¿Estamos ante la acumulación de problemas insolubles?

Mis queridos lectores, la frase que sirve de título no es de mi autoría, la escuché en un programa de radio de boca del sociólogo John Magdaleno, quien es reconocido por su postura opositora al actual gobierno. Debo decir que la frase me puso a pensar, porque hablar de problemas insolubles es terrible, es algo así, como que a alguien se le diagnostique un cáncer incurable y se le pronostique una muerte segura y en un breve plazo. Sin embargo, los países no se mueren, pero si pueden vivir bajo una penuria total por décadas y su población condenada a vivir una vida miserable. En América tenemos el caso triste de Haití y en África son muchos los que han vivido y siguen viviendo en niveles de subsistencia, incluso con épocas de hambruna que condena a la muerte a miles de personas. Por supuesto, en Venezuela estamos muy lejos de esos escenarios dantescos pero si estamos enfrentando una situación económica difícil.

No creo que estemos frente a unos problemas insolubles, los problemas siempre tienen solución, algunas veces la solución es buena, otras veces no tan buena y otras malas y muy malas. A veces la solución a los problemas es fácil y no implica mayores sacrificios, otras veces no son fáciles e implican un sacrificio muy duro. Por lo general, cuando existe un problema y no se ataca a tiempo los problemas se agravan a niveles que cuando se debe tomar una decisión para su solución está implica algo muy duro de afrontar. Si una herida se infecta y no se hace nada efectivo esto puede llevar a la gangrena y la solución será cercenar el miembro infectado.

Entonces, no creo en la insolubilidad de los problemas económicos y sociales que presenta Venezuela, pero sí creo, que se ha dejado que los problemas crezcan y se hagan más complejos sin atacar las causas de los mismos en el momento oportuno. Históricamente, hay muchos países que han quedado en ruinas después de una guerra por ejemplo, y han sido capaces de salir de una situación desesperada y desarrollar sus economías.

De acuerdo a lo señalado en un artículo de Luis Oliveros titulado “Fracaso del plan económico 2013-2015”, los problemas económicos de Venezuela se han agravado en estos dos últimos años. Oliveros maneja las siguientes cifras (Ver http://revistasic.gumilla.org/2015/fracaso-del-plan-economico-2013-2015)

 

abr-13

abr-15

Var. %

Reservas Internacionales (Millones $)

25.907

19.996

-23%

Tasa de cambio paralela (Bs./$)

22

274

1145%

Índice de Precios (diciembre 2014)

358,8

839,5

134%

Índice de precios alimentos (diciembre 2014)

436,9

1322,2

203%

Precio Bono Pdvsa 2022

116%

56%

-52%

Precio Bono Venz 2027

102%

47%

-54%

Liquidez Monetaria (Miles de Bs. )

755.521.926

2.191.264.699

190%

Base Monetaria (Miles de Bs., febrero 2015)

241.865.658

838.197.732

247%

M2/RI

29

110

276%

Finan. Monetario (Miles de Bs., Feb 2015)

170.379.475

677.270.652

298%

Diferencia entre Tc Oficial más Alto y el más Bajo

249%

4249%  

 

Diferencia entre Tc paralelo y el Oficial

59%

2995%

 

 

Tal como se puede ver en las cifras que según el autor son oficiales, extraídas de las estadísticas del Banco Central de Venezuela, la situación luce extraordinariamente grave. Más aún, si señalamos que a la fecha las reservas internacionales son más bajas que las reflejadas en la tabla anterior, un poco más de 17 mil millones de dólares, de las cuales más de 15 mil millones es el oro almacenado. Es decir que las reservas monetarias líquidas son ínfimas para hacer frente a las importaciones básicas, alimentos y medicinas, ni hablar de otro tipo de importaciones.

Lo que reflejan las cifras planteadas es el agravamiento de los indicadores económicos en estos últimos dos años en que no se han tomado las medidas necesarias para resolver los problemas, por lo tanto, la conclusión es que la inacción en materia económica tiene un alto precio que termina deteriorando el nivel de vida de la población.

Con estos indicadores es muy difícil defender la tesis de que el gobierno está procurando la mayor suma de felicidad posible.

No podemos llamarnos a engaño en el sentido que el modelo económico que se ha seguido no ha dado los resultados esperados, básicamente un modelo de control estatal de la economía con controles de precios que no han evitado la inflación y ya estamos llegando a cifras de tres dígitos, expropiaciones de empresas privadas que se han convertido en empresas quebradas o totalmente improductivas, y por otra parte, el control de cambios no ha logrado frenar la fuga de capitales, los controles han propiciado condiciones ideales para la especulación y la corrupción.

