El derrumbe

A principios de este año, un equipo de activistas del trabajo social, no adscritos a ninguna corriente partidista pero sí muy comprometidos con los pobres de la tierra y la inexorable revolución comunista mundial, emprendimos un estudio sobre el ambiente político en la ciudad de Valencia y no tardamos en descubrir, que las oscuras estructuras de dominio político del draculismo en la alcaldía de esta importante y bellísima ciudad muestra indicios de estar colapsando y que las perspectivas -que este equipo de estudio trazó- es de que en los meses venideros culminará en un absoluto derrumbe y desaparición, que arrastrará consigo a toda la vieja institucionalidad del ya caduco estado burgués; porque en la base del problema está; que el draculismo es la última expresión de este fracasado modelo de producción de atraso,miseria y subdesarrollo.

Pero, el diagnóstico torna a agravarse, in extremis, cuando sus conclusiones son extensibles al conjunto de las 14 Alcaldías. Casi siempre, señalan los cientistas sociales, este cuadro de decadencia se presenta como el resultado lógico dialéctico, de habérsela regalado la mangüangüa de una Alcaldía, a unos incapaces e irresponsables, para que "gozaran una y parte de otra" con los destinos de toda una población. Pero "la culpa mayor la tiene quien le dio la mangüangüa al mono".

Pero más allá de estos hechos que hacen de la ciudad de Valencia una ciudad bíblica al emular a Sodoma y Gomorra, el equipo de científicos alternativos concluye, que estas situaciones son fundamentalmente, la aparición de contradicciones antagónicas no resueltas que van a impedir que se desarrolle con normalidad el proceso mismo de autoorganización y autoreproducción del sistema político en cuestión, produciéndose, repentinamente, transformaciones por su ya insostenible y acusado estado de extinción, y como consecuencia, afirman los estudiosos, va ir emergiendo indetenible e irreversiblemente un modelo nuevo de existencia, algo parecido a una entrada hacia otro mundo posible.

Esto explica, la sensación de derrumbe, que sintió el draculismo anidado en la Alcaldía de Valencia, el recientemente pasado 6 de Diciembre. En aquel tragicómico momento,notábase en sus rostros y en el tono de sus voces gagueantes, que los hacía lucir aquel día; derrotados. Pero que ahora, es la misma sensación, que está percibiendo la opinión pública con respecto a esta clase política proburguesa encabezada por draculín y sus marionetas de las distintas alcaldías en el Estado Carabobo. En este sentido, cada uno de los elementos del que se compone este artículo, están fundamentados en el crudo acontecer de la realidad analizada y con base en ellos es que hacemos la proyección del inexorable posible curso que tomarán los acontecimientos que, sin lugar a dudas, culminarán en este colectivamente deseado y esperado derrumbe.

Ante este horizonte de anheladas posibilidades y oportunidad histórica, el chavismo popular de izquierda, no debe ahorrar esfuerzo alguno por contribuir a acelerar ese momento de derrumbe, además de la responsabilidad ética, de estar preparado integralmente para cuando eso ocurra, asumir, decente y eficazmente,la conducción del Estado Carabobo y de todas sus Alcaldías porque no podemos aceptar que nos arrebaten las conquistas sociales y políticas que cuando Chávez alcanzamos. Está clase política depredadora fue la que defenestró, la que sacó a Chávez de Carabobo y es la responsable de que este desastre sea peor. Ahora le corresponde al chavismo popular de izquierda trabajar duro conjuntamente con toda las organizaciones sociales, para poner las cosas en el lugar que corresponde.

Este tema, está adquiriendo tanta importancia en el seno de la población, que es de lo único que se comienza, por ahora, a balbucear, y seguramente se escuchará cada vez con mayor frecuencia y fuerza. Pero sobre todo en los círculos donde tiene influencia el chavismo popular -que sigue siendo una mayoría- Lo que deja en evidencia, que este enorme movimiento político está en su momento estratégico, o sea, en ese extraño y sublime momento en que puede articularse "lo necesario con lo posible".

Esto, viene echando raíces y asume los contornos de ser el acontecimiento político de mayor trascendencia en los próximos meses en Carabobo, más precisamente; en las próximas elecciones para gobernación y alcaldía. Si el chavismo popular de izquierda logra recargar completamente las pilas y se deja de estar hablando de temas metafísicos subestimando los aportes de la ciencia de la liberación, entonces me atrevería a decir, que la historiografía mundial , tendrá en poco tiempo, que registrar en sus anales, el surgimiento de una nueva Comuna; "La Comuna de Valencia". Y siguiendo en esta misma línea de análisis,se puede asegurar, que arreglen lo que arreglen, ni que repartan lo que repartan, pongan luminitos, repartan juguetes y echen los pegostes habituales de asfalto cuando se acercan las elecciones, al estilo de las viejas mañas y practicas electoreras adeco-copeyanas, no podrán revertir el desarrollo y consolidación de esta tendencia; el derrumbe. Es la inexorable flecha del tiempo.

