La ultraderecha busca el efecto Madrid en Venezuela y el filósofo Rosales en el Zulia

Las arremetidas de la extrema derecha se han dejado sentir nuevamente en Mariches, donde están ubicadas las instalaciones del CNE, el mismo grupo que intentó afectar los comicios del 2020 y luego la instalación de la Asamblea Nacional el 5 de enero de 2021. En este caso, como en los anteriores el Gobierno Nacional estaba sobre aviso y logró frustrar estas intentonas terroristas; deteniendo y ubicando a sus principales operadores que actúan a distancia, entre ellos el príncipe de Salamanca Leopoldo López desde España y el comisario llorón desde EEUU Iván Simonovis, haciéndose acompañar de dos delincuentes de largo prontuario en estos menesteres, uno apodado la "antorcha" y otro el que tiene el remoquete del "sepulturero". Con esta acción buscaban la manera de boicotear las megaelecciones del 21N; esto no implica que estos atentados fascistas no se dieron, simplemente fueron truncados, por el Gobierno Nacional. En Macagua también se sintieron intentonas de saboteo que no remontaron la opinión pública. Esto no implica que la oposición golpista continuarán insistiendo una y otra vez. Con estos eventos querían repetir en Venezuela el "efecto Madrid", donde las encuestas daban ganador al ultraconservador José María Aznar, el cual se encargó de ocultar o distorsionar información, de quienes habían sido los verdaderos responsables del atentado, que al saberse la verdad su popularidad bajo diametralmente, cambiando los resultados electorales en su contra y obteniendo la victoria José Luis Zapatero. La ultra derecha golpista pretendió repetir ese "efecto", en Venezuela, provocando un revés en los resultados de las megas elecciones del 21N.

En el Zulia vuelve a tomar notoriedad un complejo plan de secesión con el nuevo arribo como candidato de ese estado del "filosofo" Manuel Rosales, que regresa nuevamente como candidato, luego de un largo periplo como gobernador y alcalde salpicado de corruptelas, apropiaciones indebidas y manejos dolosos de una despampanante vida de lujos. Luego sale electo alcalde cinco meses después que le costó la salida intempestiva del cargo por supuestos enriquecimientos ilícitos. En el 2015 es detenido y luego liberado en el 2016. En el 2017 insiste como candidato, pero es derrotado por Omar Prieto. Ahora sale de las entrañas de lo más podredumbre de la oposición golpista, prometiendo villas y castillos a un pueblo que se está dejando embaucar creyendo en sus promesas. El pueblo no recuerda que viene de formar parte del combo de Guaido y sus 40 ladrones, que desbancaron a Monómeros junto al G4 (AD, Voluntad Popular, Primero Justicia y Nuevo Tiempo). Ahora ante la intempestiva caída del ex presidente interino, abandonando el barco, salen corriendo como ratas buscando nuevo refugio, donde volverse a enganchar y continuar haciendo de las suyas. El pueblo tiene presente y en esto no se chupa el dedo que parte de la crisis que tenemos están las sanciones, solicitadas por ellos mismos para el pueblo venezolano.

No vamos a echar en el saco del olvido que uno de los impulsores del secesionismo zuliano es el filósofo Rosales, idea que siempre ha acariciado y que la ha compartido con sus cercanos y con la oligarquía colombiana, entre ellos Uribe Vélez, el narco presidente Iván Duque y EEUU; algunos de ellos se pronuncian por la media luna que sería conformado por los estado Táchira, Mérida y el Zulia o crear una república ajena a Colombia, ponerle mano al petróleo y su salida al mar Caribe a través del Lago de Maracaibo y su conexión por supuesto con EEUU. El estado Zulia objeto geopolítico; de ahí las pretensiones guerreristas que siempre ha manifestado el uribismo contra nuestro país y sus pretensiones balcanizadoras con el Zulia.

El estado Zulia, por su ubicación estratégica, por sus recursos y por su cercanía con Colombia ha tenido que convivir con todo tipo de bandidaje, acentuando más la crisis. Todas estas intromisiones del gobierno colombiano, junto con los paramilitares y la ayuda de EEUU; pretende salir como un salvador, borrar las reivindicaciones logradas por el gobierno, ante un país agobiado por las sanciones, para ocasionar una amnesia en el pueblo y obtener el triunfo electoral. El pueblo no debería dejarse engañar ante estos cantos de sirena, y a la hora de votar, hacerlo con conciencia. Es del conocimiento público los delitos que se le acusan contra el erario público.



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Luís Roa

Licenciado en Administración de Empresas (ULA). Luchador social. Jubilado de CVG Alcasa

 Luisroa519@gmail.com

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