Después del 1 de mayo de 2019, tras los hechos del 30 de abril, se abre una nueva etapa aún más compleja para Venezuela. Si bien es cierto que la oposición se volvió a equivocar con otra aventura militar sin apoyo, no es mentira que existe un descontento evidente y que se incrementa día tras día, a cuenta gotas hay traiciones o deserciones de militares de distintos rangos.
La presión internacional aumenta y los EE.UU utilizan todo su lobby internacional para estrangular la economía ya herida. El gobierno insiste tercamente en mantener el poder con un costo social sin precedente en la historia, el pueblo sufre por un lado los errores económicos del gobierno y por el otro el bloqueo internacional de los últimos años.
Yo seguiré insistiendo tercamente que la salida debe ser pacifica, electoral y duradera, debe producirse un acuerdo o negociación política con un dialogo sincero de ambas partes, con la mano en el corazón por los más vulnerables que al final son víctimas inocentes de este perverso sistema al que hemos llegado.
El Presidente Maduro debe escuchar al pueblo, oír sus reclamos y abrir o construir una salida a esta situación tan compleja y tan larga. Debe tomar el control político de la situación y dar un paso al frente, obligar a la oposición a negociar una salida pacífica y electoral.
Hay un tablero internacional muy odioso donde las potencias se pelean el pedazo del pastel que creen merecer, la solución debe darse entre venezolanos, avanzar en el dialogo y ceder donde se tenga que ceder y exigir donde haya que exigir.
No entregar el país, aquí puede producirse un acuerdo para realizar elecciones Presidenciales y de la Asamblea Nacional donde se respeten los resultados y se espere por la culminación de los periodos de los gobernadores, alcaldes y concejales.
La PAZ de la república debe ser el objetivo inmediato, y luego la prosperidad que todos merecemos, una va amarrada a la otra. A mi modo de ver las cosas el Presidente Nicolás Maduro debe dar un paso al frente en la dirección correcta y abrir una salida negociada por el bien de la Patria, el PSUV debe acompañar esa decisión.
El ser humano debe ser el centro de toda política, en esta lucha política visceral, ambas partes se han olvidado del ser humano, del pueblo más humilde que sufre y sufre, y seguirá sufriendo porque el gobierno perdió la capacidad de resolver la profunda crisis económica, política y social, por ello debemos producir una negociación política este año, sin más demora y que el pueblo se exprese porque al final la vida continua.
No tengamos miedo de pasar a la acera del frente y convertirnos en oposición.
