Las universidades autónomas siempre han estado en manos de la burguesía

Algunos diarios informan que la derecha ganó apabullantemente las elecciones estudiantiles en la Universidad de los Andes. Ya nos habían notificado del triunfo de la derecha en la UCV y en otras universidades. Los redactores de es noticias nos quieren hacer ver que esos resultados muestran un revés para el chavismo, el cual estaría perdiendo terreno en las universidades. La verdad sea dicha, la burguesía y sus sirvientes siempre han gobernado en las universidades autónomas.

Las universidades venezolanas nacieron de seminarios católicos. Las instituciones de las cuales emergieron estaban al servicio de la formación que la Iglesia Católica, al servicio del Rey, necesitaba. Una vez independizadas del control directo de la Iglesia Católica, las universidades quedaron en manos de la oligarquía. Desde los tiempos de la primera república las universidades han estado bajo el control delos poderosos y a su servicio. El ingreso de los negros, los pobres y cualquier otro pata en el suelo era impensable. A la universidad siempre fueron a estudiar los hijos de los ricos y los miembros de las clases que le servían directamente para mantener su poder. Después de la caída de Pérez Jiménez, los adecos abren las puertas de las universidades a sectores que nunca habían tenido acceso a ellas, aunque de manera limitada. Además, el ingreso de estas nuevas camadas de gente no ponían en peligro el control de las universidades por parte de la burguesía. Los copeianos, y otros sectores de la derecha extrema, veían con preocupación que ingresaran jóvenes de los sectores marginados, presentían que algún día podrían llegar a tomar el control de las universidades. Por eso fue que Caldera, ni corto ni perezoso, una vez que asumió la presidencia de la república ordenó el allanamiento de la UCV. Esta fue una de las primeras manifestaciones de la doctrina del ataque preventivo en nuestras tierras. Caldera decidió controlar la Universidad Central de Venezuela por las armas, enviar un mensaje claro a las otras universidades, antes de que los pendejos llegaran a atreverse a tomar el poder. De ese tiempo para acá la historia es más conocida. Partidos denominados de izquierda, como el MAS, sirvieron para desviar la atención de los jóvenes de formulas realmente revolucionarias. La clase media se enamoró del MAS y otros movimientos que se anotaron a la onda de la izquierda como moda, sobre todo en la promoción de la libertad sexual. Militar en algunos de esos partidos te garantizaba acceso a mujeres bellas, perfumaditas, de clase media con “conciencia” revolucionaria y dispuestas a entregarse para manifestar su sentimiento revolucionario.

En uno u otra oportunidad resultaron electas autoridades con compromiso real y honesto con la izquierda. Pero llegar al rectorado no garantiza gobernar la universidad. El control real de la burguesía es mucho más complejo que el control burocrático. Como muestra, veamos cuántos cambios importantes en el currículo introdujeron las autoridades de izquierda en las distintas facultades y escuelas de nuestras universidades. Me atrevería a decir que ninguno. Es el contenido de los cursos una de las trincheras donde hay que dar la pelea, es la producción de contenidos donde la burguesía tiene un mayor control de lo que se aprende en las universidades.

En una maniobra magistral, la derecha cedió ciertos espacios de la universidad a la izquierda. Una vez abandonada la vía armada a la toma del poder, los partidos de izquierda decidieron entrar en un proceso de negociación con la derecha. Por ejemplo, era archiconocido que la Biblioteca Central de la UCV le fue entregada al Partido Comunista de Venezuela (PCV). Esta práctica le dio buenos frutos a la derecha, más recientemente el Rector Gianneto, también en la UCV, le entregó la Dirección de Vigilancia y Transporte a Bandera Roja (BR). Esos hechos no significaron nunca que el PCV y BR ganaban espacios por el control de la universidad, más bien eran concesiones de la derecha para mantenerlos a raya y engolosinarlos para que desistieran en su empeño. Y resultó.

Así que digan lo que digan, las universidades siempre han estado en manos de la burguesía. Los estudiantes, aún los provenientes de los sectores más pobres que son una pequeña minoría, se han convertido en agentes de exclusión. Su férrea oposición al nuevo sistema de ingreso así lo demuestra. Una verdadera noticia, un “tubazo”, sería que sectores revolucionarios conquistaran por la vía democrática el control de los gremios o de los máximos cargos en la burocracia universitaria. De todas maneras eso no nos preocupa mucho, sabemos que las universidades siempre han estado a la cola de las revoluciones y constituyen principalmente fuerzas conservadoras anti-revolucionarais. Las universidades históricamente han estado al servicio de la burguesía.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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