Las elecciones del madurismo tienen una asombrosa consecuencia: es tal su estulticia que develan la esencia de las elecciones capitalistas, su calidad de opio moderno de los pueblos. Las usan los capitalistas como defensa de su sistema, válvula de escape a las tensiones sociales. Dan la ilusión de cambio para que todo siga igual.
El pranato madurista, con su desespero por permanecer, se metió a capitalista, y se le evidenció el truco de las elecciones capitalistas, servir de engaño al pueblo incauto. Recordemos la patraña de los 10 millones del referéndum del Esequibo, ese sería uno de los primeros descalabros de la credibilidad en el truco de las elecciones, después para darle tiro de gracia a la credibilidad, declaran ganador a maduro sin mostrar las actas que apoyen esa proclamación. El presidente del cne se esconde y las elecciones capitalistas quedan desnudas en medio de la calle…
Ahora, el pranato, acorralado por su pérdida de legitimidad, apela al “opio de los pueblos”, convoca unas elecciones, activa la droga. Este hecho define las posiciones políticas.
El gobierno, por supuesto, está a favor del soporífero. Saben que con ese truco no faltara el oportunista que quiera pescar en río revuelto, y en efecto, los alacranes vuelan a postularse.
Los de la oposición gringa, no irán a unas elecciones en las que de antemano hagan lo que hagan serán derrotados por amoroso, buscarán otros acuerdos de gobernabilidad con la ayuda de papá trump; están maniatados para medidas mayores porque son hermanos gemelos del madurato, los dos son capitalistas y súbditos de los imperios.
La masa escéptica, tal como en el referéndum, se abstendrá, será una abstención apática, un desencanto que es soporte para la abstención y para la huida por el Darién, no para resolver la crisis. A las urnas asistirán los obligados de mil maneras, y los pocos come cuentos que aún vegetan por allí.
Al final de todo este espectáculo el gobierno, que fue por lana saldrá trasquilado, la credibilidad se le irá al subsuelo, profundizará la represión y las amenazas como único medio de subsistencia. Y quedará evidente el desconcierto de una masa sin dirección política, sin esperanzas, sin vías creíbles, queribles, para concretar su voluntad y que esta voluntad sea respetada.
Las tareas que deja el intento de elecciones del madurato, son claras. Es necesaria, urgente, la creación de un faro, un foco, una referencia política ideológica para las masas; de este faro, de este organismo, debe salir una opción de poder que supere la barrera que el pranato impone a la manifestación popular al falsificar las elecciones. Está claro que la vía electoral capitalista, está cerrada, es necesario en estas circunstancias buscar la legitimidad original, en la movilización de las masas civiles y militares, movilización que en momentos de crisis, como estos, es la única inmune a las trampas, que no necesita actas, su presencia, su actuación en la calle es el mejor documento. Está opción de poder, tendrá unos objetivos precisos, que sean capaces de emocionar a la masa actuante, objetivos que se pueden resumir en: salir del pranato madurista, de manera frontal, directa, sin caer en mareos pendejos de elecciones, y demás pajaritos preñados, el madurato debe salir para permitir que el país retome el camino de Chávez, el Socialismo.
Estamos en un punto, como diría Rosa Luxemburgo, donde el dilema es Socialismo o barbarie.
Tenemos como escoger el camino correcto, detener a la barbarie: existe la experiencia, el ejemplo del gobierno de Chávez, tenemos la teoría, sabemos la meta, y existen los hombres capaces de dirigir ese renacer. Tiene la palabra la masa actuante y su dirección.
¡CHÁVEZ, RENACER SOCIALISTA!