Chavismo, madurismo, chavismo-madurismo (II)

Me parece que en el intento de presentar a un Chávez distante de Maduro hay varios errores de razonamiento (presentes a mi modo de ver en el magnífico artículo de Puerta mencionado en la primera parte de este texto y en los mensajes que me escribió Juan Barreto). Por ejemplo: intentar designar como chavismo aspiraciones seculares nacionales y mundiales de libertad y justicia de las que, sí, Chávez fue al principio una encarnación momentánea, pero sólo eso, para pasar luego a ser lo que a mi modo de ver verdaderamente era: el chavismo de Chávez es, según mi punto de vista, una versión siglo XXI del populismo militarista decimonónico mezclado con el estatismo-populismo medio comunista y medio fascista del siglo XX. Es inútil tratar de inventar un chavismo ajeno a las atrofias más evidentes del chavismo de Chávez, atrofias que, por falta de liderazgo, son llevadas a su más patética y burocrática realización (por la fuerza) con Maduro: caudillismo, autoritarismo, militarismo, centralismo, estatismo y populismo.

Yo no enuncio, o trato de no enunciar, como me señaló Barreto en su mensaje, "una opinión sin demostración": creo que el origen de este autoritarismo, del caudillismo, de la presencia militarista en el discurso político, del control excesivo de la economía y la sociedad por el Estado, por tanto del centralismo y del burocratismo, son todas atrofias verificables en Chávez.

Tampoco digo, de lo que también me acusaba Barreto, que toda formación política es consecuencia automática y fatal de la anterior... excepto cuando lo es. Yo sí creo que si se estudia bien el tema, del desprecio marxista y leninista de la democracia liberal mal llamada burguesa, y de su destrucción, se deriva fatalmente el estalinismo: no de las personas de Marx o de Lenin, sino de la aplicación de su propuesta de Estado: la dictadura del proletariado. Es lo que procuré demostrar en mi texto La muerte del comunismo, escrito en 1982 y publicado en mi libro ¿Adiós al MAS? en 1997. Algo semejante pasa con el chavismo respecto del madurismo.

Barreto me habla de conceptos que yo no conozco: el dassaing y el vergmom de la cosa. Conocí sí el aufhebung de La ideología alemana que siempre entendí como trascendencia dialéctica, como superación, aunque el diccionario alemán/español me diga otra cosa. Luego entendí lo que podía ser, desde una perspectiva reformista, superación en la continuidad. Sólo que esa superación ocurre... ¡cuando ocurre! Creo que, en el caso que nos ocupa, revisando los 6 ismos de Chávez, a saber: caudillismo, autoritarismo, militarismo, centralismo, estatismo y populismo, veremos que sí, hay cambio en la realización madurista del chavismo pero en sustancia, esas 6 atrofias se mantienen incólumes. Es decir, no hay negación ni superación sino continuidad.

Como yo sí creo en la sentencia de Heráclito de Éfeso acerca de que no es posible bañarse dos veces en un mismo río, como me recuerda Barreto, yo no digo para nada que el madurismo es continuidad repetida (Barreto dixit) del chavismo. Claro que hay colosales diferencias: Chávez tenía liderazgo y capacidad de hegemonía, Maduro tiene más la fuerza; Chávez tuvo una ambición de historia (para bien y para mal), Maduro tiene una ambición de poder (perpetuacionismo, lo llamo yo) y luego de historia; Chávez tuvo más cerca la legitimidad de origen democrática del 98, Maduro la ha pateado cuantas veces ha querido; Chávez tenía un apoyo popular mayoritario, Maduro tiene básicamente el apoyo militar y de la burocracia partidista; Chávez aceptó el reto de un referendo revocatorio, Maduro lo bloqueó; Chávez tenía "la botija llena: (Lusinchi dixit), a Maduro le tocó un período de grave restricción de ingresos. Y las diferencias pueden ser muchas otras. Pero es fácil demostrar que las atrofias autoritarias, militaristas, estatistas, populistas, etc., de Maduro son la continuidad de los 6 ismos de Chávez que dije más arriba. Chávez oscilaba con destreza entre esas 6 atrofias y su legitimidad de origen democrática, sumergido en la contradicción democracia/totalitarismo, 98/4F, pues tenía un liderazgo que le permitía hacerlo: Maduro, al no tener liderazgo ni apoyo popular, apeló a, y exacerbó, esas 6 atrofias. Es decir, resolvió o está resolviendo la contradicción histórica del chavismo democracia/dictadura, civilización/barbarie, libertad/totalitarismo, a favor de los últimos tres conceptos. ¿En una situación semejante Chávez lo hubiese hecho igual? ¿Lenin habría sido igual que Stalin si no fallece en 1924? Bueno, eso es sólo un ejercicicio de lo que Betancourt llamaba futurología retrospectiva.

En la próxima y penúltima parte de este ya largo trabajo comenzaremos a responder la cuestión de si Chávez fue o no caudillista, autoritario, centralista, militarista, estatista y populista, a los fines de arrojar luces acerca de tales atrofias en su legado.



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Enrique Ochoa Antich

Político y escritor de izquierda democrática. Miembro fundador del Movimiento al Socialismo (MAS).

 @E_OchoaAntich

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