Carta abierta de los trabajadores petroleros a Rafael Ramírez

Estimado Ramírez, la historia de nuestros pueblos, de nuestras irrenunciables luchas por conquistar la independencia, por defender nuestra soberanía y el derecho a ser libres, está signada por la traición de los cipayos, por la "maldición de malinche" que no deja nuestras tierras, ni hace libre a nuestra gente. Los humildes ponen los muertos, los hambrientos, los excluidos, los explotados, los analfabetos y los desasistidos. La burguesía calla ante el sufrimiento de los desposeídos y organiza golpes de estados cuando el pueblo gobierna; acompaña y se encuentra en espacios comunes con los gobiernos cipayos para proponer y acordar medidas de hambre para la mayoría, mientras aseguran sus privilegios.

Sin embargo, la masa abraza con entusiasmo y lealtad la propuesta revolucionaria de una sociedad justa, una vez que identifica a su verdadero enemigo de clase: la burguesía, cuando despierta reconociendo en el capitalismo el causante de todos sus sufrimientos.

No es imprecisa la aproximación que hiciere Neruda sobre Bolívar, aquel líder revolucionario que "despierta cada 100 años cuando despierta el pueblo", para con su ejemplo, su pasión, su fulgor orientar las masas hacia su emancipación. De allí el papel clave e histórico del líder, el que hace posible la lucha consciente, el que trasciende la acertada comprensión del momento histórico para convertirla en fuerza positiva de avance y militancia. El papel que jugó Chávez y que el imperio no desestimó, la causa de su desaparición física y que justifica la persecución moral de su legado. Es el trascendental rol del líder la causa de tanta infamia contra Fidel, de tanto odio contra Lenin y tanto esfuerzo por enterrar al Che y a Bolívar. Es la causa camarada, de tan hostil persecución en su contra, en contra del ministro de Chávez, el que materializó la política de Plena Soberanía Petrolera y nacionalizo La Faja, el que dirigió victorioso las batallas contra la ExxonMobil, la Conoco Phillips, los "convenios operativos", las "asociaciones estratégicas", y la expoliadora transnacionalización del barril petrolero venezolano. El que triunfó en Mérida, Táchira y Sucre a la cabeza de la dirección del PSUV, y dignificó al pueblo venezolano con su actuación frente a la Gran Misión Vivienda Venezuela, PDVAL y PDVSA, entre un sinfín de responsabilidades asumidas.

La clase trabajadora petrolera de la Nueva PDVSA, la Roja Rojita de Chávez, heredera de un legado de luchas por rescatar la soberanía sobre nuestros recursos, reconoce en usted, el que asumió la vanguardia para la derrota del sabotaje petrolero, el Ministro de petróleo y Presidente de una PDVSA competente, capaz de incrementar y sostener una producción de crudo y gas por más de una década y posicionarse como la quinta empresa petrolera más importante del planeta, el liderazgo político, la experiencia y el conocimiento para asumir la conducción de Venezuela en estos momentos de crisis económica, social, política y moral. Es usted a nuestro entender, y en función de nuestra experiencia vivida por más de 10 años en la industria petrolera de Chávez y Ramírez, el venezolano que recoge la más alta pericia para la toma de decisiones estratégicas en tiempos de dificultades, de crisis y de asedio internacional. Acumula en su trayectoria la formación política revolucionaria para liderar un proceso de reconstrucción nacional, con la entereza ética y moral suficiente (la de un patriota que jamás ha conciliado con el imperio ni sus lacayos) para convocar a toda la clase obrera, campesina, profesionales y estudiantes, así como a todos los venezolanos que resisten esta crisis dentro y fuera del país, a reconquistar la esperanza y la confianza en el futuro de nuestra patria, a recuperar la pasión y el ahínco que nos caracteriza al defender lo nuestro y trabajar por la tierra de nuestros hijos y libertadores.

Resulta inviable Sr. Rafael Ramírez, iniciar tal impostergable proceso de reconstrucción económica, política y social sin un líder y una vanguardia articulada alrededor de una propuesta orgánica, coherente y revolucionaria. Por lo que debe entender que sus demostradas competencias técnicas y políticas para liderar un proceso revolucionario, representan una seria amenaza para los intereses transnacionales que sacan ventaja de la improvisación, el desconocimiento y la corta visión estratégica de los que hoy gobiernan.

Como evidencia de ello, a lo interno de PDVSA el reto de incrementar la producción es hoy un discurso sin plan, con una clase trabajadora desmoralizada y desarticulada por arteros ataques de quienes lucen interesados en acabar con la referencia política y ética de la PDVSA Roja Rojita de Chávez que derrotó al imperio. En este contexto se demanda el esfuerzo aglutinante de un líder, con un equipo de hombres y mujeres de reconocida trayectoria técnica y compromiso político, capaz de consolidar los más competentes equipos de trabajo especializados en la materia, sin sectarismos, arribismos, y sin el flagelo de la mediocridad. Una gestión capaz de movilizar a la clase trabajadora sobre planes coherentes, con reconocimiento de la experiencia, la sapiencia, el profesionalismo y el conocimiento que todo trabajador petrolero posee para el nuevo rescate de la Industria.

