De la Upel a la UCAB

Antes, en la Cuarta República, cuando adecos y copeyanos reinaban y, en consecuencia, no habían sido desalojados del poder, tan tristemente para ellos y sus áulicos; sino que mandaban a sus anchas (y había de todo en los negocios clase media y en los mercados dominicales de los sectores populares, el problema era cómo hallar los reales para comprar algo, porque los factores reales de poder; los llamados 12 apóstoles, pues, como decir los enchufaos de hoy, los boliburgueses, hacían parte de la ancha base del Acuerdo de Punto Fijo, tan útil para entender y manejar los resortes de la democracia, según Américo Martín en sus Memorias; La terrible década de los 60. Memorias II 1960-1970, (Libros Marcados, Caracas, 2013, p. 16); dizque la UPEL era la instancia académica formal asesora del Estado venezolano en materia de educación.

De hecho el artículo 3 del Reglamento General de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador expone la conseja anterior; dice textualmente: “La Universidad es una institución destinada a asesorar al Estado en la formulación de políticas y de programas de formación docente, de investigación y de extensión educativas. Igualmente está destinada a ejecutar estas políticas y estos programas y a participar en su evaluación”, (Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Caracas, martes 6 de julio de 1993. Año CXX-mes IX N° 4.603. Extraordinario. Reglamento General de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador; Título I De la Naturaleza y Funciones. Artículo 3).

A despecho de lo que puedan argumentar en contra algunos historiadores, cronistas y memorialistas de la historia de la educación en Venezuela, si los hubiera, que no sé si pudieran argumentar en contrario apoyados en alguna documentación, testimonios y/o referencias, todo parece indicar que el Estado a través de los gobiernos adeco-copeyanos elaboraban políticas y programas en el campo de la educación y la pedagogía y nadie rechistaba, nadie decía esta boca es mío, ni pío; revísese los Programas de Educación Primaria de 1944 o antes en 1936 cuando se reformuló la Escuela Técnica de Caracas o se erigieron otras de tipo artesanal y politécnicas en varias regiones del país, que por cierto en 1969 se desmantelaron y se implementó el Ciclo Básico Común, Diversificado y Profesional, ni cuando se cerraron hacia 1978 las Escuelas Normales, si no nos equivocamos porque citamos de memoria y ya es media noche cerrada, además no confirmaré esos datos porque esta casa de mi hermana es grande y en mi biblioteca espantan, vacié.

La única protesta que se recuerde para esos finales de 68 y 69, creo, es la de los estudiantes universitarios, (cuando no esa cuerdita de hermanos míos, tan contestarlos siempre y politizados camaradas como los más, tanto ayer  como hoy), casualmente porque no aceptaban la reforma del reglamento de la Ley de Universidades de 1955 y la nueva Ley de Universidades, ésa que se terminó por imponer hacia 1970 y es la que aún rige la vida universitaria de entonces hasta hoy… Cuarenta años con esa camisa de fuerza de un articulado donde parece dominar una cierta metafísica de la ciencia, y no solo por aquellos de que la Universidad es una comunidad de intereses espirituales, que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre… sino porque precisamente las teorías científicas y humanísticas ya discurren sobre otros derroteros; en fin, recojamos las aguas que hemos regado en éste y el anterior párrafo y volvamos a la idea de que otrora no había la actual cultura participativa y entonces en Venezuela en los años de las décadas de 1970, 80 y aún los tristes años de 1990 nadie o muy pocos decían algo ni mucho menos protestaban por esto y aquello de unos  libros como el libro de Primaria Mantilla o Juan Camejo, donde seguramente se ideologizaba acerca de la democracia y el Servicio Militar, el matrimonio, el trabajo y la educación como únicas vías del ascenso social y la realización personal; y mucho menos se quejaba por el tal Currículo y los planes como la cartilla aquella de Abajo Cadenas para las campañas de alfabetización o Acude, con su disco y radio picó, matemáticas divertidas por Radio Carora, el bulto escolar o el pelargón… no, nada, nadie decía ni pío. Y todos tan felices, como unas lombrices, no lo vayan a dudar, éramos felices…no lo íbamos  a estar: con nuestros padres, en nuestro campo, con nuestros animales… Será por eso que Chávez en Cuentos del Arañero expresa sin empache que él, Dios lo tenga en Gloria, fue un niño feliz y si le tocara escoger volver a nacer escogería la misma casita de su abuela y de sus padres…

