¿Hasta cuándo equipos rectorales avivan la violencia en nombre de la autonomía universitaria?

La ULA tiene 1.100 vigilantes, más personal que toda la policía del Estado Táchira, por ejemplo.

Durante un tiempo se estuvo pidiendo que estos vigilantes anduviesen armados, hasta que uno echó un tiro y se lo pegó a un profesor. Muchos de estos vigilantes llevan perros asesinos, para amedrentar, que pasean en ocasiones por pasillos y salones.

El rector Mario Bonuci cuenta para su escolta con ocho vigilantes y unos seis choferes. Pero no hay plata para los laboratorios, no hay plata para las actividades de extensión o académicas.

Eso es incitar a la violencia más descarada.

Hasta cuándo estos Catilinas abusan de nuestra paciencia.

Las llamadas universidades autónomas son más que estados paralelos. No respetan las decisiones del TSJ, y con sus decisiones pretenden estar por encima de la Constitución y de las actuaciones del ministerio público. Ya vemos como la Comisión Electoral de la ULA programa hacer elecciones decanales conculcando, muerta de la risa, los derechos políticos de miles de estudiantes, profesores y egresados.

Eso es incitar a la violencia más burda y criminal.

La ULA cuenta con un profesor que se dio el caché de expulsar a una estudiante y escribió en el acta de expulsión que le prohibía estar en ningún área de la universidad, cosa que fue acatado por el equipo rectoral. El Consejo de Apelaciones decide que el procedimiento es arbitrario y exige que la joven retorne a sus clases, pero el decano de la Facultad se opone a recibirla, y la pobre lleva más de un año en esta situación.

Se ríen de todo.

Y dicen que los chavistas son violentos por naturaleza; todo aquel que les reclama sus aberrantes actuaciones son para ellos violentos, mientras la real violencia la llevan ellos implícitas en todos sus actos.

Ellos alimentan la violencia para aparecer luego como las delicadísimas víctimas del rrregimennn, para unirse al coro de los desestabilizadores y bailar al son que les tocan los medios poderosos.

Son las magdalenas del permanente circo mediático.

Viven ejerciendo la violencia en todos los procedimientos arbitrarios que acometen para que luego recaiga sobre el que de la manera más leve intente protestar contra esas mismas criminales actuaciones, todas las maldiciones de sus perturbadas decisiones.

Violencia es mantener a los estudiantes durante dos meses sin darles la cena, existiendo en el Comedor la comida. Pero eso no se discute en profundidad en el Consejo Universitario.

Violencia es retener la cancelación de las deudas y el pago de los aumentos sólo para ganar interés en los bancos.

Violencia es convertir en héroes a asesinos, secuestradores, incendiarios y violadores: A todos aquellos que hirieron con armas de guerra a más de 79 policías de Mérida, por ejemplo.

Violencia es mentir como bellacos a la hora de acusar a los que exigen justicia dentro la ULA.

jsantroz@gmail.com



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Jose Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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