Un mundo sin alimentos

En los actuales momentos el mundo atraviesa un grave problema, como lo es la escasez de alimentos básicos para la vida del ser humano. La creciente crisis que enfrenta el sistema Capitalista global "desarrollado" ha envuelto a todos ellos, en una espiral de desabastecimiento en ese renglón, realmente la situación es difícil y preocupante debido a la incidencia de ello, en el normal desarrollo de las actividades vitales del ser humano, por lo tanto, es de imperiosa necesidad tomar las medidas necesarias para corregir este grave problema, que en definitiva a quien mas golpea es al de menos recursos por razones de todas y todos conocida. En nuestro país, a lo largo de éstos 25 años del proceso iniciado por el comandante Hugo Chávez, ahora continuado por su hijo del transitar de la vida, nuestro Presidente Constitucional, Nicolás Maduro Moros, se han venido tendiendo las bases para un desarrollo sostenido y sustentable en materia de producción de alimentos. No obstante, es necesario de manera inmediata, implementar un GRAN PLAN NACIONAL DE SIEMBRA, el cual involucre a todos los organismos del sector agrícola, pero tomando en cuenta principalmente a los productores del campo y del mar, aprovechando esa extensa red de organizaciones populares productivas, que a bien se han venido formando, llámese consejos comunales, comunas, circuitos comunales, Consejos de campesinas y campesinos etc.

Dicho plan, debe ser diseñado de la manera lo más sencilla posible, sin dejar de ser técnicamente viable, cumpliendo con todos los elementos científicos tecnológicos desde el punto de vista agrícola. Éste plan, que hoy humildemente proponemos a las autoridades nacionales, regionales y locales de nuestro gobierno, no se refiere a un plan burocrático mas, sino a algo completamente novedoso, que no implique grandes desembolsos de recursos monetarios, que en la actualidad están escasos; No, solo proponemos la conjunción de recursos, primeramente humanos, que es a quien van principalmente dirigidos y en segundo lugar, aprovechar toda esas grandes , medianas y pequeñas infraestructuras, que existen a lo largo y ancho del país que por diferentes motivos se encuentran abandonadas sin darles un uso justo y necesario, con la finalidad de aumentar de manera significativa la producción de alimentos básicos para nuestro pueblo, que bien lo merece y necesita de manera continua y sostenida en el tiempo.

En atención a lo antes expuesto, es que proponemos seis (6) líneas maestras que a continuación presentamos:

  1. Realizar un inventario nacional, regional, municipal y parroquial, de todas las infraestructuras físicas (llámese lotes de hectáreas de terrenos otorgadas por el INTI que se encuentran abandonados y sin producir, por los beneficiarios originarios, casas de cultivos, sistemas de riego, pozos perforados, vías de penetración intransitables) en fin, todo tipo de infraestructura agrícola que se encuentre improductiva.

  2. Planificar para su inmediata ejecución de un PLAN DE SIEMBRA NACIONAL, que contemple tres (3) cultivos básicos de la dieta del venezolano como lo son: el maíz, el arroz y los frijoles (en sus distintas variedades autóctonas).

  3. Utilizar todos los recursos en materia de semillas nativas con las cuales se cuenta en stop nacional (cero importaciones).

  4. Otorgamientos de créditos agrícolas para los medianos y pequeños productores, los cuales se desembolsarían por etapas (a medida que avance su proyecto específico) dándole prioridad a los insumos de arranque, y capital de trabajo en efectivo de forma bien supervisada.

  5. Estructurar efectivos canales de distribución y consumo a través de todos los circuitos comunales del país.

  6. Establecer un sistema especial con PDVSA, en donde los pequeños y medianos productores del campo y del mar, puedan acceder al suministro de combustible, sin intermediarios y cancelarlo a precio razonable.

Con la implementación de éste plan, estaríamos resolviendo dos graves problemas que se nos están viniendo encima, como lo es: los escases de alimentos (producto de las guerras globales imperialistas) y el desempleo, ya que, al activar, toda esa masa de mujeres y hombres en las labores de siembra, tanto en el campo como en las ciudades, se estaría reactivando, el aparato productivo en el sector agrícola y por ende todo el sistema económico financiero de nuestro amado país Venezuela.

Ing. Emilio José Romero. MSc.

Profesor de la UPTAG. Estado Falcón.

Correo: romeroej145@gmail.com



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