Cerremos, en honor al título de esta nota, no se sabe cuándo fue que la UPEL perdió su rol de asesora del Estado venezolano en el campo de la educación y la pedagogía, peor aún no se sabe si alguna vez lo fue realmente, eso se podría investigar y contrastar con documentos que hayan elaborado sus académicos e investigadores a propósito de alguna consulta del despacho de educación, repetimos: si lo fue alguna vez; quién sabe si en la famosa Copre o Copen, con aquel informa que firmara Arturo Uslar Pietri Más y mejor educación para Venezuela, para la Resolución N° 12 o la que sustituyó a ésta sobre el perfil del egresado como lo fue la bien recordada Resolución N° 1, que echaba por tierra a la carrera docente; en todo caso, se podría preguntar al Maestro Omar Hurtado Rayugsen, Rafael Valera u otros enterados, ya que es fama en Venezuela de que se prefiere las asesorías extranjeras en menoscabo de lo nacional, en la Cuarta República y en la Quinta, ahí no hay distinción.

Pero hoy, en tiempos de acuerdos y mesas de diálogo, que nos parece una opción excelente y demuestra a su vez el talante democrático de quienes hoy  dirigen La Revolución Bolivariana, el presidente obrero y chavista Nicolás Maduro Moros y sus colaboradores, los ministros de su Despacho; pero que nos perdonen y nos desmientan, aunque no aspiramos a tanto, pues no somos quienes, para asumir el rol de interpelar a tan graves señores y señoras, pero no sé si es que el rol de universidad asesora del Estado venezolano en materia de formulación de políticas educativas se lo están asignando ahora a la UCAB. Si no, ¿cómo es que una flamante viceministra se sienta  obligada de ir a la Aula Magna de esa institución, ser recibida por los manitas blancas o rosadas, da igual, y haga una extensa disertación para el apaciguamiento de unos y otros, aunque se diga que es para derrumbar algunos mitos? Ahora el maestro Antonio Pérez Esclarín, de Fe y Alegría, es el asesor nacional de la encuesta por la calidad educativa; y bien está que así sea; ya se sabe que la Revolución Bolivariana amplió generosamente la cobertura escolar y el acceso a la educación universitaria, por la Misión Sucre, UNEFA, y toras muchas creaciones de nuevos espacio universitarios; pero los nudos críticos están en la calidad de los procesos, las competencias de los egresados y la pertinencia de los contenidos enseñados, tanto en el plano de la ciencia y la técnica como en las humanidades.

Para superar semejantes obstáculos epistemológicos, para decirlo así, entre ellos el excesivo verbalismo y nominalismo, y buscar otras maneras de preguntar y elaborar rectificaciones, ya que la ciencia no produce verdad única sino perspectivas, de acuerdo a una fuente electrónica común, la nueva nomenclatura revolucionaria chavista, que es una camada tan variopinta,  en vez de acercarse a la UPEL, que según es fama que así como la desprecian igualmente la temen,  buscan es, como dicen en La Vela de Coro, la orientación primero de una universidad privada, ¿será por que  con tanto acuerdo con el resto de la economía privada, bajo el supuesto de que son paradigma de calidad y excelencia en los procesos, con sus nociones de eficacia y eficiencia, justo a tiempo y mejora continua, entre otros, también esos acuerdos de productividad, otros dicen que de entreguismo y genuflexión lo quieran extender, como un mecanismo reflejo, al campo de la educación, ¿sino cómo es que después de editar 35 mil libros de texto luego los quieran revisar y recoger?¿No costaron plata fue? Dicen mis amigos de La Vela de Coro ,¿no pudieron haber hecho una prueba piloto?

¿Qué otra cosa nos dice en esta nota? “La viceministra de educación señaló que la UCAB y autores de la Colección Bicentenario revisarán los textos”, (El Nacional, 6 de mayo de 14, p. 7) y nos preguntamos, la UPEL, ¿no va abrir la boca?  Sus investigadores, ¿no saben analizar  textos escolares y producir informes críticos? ¿Qué dirá respecto de todo esto el Consejo Universitario de la UPEL y los demás Consejos Directivos y Académicos de los ocho núcleos y los 67 centros que atiende en todo el país la Universidad Pedagógica Experimental Libertador? En todo caso, conociendo lo sensible de este tema y la situación de tensión que vive actualmente la UPEL con el Gobierno revolucionario, imaginamos que próximamente habrá un pronunciamiento luego de un estudio razonado y veremos si es cierta la conseja de quién es que le teme a quién: la UPEL al Gobierno o el Gobierno a la UPEL, o mejor: ¿quién es ahora la universidad asesora del Estado venezolana   de educación y de pedagogía: la UPEL o la UCAB?

luissaavedra2004@yahoo.es



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Luis Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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