Con respeto y preocupación para el Presidente Nicolás Maduro Moros

En mi condición de ciudadano venezolano, mayor de edad, nacido en El Tocuyo-Lara, residenciado en el Distrito Capital o Metropolitano y debidamente inscrito en el Registro Electoral Permanente, me dirijo a usted en su condición de Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y por su intermedio a quienes comparten altas responsabilidades de Gobierno Nacional, Regional y Local, así como también a las personas que lo acompañan desde importantes responsabilidades parlamentarias y en la conducción del PSUV.

Es indudable que la muerte del Líder y Presidente Hugo Chávez Frías ha generado una diversidad de problemas en el desarrollo de la dinámica interna y externa del proceso de transformación revolucionaria que se viene ejecutando en el país desde el año 1999, fecha en la cual asumió por primera vez el cargo de Presidente Constitucional de Venezuela. Es importante tener claro que Chávez comenzó a construir su liderazgo inicialmente entre militares a partir del año 1982 y luego al fracasar la toma del poder por medio de la rebelión militar de febrero de 1992, asume públicamente y en cadena nacional, las responsabilidades de líder y jefe de este movimiento con todas sus consecuencias. Esto significó para él y la mayoría de sus compañeros de armas, la pérdida de la libertad, el sacrificio de sus carreras como profesionales en las Fuerzas Armadas Nacionales, las restricciones económicas derivadas del encarcelamiento y en muchos casos la desintegración de sus relaciones conyugales.

Desde la cárcel de Yare en el estado Miranda, Chávez se dedicó a profundizar y sistematizar sus lecturas de teoría política, historia, geopolítica, derecho, sociología, planificación estratégica, economía política, geografía, literatura, teorías militares y otros temas que llegan a sus manos por medio de publicaciones provenientes de diversos visitantes y admiradores. Paralelamente trabaja en la consolidación de su liderazgo entre sus camaradas militares que están encarcelados y también entre quienes todavía se encuentran activos dentro de las Fuerzas Armadas y militan en el MBR-200. Las lecturas anteriores y las más variadas realizadas desde su condición de privado de libertad, junto a las intensas discusiones que se adelantan entre los militares encarcelados y las que se llevan a cabo con diversos intelectuales y políticos los días de visitas, le permiten cultivar una conducta de alto sentido del compromiso revolucionario y asumir adicionalmente una activa militancia en las ideas bolivarianas, democratizadoras, constituyentes, anti-neoliberales, promotoras de una profunda inclusión social y étnica. Además de plantearse una definitiva integración solidaria de América Latina y el Caribe, así como la promoción de un escenario geopolítico internacional que ayudara a romper la imposición de un modelo unipolar-globalizado dirigido por los Estados Unidos y sus más firmes aliados Europeos. A través de este objetivo unipolar, estos países intentan garantizar la explotación barata de los diversos recursos de nuestros países llevándose altísimos beneficios hacia los centros de poder transnacionales, aprovechando adicionalmente la explotación de una mano de obra barata y sin protección estatal, obligándonos a suscribir leoninos programas de endeudamientos con organismos financieros como el FMI, para finalmente utilizarnos como peones sacrificables en el ajedrez de la geopolítica regional y mundial.

