El madurismo asumió el poder con una misión clara: estabilizar la marcha al Socialismo, seguir ganando la batalla al capitalismo. No la cumplió, se obnubiló con su visión corta y actúo con el único objetivo de mantenerse en el poder a costa de lo que sea, no correr riesgos. Fue así que se refugió a la sombra de los empresarios capitalistas, Cisneros, fedecámaras.
Al transitar el peligroso camino de aparentar ser chavistas, socialista, y ser en la realidad destructor del sueño, del legado de Chávez, en sus entrañas se gestó un monstruo, al unirse la traición con su incapacidad manifiesta, no podía haber otro resultado, el madurismo parió un desastre apocalíptico, como poca vez se ha visto en el mundo. Ahora, la situación es dramática.
La herencia dejada por Chávez se agotó, la dilapidó el madurismo. Entra así el país en una fase de crisis sistémica, no hay ámbito nacional que no se vea afectado por esta crisis. La ausencia de salario marca la debacle económica; la falta de maestros, profesores y alumnos marca el desmoronamiento en la educación; la salud corre igual suerte; el desastre social lo marca el éxodo millonario; el deterioro político lo define la liquidación de la legalidad electoral, la ilegitimidad de los poderes, la violación frecuente de la Constitución, los miles de presos políticos.
Esta situación, esta acumulación, necesariamente evoluciona hacia un desenlace de la crisis. Una acción que inevitable marcará el salto hacia una nueva situación, el reconocimiento por todos de la desaparición del madurismo tal como lo conocimos, y el aparecimiento de lo nuevo.
¿Cómo será esta acción, que rumbo marcará?
La acción marcará el rumbo, estamos en la bifurcación del camino de la Patria, se cumple el presagio de Rosa Luxemburgo, o Socialismo o barbarie. O volvemos al camino de Chávez, o nos sumergimos en la barbarie. La acción desencadenante, su calidad, su contenido, anunciará que entramos en una nueva era, la superación del madurismo, y señalará el signo del cambio. El sentido, la sensibilidad de la masa dejada a la espontaneidad fácilmente se puede confundir con la euforia del momento; es allí cuando juega un papel fundamental la dirigencia política revolucionaria, cumpliendo su papel. Es necesario ver la esencia de la acción, sus móviles, sus promotores, sus primeras proclamas.
Vivimos momentos de alto peligro y también de extraordinarias posibilidades. Puede ser que la masa se confunda y apoye una salida fascista que proponga venganza, circo, para después conducir al país a más capitalismo, más entrega, profundizar las penurias.
O puede ser, que la acción sea propiciada por la gente de Chávez, los auténticos, en este caso, la epifanía será reconocida por el corazón popular, tal como lo hizo el 4 de febrero, aquel “!por ahora!”, cargado de esperanzas, de sinceridad, de sacrificio por la Patria, impulsado por la conciencia del deber social, conquistó el imaginario, el corazón popular. Igual que aquel 19 de abril de 1810, conquistó el corazón del continente y del mundo. Después de esta acción habrá una nueva situación, el liderazgo se renovará, volverá la Patria al camino de Soberanía.
¡CHÁVEZ, ACCIÓN PATRIÓTICA!