A propósito de la intervención del Presidente Correa en la II cumbre extraordinaria del alba y nuestro peculiar “comportamiento corporativo” (léase: la hipocresía de PDVSA)

En líneas generales, la reunión sostenida por los mandatarios integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas y Petrocaribe, que se acaba de celebrar en Caracas, representa un avance en el fortalecimiento de los bloques de integración sub-regional y coloca a Venezuela nuevamente en un papel de protagonismo activo en la política continental; al punto de que alcanzó un compromiso por parte de los gobiernos haitiano y dominicano para resolver las diferencias originadas por las medidas inmigratorias adoptadas por el gobierno quisqueyano.

Cabe destacar que esta cumbre se da bajo un cierto clima de distensión para el gobierno venezolano producto de la relativa victoria alcanzada en las elecciones municipales del 8D.

Dentro de las intervenciones que se dieron en el seno del foro, destacó la del presidente Rafael Correa denunciando los crímenes ecológicos cometidos por la trasnacional Chevron en Ecuador, transmitía el presidente de la Revolución Ciudadana un gran sentimiento de indignación e incluso de impotencia, ya que la empresa gringa hasta ahora se ha mofado de las reclamaciones realizadas por el estado ecuatoriano y algunos particulares.

Durante la intervención de Correa por televisión, también pude ver a parte de los funcionarios que integraban la delegación venezolana que encabezaba el presidente Maduro,  entre quienes destacaban Rafael Ramírez y Asdrúbal Chávez, donde los máximos jerarcas de la “PDVSA socialista”, y justo cuando Correa hablaba, ellos “cuchicheaban” algo, me causó curiosidad saber qué se susurraban? Se recordarán los enormes negocios que la “PDVSA socialista” ha firmado con la contaminante Chevron para explotar la faja petrolífera del Orinoco, o los dos mil millones que –a según- nos prestó esa trasnacional para “ayudar a aumentar” la producción de la “pdvsa socialista”?.

En su intervención Correa señaló que mientras no nos unamos para defender nuestros intereses jamás los poderes fácticos respetarán nuestras justas aspiraciones, reconocía que no íbamos a poder cambiar el mundo pero si influirlo a favor nuestro, sin embargo,  mientras permitamos contubernios con empresas que están detrás de nuestras riquezas y las tratemos como honrados socios y no como los que son: rapaces piratas comerciales creo que las intenciones encerradas en el discurso del presidente ecuatoriano caerán en el saco roto de las conveniencias de una clase política – gerencial que ha venido demostrando sobradamente como se puede ser un refinado burgués vistiendo una camisa roja rojita…..como “nuestra PDVSA socialista”…..

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Neftalí Reyes


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