A partir de su encarcelamiento entre 1992 y 1994, el Teniente-Coronel o Comandante del Ejército (en ese rango o escalafón de los oficiales se comandan guarniciones militares) Hugo Rafael Chávez Frías, comienza a expandir su liderazgo hacia el ámbito de los civiles, es decir logra hacer llegar su mensaje y las representaciones simbólicas que lo acompañan hasta una parte importante de la sociedad venezolana. Este apoyo irá creciendo como producto de un arduo, esforzado y firme trabajo de promoción de sus ideas y propuestas para transformar radicalmente a Venezuela. Esta campaña y trabajo proselitista que lo lleva a recorrer varias veces la nación y algunos países de la región, se acompaña de la decisión de conformar un Partido Político que permita agrupar, organizar y proyectar nacionalmente los contenidos del movimiento inicialmente militar del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) hasta transformarlo en un partido amplio, cívico-militar, nacionalista, amalgamado en torno a su liderazgo y donde encontraron cabida ciudadanos y ciudadanas provenientes de las más diversas formaciones ideo-políticas, religiosas, intelectuales, de género, étnicas, profesionales, militares, sindicales, gremiales, populares y hasta empresariales. Nos referimos al partido Movimiento Quinta República (MVR), el instrumento partidista a través del cual se organizarán las propuestas programáticas y organizativas del movimiento revolucionario para intentar acceder al poder participando en los procesos electorales nacionales del país. Posteriormente, se tomará la decisión de transformar esta organización partidista en el actual Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Con todo ese proceso de conformación de un liderazgo inicialmente militar y luego cívico-militar llega el Comandante Hugo Chávez al triunfo electoral de diciembre de 1998. Han transcurrido alrededor de 16 años durante los cuales este dinámico y joven oficial del ejército venezolano, proveniente de una familia muy humilde del interior del país (esas áreas del interior del país que algunos investigadores y ensayistas definen como la Venezuela Profunda), quien fue criado durante los años de su escuela primaria junto a su hermano mayor Adán por su abuela Rosa Inés, en un rancho de techo de paja y piso de tierra en un pequeño poblado del llano Barinés conocido como Sabaneta, donde era indispensable vender los frutales naturales y artesanalmente procesados que se cosechaban en el patio o solar de la casa, con la finalidad de recabar recursos para la manutención de la abuela y los 2 nietos que ella tenía bajo su responsabilidad. Luego estudia la secundaria o bachillerato en la ciudad llanera de Barinas viviendo ya con sus padres y numerosos hermanos. Posteriormente ingresa a la edad de 17 años a la Escuela Militar de Venezuela, donde se forman los oficiales del ejército venezolano, aprovechando que estos estudios constituyen un eficaz y gratuito mecanismo para acceder a mejores condiciones de vida para las familias humildes en la Venezuela de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI.

Cuando Hugo Chávez Frías asume la Presidencia Constitucional de la República de Venezuela en febrero de 1999, ya vienen en su morral o historia acumulada una intensa y variada experiencia de vida. Caracterizada por limitaciones, ascensos, derrotas, incertidumbres, retrocesos, éxitos y un indudable crecimiento intelectual, ético y político. Al sumar los anteriores 16 años de conformación del liderazgo militar y cívico-militar y los 14 años transcurridos como Jefe de Estado y Líder fundamental del proceso revolucionario venezolano, tenemos un recorrido de 30 años de activación política desde las posiciones de joven militar que líderiza a otros jóvenes oficiales desde las ideas y la ética Bolivariana, conspirador militar, pasando por su responsabilidad como Jefe de una rebelión militar, líder de un nuevo partido político, hasta convertirse en Presidente Constitucional de Venezuela electo en varios procesos electorales y proyectándose como un líder que logra importantes éxitos en la política nacional y también en el escenario internacional.

El Presidente Chávez logra líderizar el más profundo, revolucionario y amplio proceso de transformación que jamás había ocurrido en la sociedad venezolana en un tiempo tan corto de solamente 14 años. Al revisar críticamente la Historia de Venezuela y de otros países, resulta asombroso como durante el período comprendido entre febrero de 1999 y marzo de 2013, se logran los resultados de re-distribución de la Renta Petrolera hasta TODOS los sectores de la sociedad venezolana, incluyendo a quienes se encontraban en los niveles más extremos de la pobreza crítica, como es el caso de indigentes adultos y niños que fueron incorporados a diversos procesos de recuperación y dignificación. Esta política de valiente y firme redistribución democrática de la Renta Petrolera se ha hecho beneficiando a los más diversos sectores sociales de Venezuela. Desde los miembros de la burguesía venezolana tradicional, pasando por las empresas extranjeras o transnacionales establecidas en el país, la promoción de nuevos grupos empresariales por medio de políticas crediticias y acceso a los dólares preferenciales, los denominados sectores medios o clase media, quienes se ven protegidos y beneficiados por las acciones gubernamentales. TODOS los sectores sociales y étnicos que conformamos la sociedad venezolano hemos accedido, a través de diversos esquemas de re-distribución creados por el gobierno de Hugo Chávez, al beneficio originado por la explotación del petróleo venezolano.

