Socialismo puritano: el problema de la religión en la política (1)

Desde hace tiempo vengo advirtiendo sobre los peligros de la influencia de la religión en la política. De la mezcla de política con religión muy pocas veces han salido cosas buenas. La política y la religión pertenecen a dominios reales diferentes. Dirán algunos que el ser humano es un todo, que debemos considerar el “continuo humano”, eso está bien, pero no confundan la chicha con la limonada. Por ejemplo, en el caso del aborto la discusión se distorsiona, se dirige hacia asuntos irrelevantes, cuando una de las partes fundamenta su posición sobre dogmas religiosos. En ese mismo momento se anula la posibilidad de discusión, de diálogo, porque los dogmas religiosos no se negocian. Dejaré ese tema para otro día. Me interesa ahora comentar sobre el socialismo puritano que se ha destapado recientemente con motivo de la discusión acerca de la televisión que queremos.

Algunos comentaristas han argumentado que una de las razones para no renovarle la concesión a RCTV es la transmisión de películas, segmentos o imágenes que ellos consideran pornográficas. Esos comentaristas, hombres y mujeres, forman un nuevo grupo que ha salido a la arena política que denomino los socialistas puritanos. Primero, hoy en día todo el mundo es socialista, en especial aquellos y aquellas que quieren congraciarse con Chávez. Ser socialista es “chic” en algunos círculos sociales. Pero como en toda sociedad infectada por el individualismo, cada quien es socialista a su manera. Entonces, en nombre de la diversidad cultural, tenemos que aceptar diferentes tipos de socialismo, los cuales deben convivir y no podemos criticar. No me la calo. En especial a los socialistas puritanos. Esta nueva estirpe socialista se caracteriza por sostener ideas religiosas, sobre todo en lo moral, los cuales guían su visión del socialismo. Confunden su ideología clase media, pequeñoburguesa, con el discurso socialista, la enmascaran con términos socialistas, y la toman como norma. Esa manera de ver el mundo les lleva generalmente a la práctica de la hipocresía. Me pregunto: ¿qué tienen de malo, de inmoral las tetas de una mujer? Más bien deberíamos hacerle un monumento a las tetas, ellas son la sal de la vida. Las tetas son tan importantes en nuestras vidas que ni siquiera podemos pensar en desarrollarnos como seres humanos sin ellas, son el instrumento más sublime mediante el cual la madre alimenta a su bebé y le da cariño. Luego, cuando crecemos, son unos de los principales centros de la sexualidad. Dejémonos de pendejadas, no hay como descansar en el pecho de una mujer y para la mujer esa es también una sensación extrema. Por el contrario a los socialistas puritanos les escandalizan las tetas, no saben apreciar su belleza, les parece algo feo que una mujer las muestre y disfrute haciéndolo, y que un hombre sienta placer viéndolas. Les tocará a las mujeres decir que parte del hombre les gusta ver. El puritano y la puritana están en contra del sexo como parte de una vida placentera y sana, para ellos es una obligación para preservar la especia y una cosa “sucia”, por ejemplo, tengo entendido que algunos estados de los EE.UU. los puritanos han logrado que se prohíba el sexo oral mediante leyes. Sálvese quien pueda.

Hay puritanos de derecha y puritanos que se dicen de izquierda. Estos últimos son más peligrosos. Los socialistas puritanos se reconocen fácilmente, en la intimidad se tapan los ojos cuando su pareja se desnuda en su cuarto para ponerse una pijama manga larga y tienen relaciones sexuales con la luz apagada y calladitos, para no molestar a Dios; en público, se manifiestan contra el aborto, las minifaldas y otras vestimentas “vulgares”, a favor de una televisión “limpia” donde no se vea ni una tetica, son reacatados en el hablar y no dicen ni una “mala” palabra, son “educados” pues, suelen ir a misa todos los domingos, eso si, las mujeres con sus faldas hasta los tobillos y sus blusas manga larga y los hombres con saco y corbata, sin importar la temperatura dentro del templo. Estos puritanos tienen acceso a los medios de comunicación y son muy eficientes en le manejo de la propaganda. Tenemos que ser fuertes para resistirnos a sus embates ideológicos.

Unas teticas al aire en televisión no le hacen daño a nadie. Más bien ayudan a mantenernos relajados. No dejemos que los puritanos socialistas impongan su agenda. De los moralismos en la conducta sexual al fascismo hay una tenue línea.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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