Libro de la politólogo austríaca Natascha Strobl

La nueva derecha. Un análisis del conservadurismo radicalizado

El Mundo se ha Descarrilado, dice Strobl. Para acercarme a la realidad venezolana desde este análisis internacional que soporto con elementos políticos novedosos de strobl y agrego al estante del conocimiento política que existe en el mundo y sirve para acercarnos a la realidad de Venezuela.

Vivimos en un estado de emergencia emocional, una emergencia que parece haberse convertido en la normalidad y pretenden instaurar esa normalidad. Esta sensación se ha visto reforzada tras la pandemia, pero las grietas estaban allí antes de ella. Vivimos en un tiempo en que las certezas se están desvaneciendo. El poder político se desplaza y reconfigura hacia redes y difusas burbujas digitales, surge en comunidades y alianzas en línea (ciberactivismo), una dinámica que puede generar movimientos sociales contra el cambio, la violencia de género o el racismo, pero también transformando a grandes comunidades en línea que van desde la derecha a la extrema derecha e incluso al Fascismo.

El ascenso de lo que se llama Nueva Derecha ha erosionado el espacio conservador y generado un enorme desafío. ¿Acaso las formaciones conservadoras deben tomar distancia del discurso de la extrema derecha no partidaria? o ¿Deben adoptar sus posiciones como propias? La respuesta a estas preguntas da como resultado un fenómeno nuevo, el Conservadurismo Radicalizado. Y la pregunta que debemos hacernos es ¿Cómo ha conseguido en tan poco tiempo transformar el ámbito político e inmediato en el que actuamos, pensamos y discutimos? Strobell comienza describiendo lo que llama el Conservadurismo Clásico. El conservadurismo es una de las tres grandes ideologías políticas surgidas con el advenimiento de los estados nación en los siglos XVIII y XIX.

Tiene su base social en la burguesía y su objetivo más importante es la conservación de las condiciones existentes, tanto en el sentido material como en el de las ideas. En primera instancia se dirige contra el liberalismo ilustrado surgido en la revolución francesa y luego contra el socialismo revolucionario que cuestiona las relaciones de producción y propiedad. El conservadurismo no es solo una ideología defensiva, sino que tiene su propio inventario ideológico, que incluye la idea de que no todas las personas son iguales y el respeto de la jerarquía de clase asegura el orden social.

Considera que Capital y Trabajo no son espacios que confrontan, sino que son complementarios y a esta idea de armonía de Clases se le suma, como en el liberalismo, la defensa de la propiedad privada, pero a diferencia del liberalismo y el socialismo, el conservadurismo conserva un factor irracional, la fe religiosa que ocupa un nivel igual o superior a la razón humana.

En fin, por conservadurismo entendemos una actitud anti igualitaria, anti revolucionaria, fundada en la armonía de Clases y sustentada en los valores de orden y propiedad. En el siglo XX aparecen dos nuevos fenómenos políticos, el Fascismo y el Nazismo. En ambas formaciones subyace una ideología anti democrática, anti socialista y anti liberal, que se manifiesta en la unidad entre el movimiento, el partido y el Estado (pretensión del supuesto "socialismo del siglo XXI" o "Revolución bolivariana"), con una mirada bélica y militarista de todos los ámbitos de la vida. Pero Fascismo y Nazismo se diferencian del conservadurismo por su carácter decididamente transformador de la sociedad. En algunos aspectos hasta revolucionarios, ya que no buscan simplemente preservar o restablecer un antiguo régimen, como los conservadores, sino que apuntan hacia un futuro concebido sobre la base de un pasado mistificado (el proceso de Independencia venezolano) y muchas veces ficticio. Este mito del pasado es una referencia central de la utopía fascista, que debe realizarse a través de una reconstrucción de la sociedad.

La relación entre Conservadurismo y Fascismo es por lo tanto precaria, no están en la misma sintonía. Si bien ambas formaciones se orientan hacia lugares comunes, por ejemplo su Anti socialismo, difieren en que el conservadurismo es una ideología de dominación para asegurar las relaciones sociales y políticas existentes. Mientras que el Fascismo es una ideología que apunta a una modificación de la élite del poder para superar el orden político existente. Pero en la práctica, rara vez los fenómenos políticos se presentan en forma pura.

Más allá de los núcleos ideológicos existen una serie de espacios listos, esto incluye a partidos liberales conservadores o movimientos sociales liberales, como es el caso de la Social Democracia, y similar mixtura se observa entre grupos políticos conservadores y de Extrema Derecha.

A finales de los años 60 se desarrolló en Francia un círculo dentro de la extrema derecha que aportó tres innovaciones fundamentales:

  1. Adquirió el nombre de Nueva Derecha, desprendiéndose de ese modo de toda etiqueta relacionada con el nazismo.

  2. La Nueva Derecha eligió un nuevo escenario para su lucha.

En lugar de hacerlo en el campo de la política institucional, en el que hay que fundar partidos, apuntalar lecciones y entrar a los parlamentos (Asambleas Nacionales), se situaron en el espacio pre político. Y para ello se basaron paradójicamente en los preceptos del teórico marxista Antonio Gramsci y su teoría de la Hegemonía, el cual indica, que para aplicar planes e ideas, primero hay que conseguir una amplia aceptación social (en Venezuela se aplica Tiranía para esa aceptación), dado lo cual el acceso al poder formal es el último paso, no el primero (No reconocimiento de elecciones: "Yo Soy el Poder"). Se trata de dar primero la lucha por la soberanía interpretativa, estableciendo una hegemonía cultural a partir del discurso público negando el ámbito educativo. Y fue a principio del siglo XXI que surgió una nueva generación dentro de la Nueva Derecha que entrelaza: Activismo Político, Cultura Pop o reggaeton y Batalla Cultural.

Abren nuevos espacios de difusión, especialmente en la esfera digital, apoyándose cada vez más en imágenes, memes y videos con la tecnología IA. De este modo, actualmente nos encontramos con una nueva derecha que se reproduce principalmente a través de los espacios digitales y utiliza este campo para su batalla cultural en la mente de las personas propiciado la negación de toda historia anterior. En 2015 y 2016 se alcanzó un punto de inflexión provocado por: el inicio de la hiperinflación en Venezuela y modificación de las leyes (leyes anticonstitucionales), las grandes manifestaciones en contra de los refugiados en Europa, el referéndum del BREXIT en Inglaterra y la campaña y victoria de Donald Trump en Estados Unidos, cuyo éxito no hubiera sido posible sin el ejército de guerreros culturales aportado por el movimiento MAGA, la derecha alternativa corporativa venezolana.

Se ha ido creando una importante escena mediática de extrema derecha que dispone de recursos económicos y de protagonistas. Segando a sus seguidores a través de YouTube, Facebook o Twitter (X), con enfoque diferentes, desde fantasías evangélicas, revisionismo y racismo hasta el antifeminismo y la misoginia. Establecidos en los temas de conversación, imágenes y memes virales.

"Con Donald Trump, el rompecabezas se completó. Uno de ellos llegó a la presidencia de los Estados Unidos".



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Oscar Flores


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