Un pariente llamando

Cuando se camina por caminos del pueblo, se esta propenso a descubrir que por donde vamos, es distinto a donde queremos ir.

Los comprometidos con este proceso que vivimos en la zona donde pasa el autobús estamos obligados a darnos un paseo por la troncal, no como un turistas de la pobreza sino, como UN PARIENTE y empezar a sentirnos orgullosos, para ir acostumbrándonos a la igualdad, ya que desde el autobús no se ve lo mismo que a pie.

Viene a colación este llamado en solidaridad con EL HOMBRE QUE EMPUJA.

Con la falta de guías que tiene nuestros sectores donde se anda a pie (hay pero es necesario más) el esfuerzo se hace demasiado para subir la cuesta, no imposible pero más difícil. Por lo tanto las manos que ayudan deben estar lo más cerca posible para que el andar se haga menos pesado, las opciones de los que andan en autobús, son suaves, tienen palabras y amigos cerca de las soluciones y en algunos casos no quieren que nos montemos en el mismo autobús, hay egoísmos arrastrados como enfermedades, que es necesario encontremos remedio, para empezar a transitar por un camino más justo, donde ser igual no dependa del trasporte que utilizas y las diferencias vayan equiparándose.

Es urgente que la formación revolucionaria, que necesita el que anda a pie, se empiece a construir sin falsas creencias, dejando de estar suponiendo que vamos a tener combatientes sin crear la conciencia necesaria para mantener una revolución, sin conciencia la revolución es efímera y depende de la suerte que se pueda encontrar y no de la constancia que es necesario tener.

No es posible que nuestros hermanos anden a la deriva, a merced de disociados apoyados por las jinetearas y sus programas descontrolados de cualquier principio moral, estropeando los sentidos sin ningún lineamiento, cuando su deber como prestadores de servicios es ayudar en la formación el hombre nuevo.

Señores hago un llamado en nombre del HOMBRE QUE EMPUJA, es urgente conformar los cuadros organizados de defensa del pueblo. Sin querer asustar, estos despatriados no están jugando, la desesperación que le proporciona la falta de liderazgo los puede llevar a cometer locuras y nosotros tenemos que estar preparados, porque recordemos que la desesperación los llevo al 11 de abril y no queremos que nos agarren de sorpresa.

Yo invito a los diez millones de conciencias a montarnos en el mismo autobús, porque la ruta esta marcada y el destino es un futuro mejor para todos.





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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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