Convencido de su inaplazable muerte, el Comandante Chávez llamó a un soldado de su absoluta confianza, y le dijo:
―Ud. soldado ha recorrido el mundo junto a mí, venimos desde antes del 4 de febrero, su corneta ha tocado la Diana Carabobo, en momentos definitivos, siempre con valentía, sin arredrarse ante peligros, ni sucumbir ante halagos. Hoy lo llamo para una tarea histórica.
―El soldado con la voz quebrada y los ojos húmedos, respondió― A sus órdenes Comandante en jefe.
― Se trata de este anillo con el pez, símbolo del cristianismo auténtico, que es también símbolo del Socialismo, del Humanismo. El Libertador, en su lecho de muerte, se lo encargó al doctor Révérend, y le dijo: "No hemos cumplido los objetivos planteados, a Ud. Le encargo la misión de consagrar con este anillo, al líder que prosiga la batalla por la construcción de la Patria, de la Humanidad, que soñamos desde nuestra amada Caracas.
Así se ha hecho, desde ese día el anillo, que viene desde lo profundo de la historia nuestra, ha pasado de mano en manos de los patriotas, de los humanistas más genuinos, hasta llegar hasta mí. Todo ha sido en secreto, no se conoce el que consagra con el anillo, y el consagrado se reconoce solo por su acción que destaca en su momento, por la altura de miras, su desprendimiento, su humanismo".
La conversación fue interrumpida por una inyección para aliviar el insoportable dolor que acompañó al Comandante en sus últimas horas.
Más calmado, prosiguió:
―Podemos deducir, que el anillo lo recibió el Libertador de Simón Rodríguez, y la cadena llegó hasta Gustavo Machado, Fabricio, Argimiro, quizá Alí Primera, seguro el Almirante Larrazábal. El anillo, tiene un poder, un hechizo, quién lo recibe se ve fortalecido en sus propósitos, lo embarga la pasión por la Patria, por la Humanidad, seguro de sus objetivos, que como las grandes metas, no importa si se logran, en el intento se forja el humano, se enriquece la humanidad. Existirá Patria siempre que el anillo esté en manos justas, que no se rompa la cadena, esa es su responsabilidad soldado, su misión.
― Pero, Comandante, cómo sabré a quien consagrar con el anillo, quién es el elegido.
―Confía en tu instinto, tú vienes del pueblo llano, y tienes su sabiduría. Debes escogerlo en las malas. Cuando el viento está a favor, hasta los morrocoyes vuelan, en las malas se prueba el carácter de los guerreros, de los profetas genuinos. Quién dejó lujos y comodidades por sus ideales altruistas, quién supo decir que no cuando todos callaron y asintieron, el que corrió riesgos por sus ideales, ese, que no se plegó a las mieles fáciles, merecerá tu atención. El anillo te ayudará a identificarlo;".
Conociendo está historia, y como amigo del soldado
― Le pregunté― ¿A quién le diste el anillo?
―No me respondió― solo me dijo: Amigo, "por sus frutos lo reconoceréis
¡CHÁVEZ, PATRIA, HUMANIDAD!