Fábricas socialistas, fábricas para la vida...

Con enorme entusiasmo, nuestra población, comienza a percibir la presencia de novedosísimos instrumentos que está creando la Revolución Bolivariana, se trata de las Fábricas Socialistas; "Cada empresa Socialista debe convertirse en un centro de formación, esto con el fin de transformar el sistema capitalista, y las relaciones sociales de explotación que existen. La única manera es con conciencia revolucionaria y esto pasa por la formación socialista y la interpretación de la realidad para cambiarla", expreso Jorge Arreaza durante una inspección a la fábrica recuperadora de tubos Kariña, ubicada en San Tomé, estado Anzoátegui (Prensa MCTI, 4 de agosto 2010). En relación al proceso de selección de las trabajadoras y trabajadores de esta fábrica socialista, Arreaza explicó que “se eligieron a los mismos habitantes de las comunidades cercanas a la planta, también se incorporaron parte de los compañeros que construyeron la fábrica, normalmente cuando terminan de construir una empresa se prescinde del trabajo de los constructores, pero la Revolución hace todo lo contrario, incorpora a estos trabajadores sabiendo que son de gran valor para la puesta en marcha de esta fábrica”, dijo el viceministro. Dos características de suma importancia, desarrolla el viceministro Arreaza en esta nota de prensa, la Conciencia y la forma Democrática de selección de los trabajadores/trabajadoras que habrán de integrar los equipos de producción de la fábrica. Al capitalismo nunca le interesó compartir con los trabajadores/trabajadoras, los conocimientos del manejo de la empresa, y aquí nos referimos no sólo a los aspectos relacionados con la producción, sino también, a los relacionados con la comercialización y el financiamiento de la empresa. El burgués actúa egoístamente, monopoliza esa información en conjunto con su personal gerencial, para explotar sus trabajadores/trabajadoras. En una fábrica que se digne en llamarse: Socialista, la explotación debe ser cosa del pasado, y para lograrlo, sobre lo primero que debemos actuar es sobre la Conciencia de los trabajadores/trabajadoras, formarlos política y técnicamente sobre los procesos de funcionamiento de la fábrica o empresa, correlacionándolo con el funcionamiento y procesos que vive nuestra Patria, para que tengan una visión integral del funcionamiento de nuestra sociedad, y logren comprender el papel de su unidad de producción en el contexto nacional, y eso lo llamamos Conciencia.

El nuevo modelo económico, en construcción, se orienta a satisfacer las necesidades humanas de todos/todas los habitantes de nuestra Patria, no puede limitarse a producir en forma más participativa dentro de la empresa, sin tener en cuenta al resto de la población, para comprender esto, se hace imprescindible la Conciencia. Para su comprensión, entonces, es fundamental lo que expresa el camarada Viceministro Jorge Arreaza, el estudio y los Centros de Formación Socialista. Pero el estudio debe acompañarse de una práctica política, si no sería como perder el tiempo, le entra por una oreja y le sale por la otra. En la misma nota de prensa nos relata cómo: “Una de las características de la formación socialista es que no es solamente teoría, sino que también tiene una traducción práctica. Muestra de ello es que para el próximo jueves y viernes, se estarán eligiendo los estatutos del Consejo de Trabajadores y Trabajadoras, de esta empresa recuperadora de tubos”, destacó Arreaza. De igual forma, informó que en los próximos días se estarán eligiendo las voceras y voceros para distintos ámbitos como salud, vivienda y gestión. “Este es un paso muy importante porque va a depender de la participación directa de los trabajadores, como resultado de proceso de formación”, mencionó.

