La última traición al pueblo de Venezuela

El 23 de enero de 1.958, por acción del pueblo, termina el régimen dictatorial del general Marcos Pérez Jiménez. Sin embargo son los militares los que aprovechan en primera instancia esta victoria y conforman una Junta Militar de Gobierno, pero al presionar el pueblo se transforma en Junta de Gobierno con la incorporación de algunas personas civiles. En los primeros momentos dominaba el espíritu unitario, pero este espíritu, que tuvo su expresión más concreta en la Junta Patriótica que se había formado para luchar contra el dictador. Poco tiempo después comienza a resquebrajarse esta unidad y se van definiendo las posiciones de cada uno de los partidos políticos con miras a las próximas elecciones. En Diciembre de 1.957, en la ciudad de Nueva York, los máximos representantes de los partidos políticos venezolano, Acción Democrática, Unión Revolucionaria Democrática y COPEI, habían firmado un pacto que luego fue ratificado en Venezuela en el mes de Octubre de 1.958 tomando el nombre de PACTO DE PUNTO FIJO. Tal pacto ordenado directamente por el Secretario de Estado de los Estados Unidos.

Los firmantes del pacto se comprometen a consolidar la unidad democrática, erradicando la violencia ínterpartidistas, defender los resultados electorales, formar un gobierno equitativo con gente de los partidos firmantes del pacto, sin hegemonía de ningunos de ellos, y con alguna personalidad representante de los sectores independientes, burguesía, mediante una esmerada selección; sin embargo los firmantes del pacto no pudieron ponerse de acuerdo sobre una candidatura única por lo que en las elecciones del 7 de diciembre de 1.958 concurren 3 candidatos, cada quien contando con el apoyo de cada uno de esos partidos, el Contralmirante Wolfgang Larrazábal, Presidente de la Junta de Gobierno, fue el candidato del Partido URD; Rómulo Betancourt fue candidato por el Partido Acción Democrática y el Dr. Rafael Caldera por el Partido Socialcristiano COPEI. El resultado electoral arrojó las siguientes cifras: Rómulo Betancourt con 1.284.092, votos. Wolfgang Larrazábal 903.479 votos y Rafael Caldera 423.262 votos. El Congreso Nacional quedó constituido con 32 senadores y 73 diputados de A.D; 11 senadores y 34 diputados de URD; 6 senadores y 19 diputados de COPEI; y 2 senadores y 7 diputados del PCV. Días después de las elecciones hay un intento de desconocerlas por parte de algunos sectores que apoyaron la candidatura de Larrazábal, pero la actitud de la Junta de Gobierno presidida en ese momento por el Dr. Edgar Sanabria logra calmar estas manifestaciones.

De manera que desde esa fecha se puede notar el fracaso del tan cacareado Pacto de Punto Fijo, ya se veía frustrante, se veía era un convenio hecho entre hipócritas que solo buscaban los beneficios particulares y de cada tolda política, ya que el pueblo seguía excluido de cualquier política de gobierno, no había duda que aquel pacto estaría basado en la mentira; y continuaría siendo hasta el final una gran mentira. Entre los firmantes del pacto nunca hubo la voluntad de unirse y hacer un gobierno de consenso en beneficio de Venezuela y de los venezolanos, no, allí cada quien tiró para su lado con actuaciones mezquinas como la de inhabilitar al partido clave en la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez, el Partido Comunista de Venezuela, PCV. En la práctica el Pacto de Punto Fijo representó una especie de guarida en donde irían a refugiarse fieras que deseaban gozar de un gran banquete, él representado por el erario público. Es así como Rómulo Betancourt asume la Presidencia el 13 de Febrero de 1.959 y gobierna hasta el 12 de Marzo de 1.964. Su período transcurre muy convulsionado debido a los acontecimientos internos y externos que pusieron en serio peligro la estabilidad del gobierno. Este fue el único gobierno integrado por los 3 firmantes del PACTO DE PUNTO FIJO, aunque sus concepciones fueron aplicadas hasta que llegó Hugo Chávez a la Presidencia en 1.999, encontrando un país arruinado en donde la pobreza cundía entre la mayoría de sus habitantes y la nación venezolana a punto de ser ofertada al mejor postor; y el gobierno de Estados Unidos esperando como caimán en boca de caño.


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José M. Ameliach N.


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