Fosforito ante Cherra y su imaginaria entrevista

Cherra, salta como si lo hubiese picado un puripuri de esos que aparecen en los momentos lluviosos en la montaña de El Tamoco de Margarita. Ve por la ventana y se da cuenta, que el día había despertado. Inmediatamente se va a unas de las gavetas para tomar la piensa interior que debía ponerse y automáticamente expresa: ver..., si es verdad que esta crisis me ha llevado a una andanza por las calles a espuela limpia. No puedo con ese lujo y siendo honesto, muchos como yo deben andar rueda libre, porque una pieza de ropa interior, cuesta unas cuantas rebanadas de mortadela.

Cherra se gana medio cartón de huevo mensual, sirviendo de reportero al portal web La Cuchara de Chucha. El reportero de La Cuchara, quería trabajar temprano, la posibilidad de una brevísima entrevista a la comandante fosforito, que ha estado, como los cazadores recompensas que siempre aparecían en las novelas de vaqueros de Marcial La Fuentes Estefanía y uno leí en la versión de libritos de bolsillo.

Fosforito (se decía Cherra) era la única persona de la "revolución" que había apostado muy fuerte por meter preso a Guaidó. Aunque no ha comentado nada sobre los trabajadores detenidos por sus luchas, es curioso (se decía Cherra) que aún Fosforito no se haya encontrado con Guaidó para ponerle la esposas.

Cherra, después de haber oído a Maduro anunciando el interés de Guaidó para dialogar, se le metió en la cabeza, que Sería interesante saber, en atención a esta cosa que llamamos dignidad, cómo un ser como Guaidó puede formar parte de un dialogo para arreglar este país. ¿Cuánto de digno tendría una dialogo con Guaidó para acomodar este país? ¿Guaidó es el venezolano que debe estar un dialogo para salvarnos?

Cherra se taladraba la cabeza, preguntándose sobre la dignidad de esta justicia, que tiene a trabajadores encanados y a Gauidó no le pica ni coquito.

Como pudo, Cherra se puso un todo terreno que lucía un pelo sucio y una franela que una vez fue blanca. Al llegar a la parada de bus, preguntó por la hora a una de las muchas personas que amontonadas esperaban por el bus y se vio en la necesidad de un llamado de atención: Por favor, guarden la distancia.

Se percató que le quedaban más o menos media hora para apostarse en el sitio por donde aparecería la comandante fosforito. Mentalmente, Cherra empujaba el bus para que estuviera pronto en la parada. Vio el bus venir y se preparó para no quedarse esperando por el otro. Desde lejos, supo que el bus venia hasta los tequeteques.

Al llegar al sitio, vio que había pocos carros estacionados y le entró una calma al alma. Respiro profundo para relajarse un poco y se apostó en un sitio estratégico, que la comandante fosforito utilizaba para llegarse a la sala de sesiones de la Asamblea Nacional rescatada y puesta al servicio de los trabajadores del país y de la soberanía Nacional. Pendiente de la llegada de fosforito, caminaba de un extremo a otro el largo pasillo. Cuando estaba en extremo más extremo del pasillo, vio en contraste con la penumbra del pasillo, una larga cabellera rizada y rubia que el viento suavemente batía.

Agudizó la mirada y supo que no se había equivocado, sabía que era fosforito y corrió hacia ella. Repentinamente sintió dolores de barriga. Ahora no tripas; no me traicionen en este momento porque busco la gloria y la posibilidad de subir mi salario a un cartón de huevos.

Se hizo de la idea, que las puntadas en la barriga se parecían a las que siempre sentía, unos minutos antes de presentar sus exámenes en el Liceo Rísquez. Pensar en eso lo calmo. Son los nervios.

Apuro el paso para verse cara a cara con fosforito y hacerle las preguntas que lo tuvo despierto hasta muy tarde en la noche. Creía, que una respuesta con la nota que haría, se volvería viral en las redes sociales.
¿Comandante, tienes los ganchos para Guaidó en su cartera? ¿Cree usted, que es el camino electoral que debe ofrecérsele a Guaidó como lo dijo nuestro presidente? Cherra, sintió que su cuerpo comenzó a subirle la temperatura con la mirada tiernamente cariñosa que la comandante le devolvía. Tomó aire y se animó para repetirle las preguntas, pero justo cuando lo pensaba, se percató que Fosforito seguía inmóvil, como queriéndole pegar a Cherra el proyecto de Ley (muy socialista) de Zonas Económicas Especiales.

¿Aplicará la justicia con sus propias manos? ¿Por qué no espera que se le apertura otras investigaciones? ¿Considera usted, que es justo que a Guaidó le ofrezca el camino electoral, antes que el camino al Rodeo II?

Fosforito, que estaba como a tres pasos de Cherra, caminó muy decidida hacia él y cuando Cherra intentó esquivarla, saliéndose por la tangente, fosforito lo agarró y le clavó un gran beso en un cachete. Su pelo rubio, cobijó la cara de Cherra y lo dejo con un arroma a frailejón fresco. A Cherra, los tiempos se le fueron. https://elestimulo.com/iris-valera-esposas-juan-guaido-globovision-chavismo-oposicion/ y www.aporrea.org/actualidad/n364809.html



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Amaranta Rojas


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