Los Consejos de Trabajadores (CT), a diferencia de los Sindicatos, son organizaciones para el ejercicio de la Autogestión, el poder directo de los trabajadores/trabajadoras en la fábrica o empresa de producción social. Los CT colocan a los trabajadores/trabajadoras como los/las protagonistas de sus respectivos centros de trabajo. En esta transición, es lógico que ambas organizaciones coexistan en una fábrica o empresa de producción social, recuérdese que en la sociedad transicional actual, los restos de la vieja sociedad están algunos intactos. El proceso al Socialismo, es un proceso tanto de destrucción como de construcción: un proceso de destrucción de los elementos de la vieja sociedad que todavía permanecen y un proceso de construcción de los nuevos seres humanos socialistas. Nadie como el “Che” Guevara enfatizó que, en la transición, debemos tomar Conciencia de la importancia de desarrollar nuevos seres humanos socialistas. Decía: “realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etc.) se puede llegar a un callejón sin salida,”. El “Che” enfatizaba una y otra vez, que para construir el Socialismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo. En otras palabras, las fábricas socialistas, deben ser centros de formación del hombre y la mujer nuevas. Ese es y debe ser el objetivo estratégico a alcanzar, y los directores y personal gerencial, deben tenerlo bien claro. “El administrador revolucionario debe trabajar para que sus técnicos se queden en el país, realicen un vuelco ideológico que les permita no solo trabajar, sino trabajar con entusiasmo por la Revolución y para que se identifiquen con la clase obrera que es la clase llamada a regir los destinos del país en el porvenir inmediato…” (Ernesto Guevara).

Entonces, retomando el hilo de nuestra conversa, hablábamos de la práctica política como elemento fundamental para el logro de la Conciencia; la organización de los trabajadores/trabajadoras en los CT; el ejercicio en la fábrica o empresa de producción social de la Democracia Participativa, para ello debe propulsarse un esquema organizativo empresarial más horizontal menos vertical, en eso los camaradas cubanos avanzaron suficiente, el “Che” nos hablaba en: “Discusión colectiva; decisión y responsabilidad técnicas” (Revista Trabajo, segunda quincena, julio, 1961), de dos instancias existentes en la fábrica socialista de sumo interés para nuestra experiencia: “El Consejo Técnico Asesor está constituido por los obreros más destacados de cada departamento de la producción, los que, reunidos, asesoran al administrador sobre medidas prácticas a tomar en cada unidad de producción. Los Consejos Técnicos Asesores se ocupan de todas las tareas revolucionarias-técnicas…”, explicándonos, con un ejemplo, sus funciones: “Por ejemplo, hace falta una pieza de repuesto, una máquina está paralizada por esa pieza, el ingeniero opina que esa pieza debe ser traída de algún país extranjero -eso tarda un mes y medio-, que no es posible repararla y que por lo tanto hay que dejar esa máquina parada. "En todo caso -dirá el ingeniero-, traer la pieza por avión”. El Consejo Técnico Asesor se reúne, recurre a la experiencia práctica de todos los obreros y resuelve que esa pieza si se puede reparar en Cuba, mientras llegue la pieza original; se ponen a la tarea y se repara la pieza. Cómo ha sido el trabajo de estos obreros? Ha sido técnico, pero ha sido revolucionario…”

Otro instrumento que desarrollaron los/las camaradas cubanas, para el fortalecimiento de la fábrica socialista, en cuanto implica, la expresión verdadera de los anhelos y opiniones de los trabajadores/trabajadoras lo fue, sin duda, la Asamblea de Producción: “La asamblea de producción abarca a todos los obreros de una fábrica que reunidos democráticamente, exponen sus puntos de vista sobre la marcha de la industria y del plan. La asamblea de producción representa una especie de cámara legislativa que enjuicia la tarea propia y la de todos los empleados y obreros. Allí deben imperar, como armas de educación socialista, la crítica y la autocrática. Esta modalidad permite que se intercambien muchos puntos de vista, a veces encontrados, se eduque a los administradores en la escuela del análisis crítico de su propia tarea ante el pleno de la masa obrera y a ésta para el control efectivo de las tareas de administración. La crítica y autocrítica serán fundamento del trabajo diario pero llevadas a su máximo en la asamblea de producción, donde se ventilaron todos los problemas referentes a la industria, y donde el trabajo del administrador estará sujeto a los interrogatorios y critica por parte de los obreros que dirige…”

