La soberbia generadora del fracaso monumental. Elecciones de la UCV

Es inconcebible lo que acaba de ocurrir en el proceso electoral de la Universidad Central De Venezuela. Tamaña vergüenza es deleznable ante el pueblo universitario y la propia comunidad internacional que estaba pendiente de lo que pudiera ocurrir en este disputado proceso.

Luego de tantas expectativas, de haberse inscrito siete fórmulas rectorales y cientos de candidatos y candidatas a ocupar cargos de dirigencia universitaria, la Comisión Electoral de las elecciones de la UCV suspendió o difirió las mismas en un acto de total irresponsabilidad, frustrando tanto a las diferentes fórmulas que competían por los cargos de dirigencia o representación universitaria como a la comunidad universitaria (profesores, obreros, empleados estudiantes y egresados) ávidos de votar.

Una comisión electoral y unas autoridades llenas de soberbia, despreciaron el apoyo que les ofreció el Consejo Nacional Electoral y decidieron gastar miles de dólares en un proceso manual y lleno de irregularidades que no se detectaron antes, por no haberse realizado auditorías electorales previas, como lo hace el CNE y cuando se ven ante tamañas falencias deciden suspender y/o diferir el proceso.

La rectora Cecilia García perdió hasta el "glamour" que la caracterizaba cuando unos estudiantes iracundos le reclamaban por los errores cometidos y le exigían de manera destemplada la renuncia, cual Emparan en versión femenina y del siglo XXI. https://twitter.com/i/status/1662187426750578719.

Es una tremenda vergüenza que las autoridades de la UCV han pasado por la soberbia de creerse por encima de la institucionalidad venezolana y haber ahora dejado una tremenda huella llena de incompetencia, negligencia y desestimación hacia toda su comunidad. Por ello ahora reciben precisamente el desprecio y el desdén de estudiantes, empleados, obreros, profesores y egresados. El oposicionismo politiquero obnubiló a estas autoridades que ahora muerden el polvo de la ignominia ante este despojo a la participación de la comunidad universitaria en la selección de sus autoridades y representantes.

Son tantos los errores, las inconsistencias y las pifias cometidas que dejan absolutamente mal parada a la universidad. Y la rectora Cecilia García y un grupo de profesores pertenecientes a la Comisión Electoral son responsables de este bochorno.

¿Cómo decir ahora que la UCV es la primera universidad del país sino puede o no sabe dirigir un proceso electoral interno? ¿Dónde queda ahora la tan manoseada autonomía universitaria y el desaire hacia el CNE que les ofreció todo tipo de ayuda, soporte tecnológico, máquinas, captahuellas para evitar el doble voto, auditoría previas para evitar errores y toda la experiencia que en materia electoral está demostrado que tiene el ente electoral venezolano?

Ahora, a ver cómo recomponen la situación. Son capaces de mantener la altanería, la fatuidad y seguir despreciando la colaboración que el estado les ofrece. Dependerá ahora de una comunidad universitaria consciente que el proceso electoral se imponga por encima de las triquiñuelas que desde los espacios de poder se intentan seguir implantando en lo que alguna vez fue y se espera se reconstruya, la "Casa que vence las sombras". La UCV es más que una "Ciudad Universitaria", más que unas obras de arte a cielo abierto, o las nubes de Calder en el Aula magna. La UCV es un legado de y para la sociedad venezolana y en tal sentido, debe dar señales certeras que está despierta y que ahora encuentra rumbos que la hagan abrazar a su pueblo.

Y a Cecilia García hay que investigarla hasta donde más no se pueda. Basta ya de impunidad en la UCV. Sólo hay que revisar de nuevo las denuncias que realizó el vicerrector administrativo Bernardo Méndez cuando acusó públicamente a Cecilia García en su famosa carta de renuncia. Eso debería ser lo que antes llamaban en Derecho "Notitia Criminis" y ante eso, la Fiscalía ha debido actuar desde hace mucho tiempo. https://talcualdigital.com/vicerrector-administrativo-de-la-ucv-acusa-a-garcia-arocha-de-corrupcion-en-su-renuncia/.

La Reforma Universitaria que comenzó en Córdoba en 1918, continuada en el mayo francés de 1968 y en el proceso de renovación universitaria de 1969 en Venezuela, así como la propia Reforma planteada por la UNESCO-ORUS en 2002 y el proceso bolivariano de encuentro con las comunidades populares, debe seguir su cauce hasta lograr la ansiada transformación universitaria.



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Cécil Gerardo Pérez


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