Un recuerdo para Claudio Cedeño

Por estos días de septiembre y octubre de 2.013, en el Museo Carlos Cruz Diez se está exponiendo la Claudiografia, acompañada de conversaciones y reflexiones sobre la vida y obra del caricaturista, periodista, pintor entre otras facetas, y la trayectoria revolucionaria del camarada Claudio Cedeño (1915-2009), quien llegó a Caracas procedente de Rio Caribe, estado Sucre, con una esperanza o seguramente con un horizonte…ser pintor, y por el camino de la vida y ante la vida se encontró con la dialéctica de Marx. El quizo transitar en la lucha por la libertad y la felicidad posible, y fue consecuente hasta su desaparición física, por cuanto era finito. Sus restos se los llevó el viento, pero su pensamiento y su cultura nos siguen acompañando.

Claudio asumió la dialéctica del movimiento de la materia, y en consecuencia como autentico comunista que era, entendió que la naturaleza adquiere conciencia de si misma en la persona de la mujer o del hombre. Antes no fue posible, desde entonces entramos en la historia en forma activa conscientes que somos finitos como la humanidad, como la sociedad, como la nebulosa, como el Sol, las galaxias, la combinación química o la disociación. No hay nada eterno, de no ser la materia en movimiento y transformación, junto a las leyes según las cuales se mueve y se transforma.

Solo la indestructibilidad del movimiento le da sentido a la filosofía y a la ciencia natural en el marco teórico del materialismo dialectico e histórico. Ello nos permite conocer y aproximarnos a la realidad objetiva, histórica, concreta, de lo concreto real. Todo lo demás es interpretación metafísica que conduce generalmente al idealismo, a las religiones, a las creencias, a la ideología; es decir, ilusiones y las ilusiones eso son.

Claudio igualmente entendió que la humanidad tiene largos siglos de existencia, más de 100.000 años; pero que, en su largo desarrollo histórico sufrió una perversión con la aparición de la sociedad de clases y del Estado como mecanismo de legitimación; con el esclavismo (más de 4.000 años), el feudalismo (1000 años) y el capitalismo (unos 700 años), que ya entró en plena decadencia ideológica y política con el imperialismo. Es un hecho objetivo que hoy estamos en la transición histórica del capitalismo al socialismo científico o comunismo. Con la aparición del célebre Manifiesto de K. Marx y F. Engels hace 165 años se abre la etapa histórica socialista.

El comunismo es la ideología completa del proletariado y a la vez, un nuevo sistema social; es el futuro posible, bello y luminoso de la humanidad, en donde no debe existir explotación de los seres humanos, división de clases y de colores, discriminación y sí en cambio, una sociedad de productores libres regidos por el principio de “a cada quien según su necesidad, a cada quien según su capacidad”. El socialismo se rige por el principio de “a cada quien según el trabajo” por cuanto todavía funciona la economía mercantil y la relación salarial.

En Venezuela estas ideas se iniciaron con Pio Tamayo y otros movimientos en las primeras décadas del siglo XX. Pero el siglo XXI es muy complejo, difícil y exigente, estamos amenazados con una guerra termonuclear debido a la crisis estructural del capitalismo que tiene como política el fascismo y la guerra. Es por ello que la humanidad, la naturaleza y la vida sobre la Tierra tal como la conocemos, está amenazada desde 1.945 con la experiencia de Hiroshima y Nagasaki en Japón. Más de doce Estados poseen bombas atómicas y hay que detener, enfrentar y derrotar el bandolerismo Yanqui y su locura en Siria, que parece por ahora estar frenado.

Claudio Cedeño entendió su tiempo y el mundo de hoy asumiendo su responsabilidad y compromiso con la Revolcuión Bolivariana y Socialista liderada por el Comadante Hugo Chávez desde una compresión científica e histórica de la realidad. El debate, el estudio, la formación sobre el tema de la cultura y las ideas son fundamentales para organizarnos y avanzar en la unidad de la Nación, del pueblo y de la clase obrera en Venezuela, Latinoamérica y el Caribe y el Mundo, por cuanto libramos una lucha global contra la barbarie. La bandera de la paz y del amor entre los pueblos los asumió siempre Claudio Cedeño en su vida y obra con creatividad para despertar conciencia. La conciencia y el amor son claves importantes para salvar para al Mundo de la locura del imperialismo.


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Fernando Soto Rojas


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