Particularmente intensa y audaz ha sido la elaboración y ejecución de políticas públicas dirigidas a garantizar el acceso masivo y directo de las mayorías populares que habitan el territorio venezolano (incluyendo varios millones de compatriotas colombianos que la violencia política, social y narco-paramilitar ha desplazado hacia nuestros espacios). Los programas de cobertura gratuita en salud y distribución de medicamentos, el ingreso gratuito a todos los niveles de la educación pública, la distribución gratuita –en muchos casos- y subsidiada de alimentos para la mayoría de la población, la construcción masiva de viviendas a bajos precios y en muchos casos totalmente subsidiadas, la masificación y tecnificación del deporte, el accesos masivo a internet, disponibilidad de créditos a bajos intereses para adquirir viviendas, vehículos y establecer pequeñas y medianas empresas sociales, familiares y personales. La consolidación del sistema de Seguridad Social que permitió elevar la cifra de asegurados de alrededor de 372.000 hasta más de 3 millones actualmente. También la reducción del desempleo y la aplicación de una política de permanente incremento salarial, constituyen sólo una parte muestral de los aspectos fundamentales de estas políticas públicas de profunda inclusión etno-social, fundamentadas en una intensa y amplia re-distribución de la Renta Petrolera. Es posible seguir apuntando la diversidad y amplitud en la cobertura de estas acciones de Gobierno y Estado adelantadas durante estos años de gobierno del Presidente Hugo Chávez, debido a que son numerosas, evidentes, constatables y sobre todo disfrutadas plenamente por los habitantes mayoritarios de Venezuela.

Para hacerlo posible, fue indispensable promover y realizar un proceso constituyente que permitiera sustituir la Constitución de Venezuela y aprobar democráticamente una nueva Carta Magna que sirviera de marco jurídico, legal, popular y ampliamente legitimado. Además fue necesario instrumentar programas o misiones paralelos a las estructuras pesadas y corrompidas de la burocracia ministerial y en general del sector público de la nación, con la finalidad de lograr su funcionamiento efectivo y sin trabas previamente existentes. Todos estos cambios se realizaron en medio de fuertes presiones, amenazas, acciones desestabilizantes e intentos por derribar violentamente los gobiernos democráticamente electos del Presidente Hugo Chávez Frías. A estas graves dificultades se sumaron deslealtades, inconsecuencias políticas y afectivas, comportamientos gubernamentales ineficientes e ineficaces, actos masivos de corrupción y traiciones, todos estos comportamientos llevados a cabo por personas que acompañaban al Presidente Chávez como parte de sus equipos de confianza

El presidente Chávez aprovechó efectivamente sus habilidades comunicacionales y pedagógicas para colocarlas al servicio de su liderazgo e impulsar estos profundos cambios en el Gobierno, el Estado y la Sociedad Venezolana. En primer lugar, fundamentó doctrinariamente su proyecto nacional y latinoamericano en el pensamiento, la acción y la ética Bolivariana. Así logró cohesionar una mayoría de venezolanos en torno al rescate de la auto-estima nacional y regional. Luego avanzó hacia el rescate del control de los recursos estratégicos del país por parte del Estado, logrando que este pudiera fortalecerse nacional e internacionalmente, adelantando así una profunda y democrática re-distribución de la Renta obtenida por la explotación del Petróleo. Se puede estar en contra de estas políticas, se puede criticar las formas de ejecución, es posible denunciar posibles actos de corrupción alrededor de estas, también puede discutirse incluso su sustentabilidad en el porvenir, pero sería sencillamente absurdo negar la existencia de estos cambios y los alcances logrados en beneficio de TODOS los sectores etno-sociales de Venezuela. El aumento masivo del consumo de bienes y servicios en todo el país, incluyendo alimentos, productos del hogar, gas, electricidad, gasolina y otros, son muestras contundentes del acceso de la mayoría determinante de los habitantes de Venezuela a mejores niveles de vida.

Donde el Presidente Hugo Chávez agotó esfuerzos y comprometió su salud al trabajar diariamente y con poca atención hacia el indispensable descanso humano y el cuidado de su bienestar personal, fue en los intensos esfuerzos que dirigió a lograr abrirle espacio en el país a la construcción de una ética capaz de progresar en la sustitución de la cultura rentista que prevalece en Venezuela, particularmente desde el año de 1926 cuando los ingresos por la Renta derivados de la explotación petrolera superaron los ingresos por otras actividades. Cuando hablamos de cultura rentista nos referimos a la presencia de valores, usos, costumbres, juicios, prejuicios y formas de comportamiento de TODA la sociedad venezolana para tratar, desde cualquier perspectiva individual o colectiva, de acceder en forma rápida, fácil, con menor esfuerzo, asumiendo derechos sin deberes, violentando normas jurídicas, morales y éticas, a partir de los cuales se busca apoderarse de porciones importantes de la Renta del Petróleo.

