Clase Media Revolucionaria

Ser rico es otra ebriedad: la de olvidar

El título de este artículo corresponde a una frase del novelista francés, del siglo XX, Louis Ferdinand Céline, de su libro “Viaje al fin de la noche”. Una frase que nos debería hacer reflexionar cuando el Presidente Chávez ha venido diferenciando la percepción diversa que el rico y el pobre tienen de la realidad. Un tema sobre el cual debemos meditar si queremos pensar que un mundo mejor es posible...

La historia del capitalismo es la historia de una deshumanización progresiva y creciente. Cuando el capitalismo ha logrado mostrar un rostro más humano, como en diversos países europeos, es porque se ha venido acercando al socialismo. En pleno desarrollo de la Revolución Industrial, en el siglo XIX, y aunque las condiciones de trabajo eran terribles, todavía se creía en el potencial creativo del ser humano. Surgieron grandes inventores o innovadores de la estirpe de un Edison, un Bell o un Marconi. En los siglos XVII y XVIII, el pensamiento de los grandes nombres emblemáticos del liberalismo político y económico, John Locke y Adam Smith, contenía referencias específicas al ser humano. En ellos, había una visión del mundo y del ser humano, que nosotros no compartimos, pero que era honesta. Poco a poco, el pensamiento político y económico se fue desvaneciendo hasta llegar a las teorías neoliberales donde el ser humano simplemente desaparece. No existe, fue olvidado totalmente, al extremo que se llega a valorar la educación y la salud desde una perspectiva cuantitativa y técnica, obviando lo cualitativo y lo humano. La reciente crisis especulativa, financiera y económica, del capitalismo, propia de su voracidad y ceguera, es otra expresión de ese mismo olvido…

Cuando uno observa, a la oposición o a la clase media venezolanas que cuestionan la inmensa obra social del Gobierno, es porque se han olvidado del ser humano; al igual que cuando critican a una Misión, tan extraordinaria, como Barrio Adentro o al programa de formación de médicos integrales comunitarios. Han perdido la capacidad de pensar, por ejemplo, que una madre pobre, de cualquiera de nuestros barrios, se preocupa tanto como una madre rica, cuando su hijo pequeño se enferma y, antes, no tenía la posibilidad de darle atención médica inmediata. Cuando no son capaces de entender que es importante ampliar el acceso a la educación, es también porque se han olvidado del ser humano. Cuando las agencias publicitarias hacen propagandas que sólo proyectan la realidad de los sectores sociales de mayores recursos, y los medios privados de comunicación las difunden, sin tener la sensibilidad para darse cuenta de lo que hacen, es porque se han olvidado del ser humano. El individualismo, el exhibicionismo y el narcisismo de la sociedad capitalista son diversas maneras de olvidar…

El socialismo está, sin lugar a dudas, más cerca del ser humano pero cuando cae en el infierno del burocratismo y del dogmatismo es porque, también, se ha olvidado del ser humano. Es decir, en socialismo tampoco estamos exentos de olvidar, y muchos de nuestros dirigentes políticos y funcionarios públicos, demuestran con sus acciones que se han olvidado del ser humano. El socialismo debe ser la concreción de NO OLVIDAR. La memoria del otro debe estar siempre presente en nosotros…

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Reinaldo Quijada


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