La insurrección del 13 de abril de 2002...

Un plan elaborado con toda la malicia de siglos gobernando y subyugando pueblos, toda la experiencia que la praxis otorga, todo el trabajo psicológico previo al día D. A los verdaderos responsables del golpe de estado nada se les escapó aquel 11 de Abril. Tan planificado fue el asunto que inclusive se colocó las cámaras de TV en la posición más adecuada para desencadenar el magnicidio y masacre con que pretendieron asaltar a Miraflores y seguramente asesinar al presidente. La masacre con los franco tiradores, tanto los que usaron balas de verdad cómo cañones mediáticos, ¡listos y en posición!. Solo les faltó detalles que solo surgen cuando los pueblos están resteados, y, a pesar de todo el trabajo mediático previo, el manejo político de la situación, la conspiración y suma de adeptos traidores y la orden evidente del imperio; algo falló. Aquel pueblo opositor que salió, manipulado en su inmensa mayoría, por no exagerar diciendo que en su totalidad. Previamente lograron sembrar muchos odios, desinformación, manipulación y exacerbación de las apetencias de algunos individuos que se dejaban arrastrar hacia el odio a Chávez. El despliegue de guerra psicológica previa al 11 de Abril debe ser objeto de profundo estudio, para que sirva a las generaciones futuras, aquí y en muchos otros sitios, como referente del despliegue de maldad que se hace patente a través de nichos del dominio imperialista, verbigracia, los "medios de comunicación".

Pero, sacaron, los expertos en la maldad, muy mal la cuenta, a la hora de estimar a un actor llamado pueblo insurrecto. Poco aprendieron del 27 de Febrero de 1989 cuando ese mismo pueblo apedreó con rabia la vitrina neoliberal que nos quisieron imponer. Se comieron el cuento aquel difundido por los principales medios y en boca de los principales políticos del país de que el caracazo solo fue la expresión delincuencial de arrecheras reprimidas y ya... No son capaces de entender las reacciones más profundas de un pueblo oprimido por siglos y que en distintos momentos históricos, y con cada coyuntura muy particular, de las entrañas del pueblo pobre surge un grito de rebeldía. El 4F es hijo: primero de la voluntad inquebrantable de Chávez y sus muchachos, luego del caracazo que lo desencadenó y le dió contexto histórico y poder volcánico en erupción permanente. La derecha estaba muy segura que lograría el triunfo, ¡Todo estaba a su favor! Se venía, con éxito, horadando la unidad popular con un plan de filigrana, que pretendieron coronar con el asalto a Miraflores... Así cómo el caracazo desencadenó el 4F, creó las condiciones necesarias para el minuto táctico, la hora estratégica que diseñó magistralmente Chávez y sus muchachos, aunque la traición se hizo presente también, tanto en el sector militar como en el civil, salvo excepciones heroicas de quienes se incorporaron, la base de la izquierda que apoyaba la insurrección nunca se enteró de la activación del 4F en el sector militar. Pero ¿Qué hubiese pasado, si, la extraordinaria organización clandestina que diseñó Chávez y su gente no cuenta con "la chispa que incendie la pradera''? Es posible que nunca hubiera ocurrido el salto de Chávez al liderazgo nacional que a la postre estremeciera la estructura del sistema burgués democrático, aún siendo representado por el odiado Pérez, que se descalabró luego del caracazo. Pues el 13 de abril, día de la dignidad de la patria, a lo mejor no ocurre. Pero el pueblo venezolano, el 12 y 13 de abril de 2002 se vió mancomunado de tal forma, que sin generales, sin grandes estrategas se movió con su instinto hacia los puntos neurálgicos del poder con un despliegue de heroísmo pocas veces visto.

Si algunos cuadros militares tenían dudas, si algunos, tanto militares cómo civiles tenían temores, el huracán popular los espantó para siempre aquel 13 de abril. Allí el pueblo se hizo comandante de su destino y restituyó a Chávez en el poder. La derecha jamás pensó que eso podía ocurrir. Pero también hay que tomar en cuenta el comportamiento del sector popular opositor, que estaba allí, que marchó engañado hacia el abismo. Al darse cuenta de la maniobra burguesa reaccionó recogiéndose en casa y la matanza entre hermanos, añoranza imperialista, jamás se presentó.

Por una parte el pueblo chavista que decidió salir a poner el pecho ante lo que fuera y defender el ensayo democrático iniciado con la constituyente, otro factor resultante importante de actos y acontecimientos anteriores, por una parte, y el pueblo opositor que dejó solo el plan de la derecha fascista que asaltó el poder. El contragolpe fue letal para las fuerzas de la derecha y el imperio que con todo y sus buques de guerra no se atrevieron a intervenir militarmente. Cosa que si pretendían hacer con la llamada "ayuda humanitaria" y la batalla de los puentes, donde también el pueblo y la FANB les salió al frente..., esta vez más organizados y claros.

Así que la insurrección del 13 de abril despejó una incógnita bien guardada por los factores dominantes: ¡Que el pueblo y el ejército popular en acción y unión es indestructible! No faltará que el imperio y sus vasallos criollos intenten inventar, engañar, traicionar y ganar para sus huestes a quienes ahora pretenden manejar un discurso engañador al poner en tela de juicio las actuaciones del presidente Maduro, que se ganó las charreteras de comandante ya, comandante del pueblo. Por allí se asoman, usan a distintos personajes, buscan causar heridas afectivas con alguna gente, se aprovechan de circunstancias, de fallas, de errores que son propios del mismo proceso que vivimos. Hay que salirle al paso a esas posiciones, desenmascararlas, para evitar la confusión y la división del pueblo, táctica harto usada por el imperialismo para someternos y exterminarnos como opción histórica de cambio profundo y verdadero.

El uso de tránsfugas está a la orden del día, los buscan en todos lados, ofrecen dólares a montón, los disfrazan con falsa modestia y los van vendiendo. El objetivo es crear confusión, dividir: que si el "verdadero chavismo", que si el "falso chavismo"... No señores; aquí hay un solo chavismo, el chavismo que, a veces, aunque haya que tragar arena, se lanza al sacrificio para preservar la unidad. Lo demás son pamplinas, manipulaciones. Duele la posición de alguna gente que otrora fueron ejemplo para los que soñamos desde chicos en la patria socialista. Que en algunos momentos los vimos con orgullo, ¡incluso admiración! Pero los chavistas de corazón jamás atacamos a la persona, atacamos la idea malsana, y mucho más en estos días de semana santa.



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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