Pero, si continuamos intentando profundizar, es decir, buceando en busca del origen de las razones que nos ayuden a caracterizar más ampliamente el proceso de derrumbe, debemos esgrimir un criterio que sitúa históricamente el problema: la causa que prendió la mecha de la rebelión que empieza a cundir como el virus del sarampión y que va copando todo el cuerpo social, aunque sus primeros síntomas hayan brotado, básicamente, en el seno de un chavismo que está sentado a la izquierda de la Revolución Bolivariana, debe buscarse en el otro "chavismo",aquel que tiró la burra pal monte y se entregó a los goces neronianos que el liberalismo burgués les proporciona, como pago, por haber cumplido con eficacia el mandado de infiltrar para desmontar y torcer el rumbo original de la revolución, dejando al pueblo en la estacada.

En esta ocasión, la rebelión la encabeza el mismo chavismo popular, el que ha soportado entre los escombros de las ruinas de la vida cotidiana y el peso del silencio, los catastróficos resultados de la traición por parte de la fracción de los draculines y las termitas. Ese chavismo que se quedó dándole la cara a los vecinos llenos de arrechera, ese chavismo, que es preciso decirlo, fue abandonado, en medio de la guerra contra el pueblo, por la dirección del partido y por unos líderes que arrugan cuando se trata de enfrentar y buscarle soluciones a los problemas del pueblo. Ah, pero eso sí, son unos "cuadros" muy habilidosos y derrochan destreza en la "jaladera de esféricas" cuando de conseguir ser diputados se trata, aunque sólo sea de esa categoría que sirven para sólo levantar la mano en contra de los intereses del pueblo. El problema con esta gente es que no son ni les interesa ser revolucionarios y mucho pero mucho menos socialistas pero además concluyen siendo unos gises contrarrevolucionarios. Tributando en Miami o Bogota.

Lo que está en desarrollo hay que entenderlo como una expresión que va más allá de la rebelión del chavismo popular de izquierda, de ese que sostiene aún el sueño por mejorar este mundo tan difuso y complejo hasta donde virtualmente sea viable. Justamente este inminente derrumbe quien lo está acelerando es la formación de una corriente principal que fluye en medio de un torrente de deseos colectivos de cambio, que viene creciendo sin parar en toda la región del Estado Carabobo y con mucha fuerza en la ciudad de Valencia. Y justo es señalarlo, el chavismo popular de izquierda se mantiene como una reserva moral, social y cultural, hecho con mujeres y hombres sencillos y humildes que hicieron de Chávez su ideal de emancipación y la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, y se fueron tras él.

Su tremenda falla fue, el no haber aprendido a construir su propio instrumento político y a no ejercer una vigilancia férrea para evitar las traiciones e infiltraciones de los oportunistas, mercaderes y narcisistas tanto de derecha como de la misma izquierda. No obstante, hoy tiene, nuevamente, la oportunidad al mismo tiempo la responsabilidad de reanimar la lucha por los cambios y transformaciones y negarse a repetir viejos errores y fracasos que forman parte de las causas que originaron el actual presente de desastres. Pero cuando ese chavismo popular de izquierda logre agarrar la puntada, lo que se va tejer es una ola de cambios revolucionarios que Carabobo está pidiendo casi que a gritos de silencio.

Ese chavismo -que hay que contarlo por millones- que prefirió refugiarse en la casa antes de seguir obedeciendo "disque líneas políticas" que por ningún lado se le nota la costura de lo revolucionario, de lo democrático, y mucho menos la intencionalidad socialista, pero sí la del reformismo y la traición proburguesa. Esa fuerza política, que el pasado 6D demostró que si se transforma en una clase para sí y deja de andar detrás de liderazgos reformistas y socialdemócratas, simples reforzadores y maquilladores del sistema, entonces ese día será dueño de sus propias riendas para elaborar su propia política y direccionalidad y aprenderá a traducirlas luego en votos, o en lo que decida que es más oportuno; lo que cambiaría, sin duda, el rumbo y el mapa político.

Bueno, ese chavismo, está dando señales, mínimas pero prometedoras, de regresar al mundo real y de retomar la decisión de darle un parao a todo esto, y terminar con esta desastrosa situación. De avivar la hoguera para construir un frente cada vez más amplio,cada vez de mayor empuje. Para ello estimamos correcto que estos planes por ahora se lleven acabo usando el modo de estrategia de silencio, para ir cocinando con otras corrientes que subyacen en el movimiento social y político del Municipio Valencia, un gran acuerdo electoral que conduzca a ganar la gobernación y la Alcaldía,y desalojar esa sombra oscura que fue impuesta sobre los destinos del pueblo valenciano y carabobeño.

