Los Partidos Políticos (III)

Roque Dalton, el bien recordado revolucionario salvadoreño, afirmó en una oportunidad, que el no creía que existiera opinión pública, que lo que había era opinión de clase. Ciertamente donde hay diferencias económicas, hay diferencias sociales. Estas diferencias simplemente encarnan el proceso mismo de explotación. El trabajo, ejercicio que facilita la acumulación de fortuna en un extremo y en el otro oprobiosa pobreza, tan mentido en el capitalismo, y presunta palanca de la estabilidad social, cosificado, oculta su fisiología interna, que no es otra que la contradicción entre capital y trabajo. Toda opinión expresa necesariamente intereses, y estos son manifestaciones de las clases sociales, que más que convivir, “cohavitan” en un marco territorial. Los opuestos son dialécticos.

El poder tiene que ocultar la verdad. Manejan la idea del progreso, tomando como referencia el pasado, lo que nos hace creer que el presente es mejor y el futuro superará el presente. Evolución más no revolución, transformaciones más no verdaderos cambios. Del mismo modo, el llamado es para que los éxitos tengan el sello de lo personal, y no del colectivo. La corresponsabilidad debe ser para la evolución pero no para la revolución dicen los amos del poder. El progreso impulsado por el conocimiento científico y sus manifestaciones tecnológicas, no requiere de la participación colectiva; la ciencia lo hará por usted, como si hoy día las ciencias no tuvieran dueño. Cuidado con la re-evolución ( positivismo y socialdemocracia oculta. Es la falacia del progreso a futuro).

Toda revolución que se precie de serlo, no puede prescindir de la calle. En este hacer, los partidos y los dirigentes dejan ver su rostro. Esto es, los hay quienes piden un flujo de masas en actividad permanente y accionar de calle para elevar los niveles de consciencia colectiva, y los que juegan a la desmovilización social. Hoy día tenemos clarísimas evidencias de este proceder político en Venezuela. Líderes y partidos sostienen que este colectivo popular debe depositar sus esperanzas en manos de ellos. Que no se requiere la movilización humana, ellos los líderes sin pueblo, pueden solucionar los ingentes problemas nacionales. No pasa mucho tiempo en que el pueblo descubra una nueva mentira y crezca una nueva desesperanza. El líder y el partido apartados de su pueblo, no tardan mucho en topar con el rechazo del soberano.

Los Partidos Políticos son instituciones creadas en el marco del sistema capitalista, y como tales en la mayor parte de las veces responden a la compatibilidad institucional del sistema. Nacen y se alimentan de los problemas creados por el modelo. Algunos, los menos, realizan gigantescos esfuerzos por superar dialécticamente al sistema, otros, los más, extraordinarios conocedores del arte de engañar, hacen todo cuanto pueden para que la realidad no cambie. Su resistencia al cambio les ha ganado el epíteto de reaccionarios, pues reaccionan enfrentándose a estos cambios. En el peor de los casos para ellos, que los cambios sean gatopardianos.

Decíamos que los Partidos Políticos, están constituidos por grupos humanos que persiguen propósitos comunes. Visto de esta manera la pluralidad sociales es apriorística a los Partidos Políticos. Ellos vendrían a ser una necesidad transitoria dentro de un período histórico, y los seres humanos tendríamos todos, muchas cosas en común. Este tipo de Partido es tipificado como policlasista, lo que pudiera ocultar el origen de los problemas estructurales, consideran más apropiado la evolución que la revolución. Contrariamente, hay Partidos Políticos que al darse una definición de mono clasista y con esto se refieren a la clase trabajadora,(no olvidemos que el proletariado sigue siendo la minoría en todos los países) creen más en la revolución que en la evolución. En cualquiera de los dos casos, ellos deben ser cajas de resonancia de la realidad general del país. Pero no es de extrañar, y por que no decirlo es muy frecuente, que los Partidos Políticos y sus dirigentes vallan por un lado y el pueblo por otro.

El empirismo de la mayor parte de los políticos ya no nos sorprende. Esa ha sido su práctica por décadas. Frente a los problemas coyunturales o estructurales, reaccionan con habilidades mentales que nos apabullan. Dan respuestas sin tener fundamentos consistentes, a casi todos los problemas que permanentemente la sociedad enarbola. El tesoro público se encarga de pagar sus equívocos. Su empirismo se cruza con su espíritu de trepador, sus ambiciones de “logros”, su liderazgo impositivo a porrazo limpio, sus habilidades para el engaño, su colosal ignorancia en muchos idiomas , su perfidia ante la patria y su disposición a las peores canalladas al interés popular. También los hay, quienes abiertamente manifiestan lo que son; defensores de los intereses anti populares. Estos son los menos peligrosos, pues dicen lo que son. Otros sirven al poder económico, pero aparentan responder al poder popular. Son los peores, por que saben mimetizarse, logran trepar y a poco nos pegan la puñalada. Gobernar es obedecer al pueblo dice el Presidente de Bolivia Evo Morales. ( continuará)


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Jesús M. Vivas

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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