El esquema de control de la economía por parte del Estado en el área productiva es una idea que proviene del pensamiento socialista tradicional de inspiración marxista. Un esquema que fracasó históricamente. Sin embargo, la dirección de la revolución no quiere asimilar esta realidad porque sería como una traición a los ideales socialistas y al legado de Hugo Chávez.

Para mí el socialismo está ligado a la búsqueda de la justicia social y la búsqueda de la minimización de las desigualdades y esto no necesariamente solo puede lograrse por la vía del control del área productiva. Una economía puede funcionar con empresas privadas, cooperativas, y empresas de cogestión en un mercado donde el precio se establezca por la dinámica del mercado. Por supuesto, debe existir una legislación que penalice el monopolio. En caso de que una empresa obtenga unas ganancias muy elevadas por la vía de la especulación, el Estado puede arrebatarle las ganancias excesivas por la vía de un sistema impositivo progresivo y severo.

Cabe destacar que al empresario lo que le interesa es la rentabilidad después de impuestos y en relación con la inversión. Por lo tanto, esta es la manera de evitar que el empresario especule y obtenga ganancias exageradas. Ahora bien, esos ingresos el Estado los devuelve al pueblo en forma de beneficios sociales, educación de calidad, pensiones dignas, salud gratuita, etc. Estoy seguro que muchos saltarán y se retorcerán en sus asientos y señalarán que este es el camino socialdemócrata, una odiosa tergiversación del socialismo verdadero. Frente a esto solo podemos responder que en los países nórdicos (Suecia, Finlandia, Noruega) donde se ha aplicado esta receta tiene los mayores índices de calidad de vida, ahí si aplica eso de la mayor suma de felicidad para el pueblo. Ningún país socialista de inspiración marxista ha llegado ni cerca a los niveles de vida de estos países del norte de Europa. Muchos señalan que esta vía socialdemócrata es regresar a lo que teníamos en la IV República, argumento totalmente falso, Acción Democrática pertenece a la Internacional Socialdemócrata pero su actuación en la práctica nunca se acercó al modelo nórdico.

Volviendo a los problemas insolubles de Venezuela, estoy seguro que hay una solución factible, pero debido a que las distorsiones de la economía son tan profundas y se ha dejado que los problemas se agraven con una indolencia que espanta, la solución a aplicar implicará un sacrificio muy duro de toda la población. Es obvio que hay que abandonar el control de cambios porque no ha logrado el objetivo para el que se creó, detener la fuga de capitales y ha abierto la puerta para la corrupción. El argumento más usado para vender la imposibilidad de levantar el control cambiario es que todo el mundo saldría a comprar dólares y nos quedaríamos sin reservas. La realidad es que ya estamos sin reservas con control cambiario, por otra parte, esta no es la primera vez que hay un control de cambios en el país, hay que recordad a RECADI. Llegó un momento en que RECADI se desmanteló y se volvió al libre cambio, y no existió un terremoto económico, si eso se hizo antes por qué ahora no se puede.

Es lógico pensar que habrá un repunte inflacionario fuerte y de una sola vez, al pasar los productos importados regulados al dólar libre, pero hay otros que ya se cotizan a dólar paralelo que deberían mantenerse en su precio en bolívares. No podemos ignorar que los sectores humildes se verán fuertemente afectados y el índice de pobreza se disparará, sin embargo, esto ya ha ocurrido y el INE decidió no publicar ese índice para esconder esta realidad. Viendo en las estadísticas presentadas el crecimiento absurdo de la liquidez monetaria en un país en recesión, el gobierno debería detener la impresión de dinero inorgánico, lo que sería perjudicial para los más pobres que se benefician de alguna misión que les transfiere dinero sin retribución. Es obvio que habría que instrumentar algunas medidas de compensación para los sectores en extrema pobreza que pueda paliar en algo los efectos del ajuste económico.

Volviendo a la realidad, el gobierno no hará nada para implementar un ajuste como el descrito, por razones más que ideológicas (preservar el legado de Hugo Chávez), por razones políticas coyunturales como las elecciones legislativas de fin de año. Pase lo que pase en dichas elecciones, en enero de 2016 habrá que tomar medidas que no serán fáciles, con toda seguridad habrá un paquetazo que muchos considerarán neoliberal y una traición a la revolución, pero será eso, o un milagro que eleve el precio del petróleo a US$ 200. El gobierno no puede prometer una mayor suma de felicidad, porque viene una época de sudor y lágrimas



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Hernán Luis Torres Núñez


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