Este gobierno se trasformó en un tumor maligno en el cuerpo social. Y luego no cabe otra solución sino su extirpación o alguna terapia alternativa muy profunda, para impedir que el quiste en cuestión se siga nutriendo de la sangre del pueblo y haga metástasis. En este sentido, el chavismo popular de izquierda en Valencia- y en todo Carabobo- ha comenzado a reorganizar sus fuerzas, todo lo aprendido y su carga de emociones para llevar a cabo con éxito, una cirugía muy profunda, y ya el quirófano está listo. Los preparativos están concentrados en la tarea primordial: tejer un gran frente amplio con todas las fuerzas revolucionarias, democráticas y patrióticas con un solo Lema: "Salvar a Carabobo".

Porque lo que se requiere con urgencia en Valencia y todo el estado Carabobo es que un amplio movimiento de la sociedad ejerza la dirección política de la sociedad obediencialmente, que implante un sistema económico moral racionalmente organizado que cumpla con el servicio a los intereses colectivos, del pueblo. Se trata en definitiva de transformar las caducas estructuras del estado burgués por uno radicalmente nuevo popular y democrático,que apueste permanentemente a demostrar que el único camino que queda para salvarnos todos es la hipótesis colectiva

Porque esta desastrosa des-administración de los que traicionaron a Chávez, al pueblo y a la Revolución Bolivariana, que se enquistaron en la alcaldía de Valencia, se han convertido en un coágulo que está provocando el atraso del desarrollo industrial rural y urbano, el desarrollo científico y tecnológico de un sistema avanzado de salud pública,un sistema de educación productor de los conocimientos que requiere el país, y en general, el avance integral de toda la vida y el buen vivir de todas y todos los valencianos. El chavismo popular de izquierda está convencido, que aún con los pocos recursos y las inmensas dificultades que han dejado las agresiones del imperialismo norteamericano y la terrible corrupción de los políticos del gobierno y de la oposición, sabe que si es posible reorganizar un modelo de sociedad superiormente más justo para emprender un esfuerzo patriótico nacional de reconstrucción. Pero esa misión solamente la pueda acometer una fuerza como el Chavismo popular de izquierda en alianza con las organizaciones revolucionarias, patrióticas y democráticas del pueblo porque sólo estás sabrán con ayuda de nuestros científicos(a) locales, nuestros tecnólogos(a), nuestros artistas y toda la inteligencia espiritual, sabrá resolver los problemas que estos políticos mediocres y devastadores de los bienes públicos han provocado.

Necesitamos en consecuencia un liderazgo nacional y local que entre otras características tenga, pero sobre todo viva, las mismas penurias que vive el pueblo venezolano, las mismas privaciones. Seguramente salga algún justificador a decir que eso es dogmatismo,que eso es un izquierdismo infantil trasnochado, esos mujiquitas siempre los habrá, pero aquí sostenemos que en esta etapa de desastre nacional,de empobrecimiento del pueblo;no pueden haber líderes(a) revolucionarios gordos y rosados y un pueblo pálido y enclenque. La única conducta que puede catalogarse de revolucionaria y tener la autoridad moral y ética para decirse que son unos auténticos dirigentes y líderes del pueblo y la revolución es la coherencia. Ese y no otro es el perfil de un líder revolucionario. Todo esto nos pone a pensar que tal cual están las cosas, el mismo golpe de timón se ha hecho insuficiente, aquí lo que corresponde es cambiar todo el barco. Lo contrario son justificaciones insostenibles y habladera de puro gamelote.

Por ejemplo y a modo de ilustrar lo anterior. En esta ciudad, al igual que en todo el Estado Carabobo, la propiedad pública como lo es el gas, la gasolina, el oro, por mencionar sólo el lomito, ha pasado a ser propiedad privada de draculín, y que no salga ningún profesional de la adulación o del ocultamiento a negarlo porque el pueblo sabe que es así y está reclamando que draculín rinda cuentas públicas, de qué hace este individuo con los recursos populares. Porque tales recursos deben destinarse al cuidado del bienestar público:hospitales,agricultura,educación,transporte público,atención a la tercera edad. Draculín y sus marionetas, no nos vamos a cansar de repetirlo, son como una vaina echá, una catástrofe en la vida de quienes sobrevivimos en Carabobo. No podemos entender las razones que tiene Maduro para alagar este desastre.

Ante esta realidad, el chavismo de izquierda y trasnochado, ya que no duerme pensando como conseguirá para darle de comer a su familia el día de mañana, no tiene otra tarea en este momento, sino, tejer un amplio abanico de fuerzas populares para retomar el camino de la transición que con Chávez y el pueblo había empezado a transitarse pero que con draculín y su marionetas en Valencia y el resto de las alcaldías en Carabobo;ese legado fue echado a la basura. De no acabar este año con ese desastre, existe la posibilidad que el pasado pueda regresarse con más fuerza, por la sencilla razón, que la gente no encontrará elementos que los ayude a diferenciar entre el ladronismo de un Leandro Domínguez, de un Guaidó, de Julio Borges, de un Leopoldo López y la actuación de un Márvez y un Lacava. Lo que nos autoriza a pronosticar: que habrá derrumbe



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Arnaldo Aguilar Dorta


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