Los margariteños felices sin luz eléctrica

Tiempos mejores que ahora en este mes de agosto imposible, ya que el sol inclemente del día a día nos cobija con un calor insoportable, lo que es placentero al turista que viene de diferentes regiones dentro y fuera del país a disfrutar -como él quiera- de nuestras playas y mientras no llueva mejor y como se está de vacaciones escolares el que puede llega a la Isla solo o con su familia a darle rienda suelta a su gusto y si se muere por una fosforera o un caldo de chipichipi mejor.

Acá algunas cosas comunes andan fuera de control o de mal control como por ejemplo: los postes del alumbrado de día nos iluminan: irradiando electricidad y de noche están apagados, parece curioso, pero así es aquí, pareciera que de día es de noche y de noche de día y lo otro es que la luz la quitan a la hora del día o de la noche las veces que a Seneca le dé las ganas y por las horas que quieran, lo que permite que los actuales habitantes que permanecen en la Isla están sumamente felices y la razón los acompaña, porque lo que se ahorran en electricidad pueden comprar nuevos aparatos que se hayan quemado de tanto apagón continuo, además el mercado de las ventas de linternas de todo tipo es el negocio más rentable y numerosos hogares que utilizan cocinas eléctricas ahora cocinan con leña, por lo que la tala de árboles le da más ardor y mejor sabor a la cocina margariteña y el usufructo carbonífero está creciendo.

Hay situaciones inverosímiles, pero como todo acá anda en sentido contrario a las agujas del reloj, nada es extraño y es que en cuanto quitan la luz, la gente se detiene a aplaudir con una alegría infinita, es lo que se llama un rebose contagioso que no se ve en ninguna parte del mundo y en nosotros corre como un triunfo inesperado y lo más simpático es que también nos multan por estar sin luz.

Así que Margarita está bañada e iluminada de una placidez que trasciende el circo de una ritualidad de conformismo y en esa soltura de comodidad la gente celebra y a la vez se molesta cuando no le quitan la luz y además, las escaramuzas de años bien pasados están regresando de modas, ya que están volviendo los espantos, las chigüinas, los encapotados y las ánimas solas que no faltan y posiblemente por ese regreso de los años sin luz, nos visiten también, los cazas fantasmas, pues en Tacarigua apareció las piedras de moler cachapas trancando el Portachuelo.

Si hay algún interesado dentro Gobierno Nacional –el regional está de vacaciones- que quiera escalar nuestra felicidad que se venga con un medidor de extracción fortuita a voluntad y vera que esto acá está como para buscar y conseguir por montón el voto que quiera, ya que la hilaridad que acapara la Isla se fermentó de tal forma que nadie llora, ni reclama, ni pía de molestia, ni zapatea de angustia, hay lo que se llama una pasión desbordada y las reservaciones de habitabilidad para el año que viene están copadas al igual que el transporte de la venida e ida por dónde sea. Esto es hermoso, grandioso, esplendoroso, emotivo, sudoroso, es un torbellino desplegado de paz social. La apatía no nos come ni nos atormenta y nadie quiere electricidad y el que más y el que menos, se preguntan –para qué luz, si tenemos la luz del sol y bebida caliente es mejor que fría y, a nosotros el frío nos hace daño, nos congela el sentido común.

Margarita convertida en un paraíso turístico sin dimensión alguna en comparación con otros espacios turísticos del orbe y es tanta la paciencia del nativo y no nativo que muchas personas vienen de paseo a la Isla y se quedan e “invierten” siendo unos arruinados en sus países y como tenemos la “acogida margariteña sin distingo” que quien se quiera quedar que se quede y si le gusta criticarnos, maltratarnos y rápidamente se adapta a desenvolver travesuras que perjudiquen la buena convivencia del venezolano –¡ah caramba!- mucho mejor y ése es un buen candidato como apátrida extranjero y si no le gusta pagar impuestos y jamás pasa por un consulado a reportarse o visar el pasaporte no hay problema que ninguna institución del gobierno lo molestará y, si a un censo vamos tenemos acá más visitantes que margariteños juntos. Por eso se dice Margarita internacional

La Isla nada sin brújula y sin luz, delincuencia, drogas, lavado de dinero, mala educación, desorden sin apuro, depredación y más son los inescrupulosos que se nos quedan que personas buenas, el salvajismo del capitalismo es la atracción principal, el que no trabaja roba y el que puede robar roba y otra cosa todo sube de la noche a la mañana y no hay un organismo que se preocupe de poner las cosas en su lugar dentro de la inflación que anda por las nubes y, lo que no sube se pierde y son pocos los negocios que dan facturas, pero somos infinitamente agradecidos y más en estos momentos que la vanidad del buen vivir nos consume y el que quiera emborracharse de complacencia y reacomodo no lo deje para mañana que la bebida todavía está al alcance del que quiere, pero si usted es llorón ni cerca y criticón tampoco. Véngase a compartir nuestros sueños sin electricidad, pero tenemos kilovatios de amistad y nuestro voltaje solar para todos.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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