Presidente, no olvide el año viejo

Tony Camargo, es un cantante mexicano considerado uno de los íconos de la música típica. El año viejo, una canción interpretada por él, se ha constituido en una especie de himno en las navidades. En la misma agradece, todo lo bueno que sucede en el año que termina, “Me dejó una chiva, Una burra negra, Una yegua blanca y una buena suegra”;  sin embargo, el presidente Maduro, y por ende, todos los venezolanos no hemos tenido la misma suerte. Pues, el año viejo fue duro en lo político y en lo económico; “Me dejó una guerra, una nueva asamblea, un dólar today y una buena quiebra” y, ha convertido al presidente en blanco de un etcétera de críticas, desfavorables, pero que pueden convertirse en oportunidades para tratar de corregir en lo que se falló.

Ante una realidad como esta, cabe señalar la preocupación que mostrara Chávez respecto al proyecto revolucionario, cuando afirmó en su “Golpe de Timón”, “Cuidado, si no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos” (pág.21), refiriéndose a los ministros que le acompañaban en ese momento en el I Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana. Constituía este mensaje, una alusión a la autocritica, respecto a los errores cometidos, para mejorar o corregir desviaciones del carácter revolucionario del proyecto.

Vale decir que, toda la experiencia negativa en el orden político y económico en el año que murió, generó un proceso autocritico del cual resultaron en un primer momento, nuevas leyes económicas, vía habilitante, que surgen con la intención de contrarrestar la crisis económica que se padece en el país. Respecto a la autocritica, Chávez (2012) señaló “La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o lanzándola como al vacío. Es para actuar ya, señores ministros, señoras ministras...” (pág. 19). Es decir, no basta la autocritica, si lo que de ella resulta, producto de la discusión y el consenso, no es tomado en cuenta para los fines que se supone persigue la autocritica en si.

En fin, la generación de nuevas leyes como producto de la autocritica, surge como respuesta a la grave situación político/económica del país, pero ojalá se cumplan y se apliquen en su justa medida para tratar de ver los resultados satisfactorios que todos los venezolanos esperamos, por el bien del país. De no ser así, creo que tiene sentido lo que señala Chávez (op.cit) cuando dice: “...creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento” (pág. 35)

En base a esto, queda esperar que en verdad se cumplan las leyes y, que tengan el éxito que se espera, para que como dice la canción: “nos deje cosas muy buenas”, para este año 2016, porque el pasado, nos dejó un sabor amargo que el presidente no debe olvidar, como una especie de estimulo, para ir en el sentido y la dirección de la revolución bolivariana, que Chávez nos legó y, evitar que el sueño del comandante no se diluya entre la teoría y la apatía de un pueblo que duda, todavía, a estas alturas del camino recorrido por la revolución bolivariana.

Referencia:

Hugo Chávez (2012). Golpe de Timón. Colección Claves. Impreso en la República Bolivariana de Venezuela en la Imprenta Nacional y Gaceta Oficial



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Jesús Rafael Barreto


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