Ataques de la derecha contra profesores de Matemáticas en Nueva York

La señora Sol Stern escribió un artículo para denunciar a un grupo de profesores progresistas de matemáticas que trabajan en la ciudad de Nueva York (ver: http://www.nypost.com/seven/03202007/postopinion/opedcolumnists/math_and_marxism_opedcolumnists_sol_stern.htm?page=1). Stern sostiene que estos profesores están saboteando la gestión educativa del director de educación de alcaldía de esa ciudad y “usan sus clases para adoctrinar a los estudiantes en la ideología de izquierda y anti-estadiounidense”. Nótese la asociación entre ser de izquierda y sostener ideas anti-estadounidenses. Aquí se apela al nacionalismo para fijar posición y movilizar a otros en contra de los profesores de izquierda.

Stern denuncia con nombre y apellido a los profesores y profesoras Jonathan Osler, Eric Gutstein, Cathy Wilkerson, Edwin Mayorga y Bree Pickower. Veamos brevemente sus alegatos. El profesor Osler trabaja enseñando Matemáticas en la Academia el Puente para la Paz y la Justicia que funciona en Brooklyn, la primera escuela secundaria “justicia social” de la ciudad. Osler organizó y facilitó el uso de la Academia para realizar una conferencia de tres días con el nombre de “Educación Matemática y Justicia Social”. Stern se escandaliza por las razones que expone Osler para justificar dicha conferencia, las cuales son: “La opresión sistemática y estructural de las personas de color y de bajos ingresos sigue empeorándose. El número de personas en las prisiones continua creciendo, al igual que la taza de desempleo (…) Sin embargo, en las clases de Matemáticas a lo largo y ancho del país, quizás el mejor sitio para estudiar estos asuntos, continuamos utilizando currículos y modelos que adolecen de referencias a contextos algunos del mundo real—y mucho menos socialmente relevantes”. ¡Que horror! Grita la señora Stern. ¿A quién se le ocurre que la clase de Matemáticas es un lugar para discutir esos asuntos? La clase de Matemáticas es para memorizar hechos y repetir eficientemente algoritmos, piensa ella.

Gutstein cuenta entre sus pecados escribir un libro titulado: “Leer y Escribir el Mundo con Matemáticas: Hacía una Pedagogía de la Justicia Social”. Lo peor es que, según Stern, al profesor Gunstein manifestó ante sus estudiantes que los ataques de estados Unidos en contra de Afganistán, después del 11 de setiembre contra las torres gemelas, no se justificaban porque ninguno de los secuestradores era de ese país. No contento con semejante declaración, el profesor Gunstein afirmó ante sus estudiantes que “no pelearía contra Irak o Afganistán porque creía en ir a la guerra por petróleo, poder y control”.

Wilkerson es profesora adjunta en al Colegio de Educación Bank Street y enseñó Matemáticas en educación secundaria. Stern dice que la profesora Wilkerson estuvo presa un año porque la implicaron en el caso de una bomba cuyo destino era sabotear una reunión que se realizaría en una instalación militar. Para Stern la única pericia que esta profesora seguro que ha desarrollado es la de “llevar la revolución al aula”.

Mayorga, un profesor de cuarto grado en Manhattan, tiene el tupé de hacer un llamado a sus colegas para que “sean políticos dentro del aula, como lo son fuera del aula. Los temas que estamos en contra cuando enseñamos pro la justicia social son los mandato del [alcalde] Bloomberg, Klein y No Child Left Behind”. Este último es un proyecto bandera del Presidente Bush y representa un feroz ataque de la derecha en contra de la educación pública en los Estados Unidos. Stern piensa que Mayorga comete un terrible pecado al criticar a la nueva derecha y sus políticas educativas.

Por último, Pickower es miembro de un grupo que trabaja el denominado Currículo Katrina y profesor de la Universidad de Nueva York. Desde la perspectiva de ese currículo el huracán Katrina no fue realmente un desastre natural sino una muestra más del racismo endémico en la sociedad estadounidense y contiene material para ilustrar los males del capitalismo y el imperialismo estadounidense. Para Stern, estos profesores actúan fuera de las normas éticas de la docencia y que su actuación debería se detenida, no debería permitírseles seguir enseñando en las escuelas públicas. Sitios de los que hay que mantener alejadas las ideas marxistas.

Los ataques de Stern no se limitan a personas. También denuncia al grupo New York Collective of Radical Educators (NYCoRE, Colectivo Neoyorquino de Educadores Radicales). A esta señora le molesta sobre manera que este colectivo promovió una reunión a la que asistieron unos ochenta profesores para discutir acerca de cómo enfocar la justicia social en la enseñanza. ¿Qué riñones? ¿Cómo se les ocurre a un docente pensar en la enseñanza en el aula tiene algo que ver con la justicia social? Carvajal saltaría en apoyo de la Stern y afirmaría que hay una educación neutra, apolítica, la cual es precisamente la que propone el oposicionismo en Venezuela. La derecha del mundo hace tiempo que parafraseo y atendió el llamado que Marx hacia a los proletarios. Ellos dicen “derechistas del mundo uníos” y lo ha hecho. La señora Stern muy poco se diferencia de Carvajal y otros “expertos” en educación de la derecha venezolana. Que vaina es esa de justicia social y educación, fuera la política de la escuela. Exclaman tomados de las manos los derechistas de aquende y allende.

Stern finaliza su artículo haciendo un llamado a las autoridades educativas de la ciudad, quienes han mostrado particular interés en despedir del sistema escolar a los llamados profesores “malos”, para que empiecen su campaña de “limpieza” por los profesores que asistan al encuentro que se realizará en la Academia El Punte.

Hasta ahora la derecha venezolana no ha comenzado a denunciar y a perseguir a profesores en particular. Los ataques de este grupo político han estado dirigidos particularmente en contra del Ministro Adán Chávez, el único “autor” visible de la propuesta curricular bolivariana. Porque de esa manera atacan indirectamente al Presidente Chávez. Sin embargo, tarde o temprano lo harán. Si llegan a retomar el poder, seguro que iniciaran una purga de las instituciones educativas y una campaña de persecución contra los profesores socialistas. No olvidemos los sucesos del 12 de abril de 2002, eso fue sólo la punta del iceberg. Realmente no les dio tiempo de desplegar sus fuerzas represivas y ejecutar acciones en contra de los decentes revolucionarios. Que no nos parezca remoto, o como algo que no puede suceder aquí, el caso de la persecución en contra de profesores progresistas de matemáticas en los Estados Unidos.

Julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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