“Si el lector se toma el trabajo de

interrelacionar los diagnósticos y

las soluciones que ofrece el Dr. Pérez

Alfonzo para las diversas áreas, no le

será demasiado difícil descubrir que el

hilo conductor apunta inequívocamente

al  socialismo”.

Francisco Mieres, en el Prólogo del libro:

“Hundiéndonos en el excremento del diablo”,

De Juan Pablo Pérez Alfonzo. 

La expansión de las economías emergentes en los últimos años ha sido el más importante de los factores  contribuyentes con la demanda de petróleo y otros productos básicos. Si bien representan sólo el 42% del crecimiento económico mundial de la última década, se espera que, con el impulso de la economía mundial de 2012, estas economías contribuyan con el 76% del 3,3% del crecimiento global que se espera, con la mayor parte procedente de China e India.

Esta contribución para los cambios de la economía mundial, que se ha hecho constante en lo que va del siglo XXI, ha incidido en el PIB total, lo que ha propiciado un aumento sustancial de la demanda de energía en los países con economías emergentes, especialmente de China e India, a los que se agrega América Latina y Oriente Medio. 

En los últimos años, el desarrollo de estas economías ha constituido la única fuente de demanda incremental de petróleo, que asciende a un crecimiento acumulado de 15.000b/d, desde 2000 a agosto de 2012.

Dado su fuerte crecimiento económico, China duplicó su consumo de petróleo en los últimos 12 años. Esto representa un marcado contraste con los países desarrollados, cuyas economías han visto una contracción de su demanda de petróleo de más de 4mb/d desde 2005, impulsado, en gran medida, por sus políticas de ahorro energético.

En la medida en que estas tendencias divergentes se acentúan, el consumo fuera de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económica, que agrupa 34 Estados), se incrementa más y más. Este cambio en la estructura de la demanda global ya está alterando la demanda de petróleo estacional, poniendo el tercer trimestre de 2012 en la parte más alta de la demanda, debido a las necesidades de refrigeración en verano,  y a la demanda del sector agrícola en el mundo en desarrollo, a lo que se agrega el mayor consumo de combustible fósil tradicional en los países desarrollados en la temporada de invierno. Es por ello que los precios del petróleo se han vuelto cada vez más sensibles a las condiciones dinámicas de los países emergentes, así como de América Latina y el Oriente Medio.

Con el apoyo del último boletín de la OPEP (2da. Quincena de agosto de 2012), véase cómo ha sido el comportamiento de su cesta desde la brusca recuperación en julio, hasta situarse cerca de $100/b. Y es que, luego de tres largos meses de declive, la canasta de referencia de la OPEP repuntó en julio hasta marcar $ 99,55/b, casi un 6% por encima del anterior nivel. A pesar de la desaceleración económica mundial, el resurgimiento de las tensiones geopolíticas de Oriente Medio y los problemas de producción en el Mar del Norte continuaron dominando el escenario, a la espera de que las principales economías del mundo que actúan para aliviar la política monetaria en apoyo de sus economías, se encuentran entre las principales causas del aumento general de los precios mundiales del crudo. Además, surgieron esporádicos datos económicos positivos, no tan malos como se había predicho, desde EE.UU. y China, lo que fue visto como un signo optimista que empujó los precios al alza en la mayoría de los mercados de acciones y de materias primas, incluyendo el petróleo crudo.

El siguiente cuadro muestra la evolución de los precios petroleros durante el año 2012: 

Fuente: PDVSA

*Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia

cepo39@gmail.com