materia económica y social que iba por cierto en franco escalamiento.
4. En el ejercicio de ese poder legítimo, Chávez vino atesorando una experiencia que le terminó haciendo sospechar que, dentro del capitalismo era muy difícil -por no decir imposible- alcanzar esos ideales que lo impulsaran a la política, y que, para él, y para quienes lo apoyamos, se han convertido en clarísimos objetivos nacionales.
5. Chávez comenzaría a hablar entonces del socialismo como proyecto alterno al capitalismo, para enrumbar al país por senderos de desarrollo amplio y general.
6. Durante la última campaña electoral hablaría del socialismo como posibilidad real si ganaba las elecciones, y fue entonces cuando su votación llegó al apogeo, lo que significa que, la gran mayoría ha estado cada vez más en sintonía con sus reflexiones políticas y económicas que resultan históricas.
7. Paralelo a esas constantes reflexiones suyas sobre el socialismo, el país se ha venido enrumbando en todos sus asuntos más importantes a través de verdaderos y novedosos sistemas: una economía creciendo y sanándose a un ritmo histórico; una educación pública empinándose a favor de la mayoría sobre los grandes obstáculos que le pusieran antes con manifiesta deliberación neoliberal; una asistencia en salud actualizada en cuanto a tecnología, pero pendiente un poco en cuanto a personal sensible para que termine siendo el gran servicio nacional de salud eficiente y gratuito aspirado siempre; una política exterior comprometida con una visión multipolar del mundo y con la integración latinoamericana y libre de todo tutelaje, que ha logrado poner a Venezuela, como nunca antes, en la cumbre como un país respetado y de mucha referencia, no obstante la verdadera guerra de Estados Unidos por evitarlo prevalido de su influencia y de su vasto poder mediático en el mundo.
8. Todo lo anterior unido a esa visión de país armónico y sustentable, y que tiene como objetivo, dentro de todo el territorio nacional, un despliegue equilibrado de los dadivosos recursos de los que dispone el país en todos sus órdenes y potencialidades, y de los que dispondrá, aún más en un futuro, que va construyéndose poco a poco con esa especie de visualidad chavista.
9. Chávez es el inspirador, y además, el garante con su recio liderazgo, de la continuación de una concepción republicana y harto democrática, y pletórica también de sistemas ingeniosos, por lo que Venezuela, con Chávez, en buena hora, está como imbuida de su inspiración.

¿No resultaría entonces imprudente, expuesto, hasta azaroso, que pueda ponerse a riesgo la energía histórica de Chávez y de un proceso revolucionario tan radiante y apacible que él mismo lidera, nada más que por pretender ser consecuente con un remilgo democrático formal de un grupo que para colmo resulta lo más antidemocrático que pueda concebirse?

Porque hasta en Europa –ya como cuestión de fondo- discurre sin aspavientos, y de manera pacífica en la doctrina jurídico-constitucional ese mismo mecanismo de reelección continua del jefe del gobierno.

Insisto en que, vacilar sería perdernos, como dijera Boívar…

Continuará…

crigarti@cantv.net




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Raúl Betancourt López


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