Lo que vi en mi urbanización cuando llegó el CLAP

El día de la elección presidencial, en mi ciudad y particularmente en la urbanización en donde vivo, la gente salió de manera rápida y furiosa a sacar a “ese burro” de la presidencia; eso decían en la cola donde estábamos, mi esposa y yo. Cuando las personas salían de votar se les veía una felicidad inmensa, y decían como en clave “lo hice bien” cuando alguien preguntaba si no se había equivocado al marcar el voto. Esa frase se oyó varias veces, mientras estuve en la cola. Era una especie de contraseña escuálida.

La cola era un hervidero de chismes; se hacían muchos comentarios negativos y para quien se haya paseado por las redes sociales, muchos de esos comentarios eran, supuestamente,  el reflejo de lo que habían oído o visto en esas redes.

Casualmente, uno de los programas sociales del cual se oían muchos comentarios negativos era el CLAP y criticaban  la calidad de los alimentos que trae la bolsa; que si la harina trae gorgojos y ni las gallinas se la comen; que las sardinas o cualquier  otro enlatado cuando los abren salen gusanos; que si el arroz, es un carato cuando se cocina; que  los espaguetis son durísimos. Asimismo, especial crítica se la llevan las arvejas y caraotas, de las cuales dicen que, no se ablandan ni echándoles bicarbonato, ni con tres cucharillas adentro, ni en ollas de presión.

En la noche cuando dan los resultados de la elección, simultáneamente se producen las guarimbas en todo el país, y sucede lo ya conocido en cuanto a agresiones, desastres, asesinatos, quemas, derrumbe de estatuas, etc. Mi urbanización fue visitada por los comanditos, establecieron alcabalas en la entrada de la misma y preguntaban a la persona que detenían, si era chavista. En verdad, no debía serlo, porque los verdaderos chavistas resguardaban  sus vidas ante los tiros al  aire que se oían con mucha frecuencia. Son pocos, muy pocos los chavistas que viven en mi urbanización. Ejemplo, por cada 100 personas en la urbanización 8, deben ser chavistas. Menos mal que elon musk no marcó mi casa con una X. En estos días de guarimbas, los escuálidos también tuvieron que meterse debajo de la cama o enrollarse en el chinchorro. 

En realidad, lo que quiero hacer notar, es que en referencia al CLAP, después que pasaron, como dice la canción, “los días amargos” quienes se han dedicado a criticar al CLAP, y tocaron cacerola con furia en contra del gobierno, en mi urbanización, “hoy los vi, por casualidad, yo estaba el bar”, estaban “de primeritos” esperando por la bolsa; y entonces, yo me pregunté. ¿Y cómo es esta vaina?, tanto que critican al CLAP y rechazan al gobierno, y resulta que siempre, son los primeros en la cola.

 


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Jesús Rafael Barreto


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