Auditórium

Si aquí hay una dictadura: ¿Existe una forma de salir de ella?

Si conoces al enemigo y a ti mismo, no debes temer el resultado de un ciento de batallas

Sun Tzu…

Si existe no veo una fórmula viable para derrotar a esta presunta ‘dictadura’, al no existir acciones políticas, que capitalicen el descontento social que puedan defenestrar al ‘dictador’ de una forma eficiente, y con la menor cantidad de víctimas, presos, muertos y exilados. Hasta el momento no veo coherencias ni unidad en el mando que se opone al gobierno de Nicolás Alejandro Maduro Moros, para triunfar como alternativa de poder frente a este presunto régimen dictatorial. Todas las tácticas puestas a prueba para salir de Maduro han resultado fallidas. Se nota que no hay expertos en esta lucha no violenta, y que han dado como resultado el fortalecimiento del régimen más despótico según voceros opositores, y que inicia constitucionalmente su segundo mandato el próximo 10 de enero de 2019, falta saber quien le tomará el juramento de rigor para precisar el futuro desarrollo de posteriores hechos políticos.

Hasta ahora como analista lo que vengo observando, es el embobamiento de la ciudadanía subyugada y sin ganas de lucha, con muchas penurias y sin capacidad de resistir y desarrollar una seguridad en la lucha diseñada por ellos mismos. La población al igual que la cubana no tiene la determinación para hacer salir este régimen dictatorial del poder. Si el pueblo no es organizado políticamente en células de base con un solo objetivo, entonces no habrá nada, ni nadie que lo distraiga de su objetivo final. En este tipo de combate político es indispensable estar muy seguros que los objetivos trazados se alcanzaran. Y además las organizaciones sociales tienen que estar listas para resistir las embestidas del gobierno con sus órganos represivos, ya que el presunto ‘dictador’ hará todo lo que esté a su alcance para retener el poder.

El gobierno ha disuelto todas las asociaciones civiles, organizaciones gremiales y sindicales, y a los grupos estudiantiles, donde el régimen tiene una mínima influencia. Entre las que se encuentran las federaciones agrupadas en Fedecamaras, cooperativas, grupos estudiantiles, ONGs, grupos religiosos, y un sin número de vario pintas asociaciones que abarcan todo el arcoíris ciudadano que está en contra del gobierno bolivariano. Al no existir organización dentro de estos núcleos sociales que eran las estructuras de base del país que demostró su poder con la caída de Pérez Jiménez en 1958, y como dice un viejo estratagema político-militar: "Cuando los de abajo se mueven los de arriba caen".

Con cadena de oraciones por las redes sociales, y sin una fuerte resistencia interna no le harán mella al gobierno militar. En una resistencia social no violenta y sin tranca de calles, tienen que estar incorporados todos los grupos, y lideres que adversan a este caos económico. Solo así se construirá una oposición real, y que esté conformada en una organización activa, que facilite el trabajo político de deslegitimación de lo que muchos con el hambre a cuestas llaman un gobierno depredador. Tampoco han logrado capitalizar el descontento hacia un gobierno espurio por parte de la comunidad internacional. Tienen que sacarse ese mojón de la cabeza de que algún organismo internacional va intervenir en el país, porque hasta el momento no observan que la oposición tiene un fuerte respaldo del mayoritario pueblo venezolano. Ya que sin una resistencia fuerte interna, no se pueden promover acciones de solidaridad internacional. Sobre todo, es importante tener incidencia y presión política sobre: Rusia, Cuba, Siria, China, Turquía, Irán etc. Que son los que le otorgan el financiamiento y el asesoramiento a la policía y a las fanb, según expertos en la materia.

Por último la oposición carece de un modelo estratégico de independencia que sea amplio, y factible de aplicar. Solo con un plan estratégico frente al alto costo de la vida, es que se puede vencer a la presunta ‘dictadura’, no esperando milagros a través de las cadenas fastidiosas de oraciones, que se pretenda obtener resultados favorables, y vencer a la fulana dictadura basado en una espontaneidad. Sin oposición (izquierda, centro y derecha) organizada y con objetivos bien definidos es que se puede derrotar a las más sanguinarias dictaduras. Un plan de democratización y liberación tiene que ser amplio donde esté presente toda la homogeneidad del país. Para vencer hay que tener en cuenta, que se tiene que articular un plan estratégico que lleve al pueblo al triunfo final. Ya que el plan o método estratégico que no se aplique bien, es pura agua colonia y peo.

La actual situación de empobrecimiento que acelera la diáspora, dibuja a el gobierno más deslegitimado del continente americano, la mayoría de la población venezolana lo detesta basta meterse en cualquier cola, ya muchos no respetan su autoridad, pero que intimidan con los puntos de controles militares, y policiales típico de las dictaduras. La oposición venezolana tiene fuertes probabilidades de hacerse sentir si articula una estrategia coherente. Pero para eso se requiere que se organice una resistencia ciudadana interna, en cada pueblo, caserío, y ciudad del país, y que los líderes dejen por un lado sus apetencias, y se unan hacia el debilitamiento del gobierno que ellos llaman usurpador. Un Pueblo unido jamás será vencido. Pero no hay que dejar las calles, nuestra patria nos necesita es el futuro de nuestros niños nuestros jóvenes.

Que este articulo le guste o no a mucho fanático, es otra cosa, y tienen el derecho de ejercer su derecho de expresión igual que yo. El hecho es que tienen que ir con su expresión al mercado de las ideas, solo así demostrara su nefasto afán por lo autoritario, y lo dictatorial. La Marea de la Historia dirá con quien se está.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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