Hay que repetir la revolución

En las elecciones de diciembre de 1998 los pobres de Venezuela, cansados de casi medio siglo de gobiernos desastrosos, reaccionaron y con los votos eligieron a Chávez como presidente, tomarón así la decisión de construir su autoestima, comenzaron de esa manera un proceso de valoración de si mismos. Socialmente se podían sentir a gusto consigo mismos, la esperanza en el futuro, la solidaridad y una gran motivación por hacer cosas buenas empezaban a florecer en el pueblo venezolano. Y todas esas nuevas emociones, sentimientos, afectos e ideas maravillosas el pueblo las sintetizó en su imaginario en una persona-símbolo: Chávez, el úeblo había construido su propio refente histórico.

Pero de repente, a causa de una tremenda falla en la vigilancia de los sectores populares se vieron despojados de su objeto de referencia, comenzaron a sentir -no sólo los afectos al chavismo- que eran desprovistos de los derechos y beneficios que habían alcanzado en la lucha. Fue entonces, cuando el pueblo se dió cuenta que Chávez era el incansable trabajador que buscaba e inventaba soluciones para beneficiar a todos, mientras muchos, que estuvieron merodeando en torno a su genio y figura, se afanaban pero en hacerse los nuevos ricos para ser iguales o más poderosos que las antiguas oligarquías delictivas. Muchos de los cuales hoy reniegan y hablan paja del mismo Chávez y de la revolución que el pueblo se dio; la Revolución Bolivariana , a la cual se arrejuntaron para enriquecerse con su sombra tal cual parasitos.

Con esa derrota popular a cuestas, que la causó fundamentalmente la falta de un partido revolucionario autónomo de las clases trabajadoras, es que llegamos a este horrendo espectáculo electoral. Nos atrevemos a decir, que todo esto, también hace parte de una campaña antiteórica destinada a destruir la capacidad cognitiva del pueblo venezolano e impedir que pueda recuperar su sentido histórico.

Por un lado, vemos unos candidatos del gobierno que se presentan con un discurso que se percibe más como un mesaje de: "debemos ser realistas, y no nos queda sino el "retorno del sentido común", o sea, el abandono de la utopía socialista por un canto de apariamiento con al "gran capital", con el mismo que, durante los 40 años de gobiernos adecocopeyanos, destruyó el país pero ahora vienen y se presentan como los salvadores de la Patria. Y del otro lado, unas oposiciones que parecen salidas del "teatro del absurdo" de Eugene Ionesco o, que al parecer remedan al idiotizante y violento "show business" estadounidense "los tres chiflados", una oposición que se oponen entre ellas mismas, que no dejan que otra se oponga porque nadie puede ser más oposición que ellas. Imaginémonos, un ratico, nada más un ratico, porque al imperialismo ni un tantico así, si volvieramos a caer en manos de esta gente. ¡Son igual que la enfermedad que dicen querer curar!

La lucha que se libra entre todas las actuales fracciones políticas de la democracia burguesa venezolana por el control del poder del Estado, los ha alejado de los intereses sociales, la soledad del pueblo venezolano no puede sino ser mayor. Lo que hace de esta situación una oportunidad única para REPETIR LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA para sustituir todo por nuevas formas comunales de administración social. Pero repetirla implica una recomposición de objetivos y métodos para no reproducir los mismos errores del primer intento.

Las circunstancias histórica por la que atraviesa Venezuela son únicas. La revolución bolivariana fue atascada en una "revolución sin revolución" para que las viejas relaciones de dominación capitalista siguieran funcionando. Volver entonces a repetir la revolución bolivariana, es la tarea central de todas y todos los socialista revolucionarios, pero los de Chávez, aquel que pueblo empobrecido esculpió en su imaginario. Es, enfocados en ese objetivo que deben concentrarse todas las energías de las y los revolucionario, y no en otra cosa. Asumir esa responsabilidad seguramente nos procure soledad, pero no importa, eso es mil veces mejor que andar mal acompañado. Al fin y al cabo, lo que debe quitarnos el sueño y mortificar nuestra tranquilidad es el cómo construir el Frente Popular Nacional Chavista para estar en condiciones reales de REPETIR LA REVOLUCIÖN BOLIVARIANA. Conseguir este nivel de organización hoy en una situación de tantos desastres de la ecología social y política: pasa necesariamente por ser implacables, porque lo que está en juego es la vida.

Esa tarea habremos de emprenderla desde los eventos de la micropolítica, en los socavones de la vida cotidiana donde sobreviven los más pobres, desde la democracia de base. Lugarizando en esos espacios todos los esfuerzos de reentusiasmar a ese coloso desilucionado que es el chavismo, para articular un solo instrumento del pueblo trabajador, forjando una férrea disciplina consciente y reflexiva, en la que sus mujeres y hombres se guien por la ciencia de la liberación y la potencia de la imaginación, es la única manera que podremos Repetir la Revolución Bolivariana y modificar el curso de la historia. Y ya al frente de la dirección del timón del nuevo estado del pueblo trabajador negociar la paz política y las ayudas financieras internacionales necesarias para construcción de la Nueva Economía del Trabajo Productivo, pero esta vez a cargo de una dirección política colectiva donde participen miles de mujeres y hombres del pueblo capacitados moral y tecnicamente para tal misión.

Si hay que comenzEn este momento no puedo recordar con precisión, pero creo haber leído en alguna parte, que las clases dominantes desarrollan una astuta desfachatez para una vez muerto el revolucionario que las confrontó en vida hasta la muerte, proceden a despojarlo de su "caja de herramientas teoricas" , y en no pocas oportunidades, hasta de su cadáver, transformándalo en un fetiche políticamente embalsamado, funcional a sus intereses. No sé, si en la historia universal esto se repite con regularidad, por que de la ciencia que estudia a la humanidad en el tiempo nada sé, lo que sí sé, es que en Venezuela ha ocurrido y en estos momentos está en pleno desarrollo.

ar de cero, habrá de hacerse hasta lograrlo. Las circunstancias históricas que vive Venezuela está reclamando transformaciones profundas, y no pañitos calientes de quitate tú para ahora gozar yo.

Hoy contamos con experiencia de lucha y bastantes argumentos para sostener firmemente la consigna:

¡HAY QUE REPETIR LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!



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Arnaldo Aguilar Dorta


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