¡Culpa de Maduro!

¿Por qué ves la paja,

en el ojo de tu hermano,

y no ves la viga en tu ojo?

"Evangelio de San Mateo"

 

En apenas 5 meses del año, han caído, como mangos maduritos, dos de los más recalcitrantes, e incisivos mandatarios contra el gobierno de Nicolás Maduro. De Pedro Pablo del Perú, casi nadie se acuerda, a pesar de su nombre tan criollito, como un plato de caraotas; el otro: Mariano Rajoy, estaba tan "preocupado" por Venezuela, disparando por mampuesto contra el gobierno, que se le prendió el avispero en su propia casa, no pudiendo zafarse del enredo de la corrupción, el resultado ¡destituido!; el castigo penalizar con varios años de cárcel, a varios de sus colaboradores, y responsables de un desfalco en las finanzas de España, pero la pregunta ¿Qué pasará con Rajoy? no sabemos si lo van a dejar ir, con el castigo en la consciencia, totalmente desahuciado para que se lo trague el silencio en medio de largas noches de insomnio, con incontrolables pesadillas recordando a cada instante a Nicolás Maduro.

Parece mentira, que un dicho utilizado para repeler las embestidas del enemigo por los defensores del proceso bolivariano: ¡El que se mete con Chávez, se seca! cada día sirve para recordarlo, y si no fuera, porque no creo en brujería, así, como tampoco creo en bendiciones de curas, aunque soy un gran admirador de Jesús de Nazaret, él de carne y huesos, quien le enseñó a los verdaderos católicos el camino a seguir; estuviera repitiendo en cualquiera conversa para alertar a muchos amigos, quienes cargan en la punta de la lengua a Chávez, Maduro, y cuando se encolerizan le nombran la madre a cualquier simpatizan de estos verdaderos combatientes por la libertad, y la justicia, sin acordarse, si su propia progenitora tiene en un altar al Comandante Chávez, como conozco a una amable matrona, pero el hijo, carga un odio, que casi alumbra en la oscuridad, por la situación económica, cuando botó todo en farras sin pensar en el mañana

A Nicolás Maduro, lo empezaron a satanizar a través de los medios, desde el exterior por un grupo de mandatarios, hasta convertirlo en una válvula de escape de sus propios problemas. En nuestro continente se han destacado: Pedro Pablo, quien paso al baúl del olvido; Mauricio Macri, tiene la llama encendida, y todos sabemos la perseverancia del pueblo argentino, antes los traidores; Michael Temer, se encuentra enfrentando a cuanto paro se presenta, y últimamente ha venido bajando la guardia, porque el agua le está subiendo al cuello; Juan Manuel Santos, al comienzo le hacía honor a su apellido, pero ahora solamente le falta el uniforme del ejército gringo; su compatriota y promotor a la presidencia de Colombia Álvaro Uribe Vélez, es un caso para repudiar el pueblo colombiano, pero el poder del dinero, sirve para tapar una larga lista de crímenes, y se da el lujo de seguir promocionando candidatos; Enrique Peña Nieto, en México, no le ha quedado otra, callar antes la ola de crímenes, porque el país de los charros parece estar viviendo la etapa del cine pasado: robos, atracos, la violencia desatada para el chantaje ¡plomo por todas partes! con un resultado lamentable: más de 100 candidatos muertos en los últimos meses, cuando están a las puertas de unas elecciones.

La lección a Mariano Rajoy, presidente de España quien salió destituido por el congreso–primer caso en la era democrática de ese país– dejando tantas dudas, y enredada a una España, golpeada en medio del capitalismo, que no respeta nada, le puede servir al recién electo en Francia: Emmanuel Macron, quien parece agarrar la batuta dejada por Rajoy, porque lo primero que hizo fue sumarse al coro de voces contra Nicolás Maduro, para después arrodillarse antes Donald Trump –de besito y todo– sin importarle que la hoguera está encendida, y también le pueden patear el trasero, y Trump, nada que ver. Todo lo demás, son títeres anexados a la comparsa, entre ellos Canadá, porque los demás, incluyendo Almagro, tienen que ponerse a inventar para ver si pegan una, y que no han dicho, para que salgan con algo nuevo.

Todo esto, forma parte del gran aparataje del capitalismo–imperialismo– por frenar el avance de los pueblos; cualquiera luz que aparece, tratan de apagarla, y para esto se prestan estos títeres, quienes al final, después de ser utilizados, terminan marchándose con más penas que glorias, aborrecidos por sus propios pueblos al conocer sus verdaderas intenciones.



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Narciso Torrealba


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