¿Cómo arreglar a Venezuela en 3 pasos?

Muy al contrario de lo que la gente cree, a consecuencia del terreno ganado por la desesperanza y el pesimismo, Venezuela puede levantarse de sus cenizas en tiempo record, solo hay que comenzar a realizar los cambios, pero realizarlos desde la sociedad y no desde los gobernantes como fraudulentamente se ha hecho creer.

En primer lugar, todos los cambios que necesita Venezuela ¡Todos! Tienen un mismo arranque, un mismo comienzo, ese comienzo es dejar de idolatrar a los gobernantes y desde un concejal hasta el presidente de la nación verles como lo que son: empleados públicos obligados a rendir resultados palpables.

Es perentorio, una obligación histórica, abandonar las idiotizantes gríngolas del fanatismo político, comprender que en democracia el pueblo es quien debe ser oído, quien debe priorizar lo que necesita, quien debe ser obedecido y temido por quienes administran lo público ¡No al revés!

Nuestros gobernantes han extraído golosos beneficios explotando la muy retrasada mentalidad con la que son vistos por el pueblo desde hace mucho tiempo, visión profundizada en la última década y media plagada de culto al personalismo, deificación de figuras políticas, partidistas. Muy poco será lo que podamos avanzar sí continuamos tratando a nuestros gobernantes y empleados públicos como jefes incuestionables, debemos exigirles resultados palpables, no en cifras ni estadísticas de papel, debemos exigirles transparencia y eficiencia ¡Cero excusas! Quien excuse sus fracasos debe ceder el paso a los capaces.

En segundo lugar, es urgente comprender que nuestra mal llamada “Viveza Criolla” impregnada de vicios como sobornos, contactos, palancas, usura, entre otros, es lo que nos está destruyendo. Llegó el momento de aceptar que ningún país del mundo puede desarrollarse sí no posee en su cultura el apego a la ley, a las normas, a las reglas establecidas, mientras continuemos desprendiendo nuestro modus vivendi de esa “Viveza Criolla” seguiremos siendo subdesarrollados, cada vez con mayor acento tercermundista, una población cada vez más pobre, carente de todo, paradójicamente pisando el territorio más rico y privilegiado del planeta.

Y en tercer lugar, debemos aceptar de una vez por todas que es la “Educación y el Trabajo” los pilares fundamentales de la nación, no llegaremos a ninguna parte con centralismos, controles y racionamientos cercenadores de derechos, libertades y capacidades. Los venezolanos debemos asimilar que es el esfuerzo propio no las “imposiciones gubernamentales” lo que nos hará definitivamente grandes, soberanos e independientes, lo que permitirá que podamos crecer personal, familiar, nacionalmente.

Son la educación y el trabajo las únicas panaceas reales para superar la Venezuela insegura, inflacionaria, importadora, petróleodependiente, de escasez y servicios públicos moribundos que día a día se agrava. Son la educación respetuosa de las corrientes del pensamiento humano, de calidad y el trabajo caracterizado por nuestras capacidades y talentos la Venezuela original, la verdadera, por la que lucharon nuestros libertadores. Como ven son solo 3 pasos que lo único que requieren es voluntad de cambio por parte de nosotros mismos ¡El pueblo! Solo eso… Nada de mesianismos manipuladores, ni intromisiones foráneas, ni repetidos cuentos de camino.

leandrotango@gmail.com
@leandrotango


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Leandro Rodríguez Linárez

Politólogo / Analista político / Articulista de opinión, con más de 1.200 artículos publicados nacional e internacionalmente.

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