La cultura rentista se puede verificar fácilmente en Venezuela con muchos ejemplos. Cuando los empresarios utilizaron sus listados de nóminas para comprar bonos de la deuda pública en dólares para su beneficio corporativo y no para los trabajadores a través de cuyos datos se compraron bonos baratos, estamos en presencia de esa cultura. Allí participaron funcionarios del estado venezolano involucrados en las operaciones y en la vigilancia de los procedimientos. Estamos hablando de los años 2007-2008. Cuando se utiliza el acceso a la adquisición de divisas baratas (Bs. 4.30 y 6.30 por dólar) para importar productos aprobados por el gobierno nacional a través de las providencias y luego se traen containers o depósitos-cavas de hierro con material de desecho, productos de muy bajo valor, alimentos vencidos, y en otros casos vacíos o finalmente no llegaron los bienes, pero las empresas establecidas o de maletín obtuvieron en cadivi o sitme divisas subsidiadas, estamos frente a la conformación de redes de corrupción que requieren la confluencia de sectores privados o particulares con funcionarios públicos que ejecutan esto ilícitos. En el caso de un grupo de fiscales de tránsito terrestre que desde hace varias semanas se ubican en un punto de la autopista Andresote de Yaracuy y repentinamente detienen a todos los vehículos en dirección hacia Carabobo, y amenazan con aplicar multas que sobrepasan los 1.000 Bs a menos que colaboren con un pote, estamos frente a ese comportamiento derivado de la cultura rentista. También cuando se aprueban recursos para obras que se cancelan con anticipación a las empresas contratistas una gran parte del presupuesto de la obra y finalmente no se avanzan los trabajos comprometidos, allí tenemos otra evidencia de este comportamiento. Pero igualmente cuando se pagan altas sumas de dinero para ser incluidos en la lista de los pensionados del IVSS sin tener los requisitos requeridos, estamos frente al ejercicio de una cultura rentista, eso que en Venezuela denominamos eufemísticamente como vivezas. Como calificaríamos a los trabajadores a quienes el Poder Ejecutivo entrega la responsabilidad de manejar una empresa de producción de alimentos y más adelante proceden a la aprobación de prebendas y beneficios extraordinarios para la directiva, aumentando salarios sin soportes productivos y adicionalmente estableciendo que solamente pueden ingresar a la nómina como trabajadores exclusivamente sus familiares. A partir de estos breves ejemplos, cada uno de nosotros puede llenar una especie de crucigrama, donde colocará los datos o información de casos individuales o corporativos conocidos desde nuestra adolescencia hasta hoy.

Frente a este grave problema cultural que transversaliza la sociedad venezolana en todos sus sectores sociales, el Presidente Hugo Chávez levantó una propuesta con proyección, tradición y fundamentación universal. Comenzó a desarrollar una propuesta de Socialismo que trascendiera la visión histórico-cultural que importantes militantes revolucionarios habían desarrollado desde el silgo XIX hasta finales del siglo XX. No se trataba de copiar las experiencias rusas, chinas, vietnamitas, coreanas, albanesas o cubanas. Tampoco se trataba de asumir que los planteamientos de Carlos Marx, Federico Engels, Vladimir Lenin, León Troski, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Mao Tse Tung, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y otros importantes aportes a la teoría revolucionaria conforman un código religioso que sirve como modelo de comprensión y construcción para todos los tiempos y espacios. Lo que Chávez ofreció públicamente a los venezolanos es nada más y nada menos que nos atrevieramos a construir nuestra propia perspectiva teórica y práctica del socialismo del siglo XXI, para tratar de orientar a la sociedad venezolana hacia una vía capaz de romper y superar el capitalismo neoliberal globalizado y particularmente el capitalismo rentista petrolero. Esa grave dificultad que el joven Libertador Simón Bolívar ya apreciaba a finales de 1814 desde Jamaica en su famosa Carta, cuando analizando las posibilidades de independencia de cada región de lo que hoy conforma América Latina y el Caribe, señalaba que el caso del Virreinato del Perú era el más difícil porque allí había mucho oro y esclavitudes, el primero corrompe mucho y lo segundo ya está corrompido. Lo más difícil del proyecto propuesto por Hugo Chávez Frías como Socialismo del Siglo XXI es que debe ser construido tomando críticamente en cuenta TODA la teoría y práctica revolucionaria universal, las realidades geopolíticas y económicas internacionales actuales y particularmente la CULTURA venezolana-latinoamericana. Para esa dura tarea no existe un pensador, folleto o libro sagrado que nos lleve de la mano como el pastor guía a los corderos.