La clase trabajadora de todos los sectores del país requiere reencontrarse en un verdadero discurso de unidad revolucionaria por el rescate de nuestras condiciones materiales de vida, y la reconquista del espacio de vanguardia alcanzado dentro de la región por la Venezuela de Chávez. Esta altura de convocatoria no es posible materializarla desde una gestión de gobierno fracasada, desgastada y refugiada en argumentos derroteros que condenan al hambre y a la exclusión a millones de venezolanos sin importar edad, sexo, condiciones económicas ni de salud. Sólo un liderazgo forjado en mil batallas, con decorosas victorias nacionales e internacionales para los venezolanos, y demostrada consecuencia con el único proyecto político que ha alcanzado la inclusión social de las mayorías, rescate de nuestra soberanía, calidad de vida para los venezolanos, crecimiento económico sostenido, y desarrollo de proyectos de infraestructura, educativos, sociales y políticos hoy impensables, es capaz de acumular la suficiente confianza para asumir los nuevos retos nacionales e internacionales del país. La desesperanza y el desasosiego de la mayoría del pueblo, que busca desesperadamente soluciones individuales ante la crisis estructural, sólo se puede derrotar con acciones concretas de líderes dispuestos a enfrentar los hambreadores sectores de poder que hoy se reparten el país. Acciones que moralicen y atraigan la participación solidaria de todos, que enfrente el odio y el egoísmo de los que quieren todo para ellos sin importar la suerte de un país. Estos primeros pasos se deberán acompañar del rescate del Plan de la Patria original, el de Chávez, como instrumento guía para la emancipación del pueblo, y la retoma de la orientación económica que garantizó salud, viviendas, educación, salarios dignos, desarrollo humano, cultural, académico y profesional para la clase trabajadora venezolana.

Estimado camarada Ramírez, en estas horas aciagas de angustia para el pueblo y la clase trabajadora, de sufrimiento para los hogares de la patria, de necesidad y hambre para los desvalidos, los niños, las madres de la patria, los estudiantes, los adultos mayores, momentos de persecución y amenazas para los que asumen la crítica como método de lucha, de violencia y de odio contra el que disiente, de nepotismo, adulancia, arribismos y oportunismo, se agotan las opciones políticas para la toma del poder por parte del pueblo. Se recrudecen las obstinadas posiciones de defensa de privilegios usurpados, se abren de manera irresponsable las puertas a la confrontación pueblo contra pueblo, que sólo beneficiaría al fascismo y a la injerencia extranjera en tierras de Bolívar y Chávez. Por lo que esta carta, este llamado al concurso de sus mejores esfuerzos como cuadro político revolucionario consagrado en nuestra revolución, resulta un grito desesperado de una clase trabajadora que quiere a su país, que no renuncia a la idea de aportar a pesar de las condiciones impuestas, que recurre a la opinión pública asumiendo el riesgo que significa, antes de dar la espalda a la industria y al país, antes de abandonarlo todo para ser útil en otro suelo como una víctima más desplazada por la errada política nacional. Desde esta trinchera que representa la principal industria del país, haciendo uso de la experiencia ganada en más de 15 años de lucha por la defensa y explotación racional de nuestros recursos, y como una de las últimas esperanzas con que cuenta nuestro pueblo antes que el fascismo imponga su dinámica criminal, los trabajadores petroleros reivindicamos la necesidad de contar con su presencia en la política nacional, para iniciar la construcción de un verdadero movimiento chavista por la recuperación de la patria, por el rescate de la industria y sobre todo, por la recomposición y reintegro de todos los venezolanos al suelo que demanda el mejor de nuestros esfuerzos.

En tal sentido hacemos votos por el retorno de su persona al país, por la restitución de sus vulnerados derechos políticos y civiles, en igualdad de condiciones, como se han garantizado los derechos a golpistas y apátridas asesinos, confesos y convictos, que hoy dialogan con las autoridades nacionales.

Es importante compañero Ramírez, que el pueblo venezolano sepa que la esperanza no es un sueño: es un motivo de lucha, una razón por la que se pelea día a día en la busca de su concreción. Algo viable, alcanzable con propuestas sencillas y entendibles por todos, por lo que se trabaja y se arriesga hasta la vida si fuere necesario, con la convicción de que otro país es posible, con espacios para todos en la familia, sin lamentos por el fallecido sin atención y el exiliado sin opciones. La esperanza para nosotros lo representa el rescate de un liderazgo victorioso, comprometido con el pueblo, con la probada capacidad para ganar batallas que se conviertan en calidad de vida para los venezolanos, de manera orgánica, sustentable y sin la desmotivante improvisación que acaba a su paso con la construcción de todo un país.

comiteresteadosconchavez@gmail.com

Colectivo de Trabajadores Petroleros Resteados Con Chávez

 

 

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