El ejercicio de la producción en una sociedad ampliamente Democrática, Socialista, incidirá –directamente- en la Conciencia de los trabajadores/trabajadoras, desmontando concepciones capitalistas que motivaron profundas diferenciaciones sociales. Para atacar esta problemática y avanzar, aceleradamente, en la construcción del hombre y la mujer nuevas, el camarada Ernesto Guevara propulsó la idea del Trabajo Voluntario, definiéndolo como: “El trabajo voluntario es una escuela creadora de conciencia, es el esfuerzo realizado en la sociedad y para la sociedad como aporte individual y colectivo… El trabajo voluntario es el que se realiza fuera de las horas normales de trabajo sin percibir remuneración económica adicional. El mismo puede realizarse dentro o fuera de su centro de trabajo…” (Discurso del comandante Ernesto Che Guevara en la entrega de certificados de trabajo comunista en el ministerio de industrias, 15 de agosto de 1964). En la ejecución del Trabajo Voluntario no hay diferenciación entre trabajo manual e intelectual, todos/todas realizan una misma forma de trabajo, se equiparan sus tareas, el esfuerzo colectivo supera el individualismo, la competencia desaparece y la solidaridad se hace presente, de todos/todas depende si terminamos rápido o no la jornada; pero si lo hacemos rápido, ayudemos a los/las camaradas vecinas a que también culminen y así todos/todas podremos irnos más temprano a descansar. En fin, una escuela de Socialismo.

Como bien apuntábamos, el trabajador/trabajadora de una fábrica socialista, debe ser integral, tener una visión que no se restringa a su unidad de producción; para ello, es vital que la fábrica o empresa de producción social, esté integrada al territorio o unidad territorial en que está inserta. Sus acciones y resultados deben desparramarse sobre el contorno social que les circunda; por supuesto, además de lo nacional. Los vecinos/vecinas de la fábrica deben sentir esa unidad de producción como suya y sus efectos benefactores deben recaer, también sobre ellos/ellas. Parques infantiles, remodelaciones de vivienda, viviendas nuevas, ambulatorio de salud, planes vacacionales y de recreación, ayudas sociales a los más necesitados, escuelas, Universidad Bolivariana de los Trabajadores/Trabajadoras, becas a los/las estudiantes más necesitadas, Trabajo Voluntario; en fin, todo un efecto benefactor debe ir desde las fábricas socialistas hacia el entorno territorial que las circundan. Para ello, es importante la incorporación de las organizaciones de vecinos/vecinas, Consejos Comunales, dentro de la estructura organizacional de la fábrica socialista. La comunicación entre fábrica socialista y pueblo no solo debe ser, incorporándolos a la gestión de la fábrica, sino que, desde ésta deben propulsarse otras formas asociativas como el periódico comunal-laboral, la radio, la tv y demás medios comunicativos.

“El mundo que los socialistas siempre han querido construir es aquel en el cual cada persona se relacione con las demás como partes de una gran familia; una sociedad en la que seamos capaces de reconocer que el bienestar de los demás nos beneficia a todos: un mundo de amor y solidaridad humana donde, en vez de clases y antagonismos clasistas, tengamos “una asociación, en la cual el libre desarrollo de cado uno sea la condición para el libre desarrollo de todos”… “Por esta razón, Marx sostenía que el socialismo nunca podía ser entregado a la gente desde arriba, debía ser el fruto del propio trabajo de la clase trabajadora…” (El socialismo no cae del cielo, Michael A. Lebowitz).

Post scriptum: y hablando de fábricas socialistas, lo de Cantv-Movilnet no tiene nada que ver con Socialismo, la existencia de un Decreto Presidencial que propugna la democratización del acceso a esa tecnología debiera ser más que suficiente, para que nuestra empresa de telecomunicaciones facilitara, a nuestra población, la adquisición de los equipos necesarios para que tal objetivo sea un hecho. La realidad es, que nuestras empresas “socialistas” se mueven todavía en la órbita del capitalismo y de los más salvajes; para más detalle, informamos que, por estos días, nos dedicamos a la búsqueda de un módem, equipo esencial para acceder al internet inalámbrico, nuestra búsqueda no pudo ser más frustrante, pues dichos equipos se encuentran agotados en las oficinas comerciales. Pero el caso no es ese, sino que al hacer la comparación del costo del equipo ofrecido por nuestras empresas de comunicaciones con los de las empresas privadas, la competencia, este equipo o similar podía obtenerse por apenas 90 BsF en los privados; mientras, la única marca disponible en Movilnet-Cantv ronda los 400 BsF. De cuál socialismo nos hablan los gerentes de nuestras empresas de telecomunicaciones?, ¿Por qué se niegan a competir con las empresas privadas, la competencia?, ¿Para quién trabaja la gerencia de Movilnet-Cantv?...


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Henry Escalante


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