Con estos párrafos he querido colocar sobre la mesa de discusión mi apreciación acerca de la configuración de los liderazgos individuales y colectivos. El Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros no se peleó con Chávez para desplazarlo de la máxima responsabilidad. Tampoco estaba dedicado a “montar” un equipo para sustituir ante cualquier circunstancia a su líder y jefe político. Fue el Presidente Hugo Chávez Frías, quien al verse afectado por una grave enfermedad que no le permitía una recuperación definitiva, tomó la responsable, valiente y audaz decisión de escoger entre quienes habían estado a su lado durante más de 14 años como dirigente político y luego también como Jefe de Gobierno y de Estado, seleccionar a quien consideraba que podría asumir con mayores posibilidades de éxito su lamentable sustitución como Presidente, Candidato, Lider del Partido y además responsable de avanzar en los complejos escenarios que estaban por venir y que ya desde hace varios años pugnaban por ganar espacios frente a los modelos socio-políticos y económicos autónomos y alternativos como el desarrollado con grandes éxitos en Venezuela y otros países de la región.

Frente al riesgo humano y en consecuencia psicológico de asumir que los cargos del poder público y sus privilegios materiales son adquisiciones permanentes, que deben mantenerse como poderes reales o monárquicos, es decir que no pueden las personas ser sustituidas de los mismos, aprovecho para hacerle un llamado al Presidente Maduro, así como a los altos cargos del Poder Público Nacional, Regional y Local, del Parlamento y del PSUV, para que reflexionen sobre las siguientes sugerencias expresadas en el marco del respeto y la solidaridad.

1.- Frente a la difícil situación económica y política que ustedes están enfrentando y tratando de manejar y controlar, sería conveniente una reunión ampliada de la dirigencia del PSUV con los parlamentarios, gobernadores, alcaldes y otros activistas, previa al III Congreso del partido, donde ustedes discutan durante varios días la coyuntura actual, sus dificultades y las posibles salidas. Esta amplia discusión permitiría llevar ante los delegados del evento, un informe que permita nutrir los debates y profundizar las miradas de las perspectivas.

2.- Posteriormente, sería oportuno y pertinente organizar una reunión extensa de la Dirección Nacional del PSUV con las direcciones de las organizaciones aliadas del proceso revolucionario, con la finalidad de conformar una visión y acción compartida frente a la situación nacional-internacional.

3.- Llevar al seno del III Congreso Nacional del PSUV una información y una visión que oriente la discusión, sin tratar de coartar o suprimir las posiciones críticas, por muy duras que estas sean. De allí podría salir un partido más cohesionado, posicionado y sobre todo fortalecido para resistir y derrotar las duras acciones de confusión y desestabilización de los adversarios nacionales e internacionales.

4.- Revisar la práctica de asignarle diversos cargos de alta responsabilidad, que además requieren una dedicación exclusiva, a una misma persona. Desde el sentido común y las experiencias organizacionales-gerenciales parecen inadecuadas estas decisiones, las cuales pueden entenderse en medio de coyunturas difíciles y con una intención muy transitoria.

5.- Tomar y asumir definitivamente la práctica de la humildad como complemento fundamental de la unidad. El poder y los elementos que lo rodean simbólicamente tienden a llevar a mucha personas a ejercer conductas alejadas de la humildad cuando actúan desde estas posiciones burocráticas. Muchos venezolanos tenemos referencias y vivencias directas de cómo se comportan algunas personas cuando acceden a un cargo del poder público, olvidando el profundo sentido de humildad que debe prevalecer en quienes gobiernan a nombre de un proceso revolucionario y además son depositarios de un mandato popular que las mayorías que eligen otorgaron para administrar y aplicar políticas públicas. Es necesario revisar la historia política contemporánea de Venezuela y otros países, donde encontraremos evidencias de organizaciones partidistas que al separarse de la práctica de la humildad, desdibujaron sus objetivos y finalmente se convirtieron en partidos al servicio de las burguesías nacionales y del imperialismo norteamericano-europeo (AD, CausaR, PRI, PRD, PSOE, PSF, etc.) En este aspecto, el Presidente Hugo Chávez Frías siempre asumió con orgullo su origen socio-cultural y evitó hasta su muerte mirar al pueblo por encima del hombro y a los poderosos por debajo de esa área corporal.

 

germilio.yeco@gmail.com

 

Historiador – Profesor UCV



Esta nota ha sido leída aproximadamente 6152 veces.



Germán Yépez Colmenares

Historiador - Profesor de la UCV

 germilio.yeco@gmail.com

Visite el perfil de Germán Yépez Colmenares para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: