A propósito del veto realizado por el Ejecutivo Nacional a la ley de universidades aprobada en las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del año recién finalizado, expondremos algunos elementos de interés, como una forma de contribuir al debate de las ideas, tomando en cuenta dos aspectos: a) El principio de autonomía y b) La formación y generación de conocimiento.
Ley de universidades de la IV República: La actual ley de universidades, aprobada y refrendada por el extinto Congreso Nacional en 1970, durante la ocupación militar realizada por el gobierno del Dr. Rafael Caldera a las universidades del país, constituye un deshonor mantener una ley de universidades promulgada bajo el argumento de la fuerza y de la intervención policial-militar, que logró silenciar con métodos represivos, las solicitudes de aperturas democráticas solicitadas por amplios sectores del pueblo, dejando para aquel entonces saldos de universitarios muertos, perseguidos, detenidos y desaparecidos.
El Principio de Autonomía Mal Interpretado: En relación al principio de autonomía, la naturaleza por la que fue creada la ley de Universidades aún vigente en el país, obedece a los intereses del mercado individualista de consumo y a la lógica de los países dominantes que inicialmente la promovieron, con los fines de apropiarse de los recursos humanos que egresaran de sus centros de estudios, de sus invenciones y sus conocimientos, convirtiéndolos en un producto más del capitalismo contemporáneo, el cual considera a los países en vías de desarrollo, como proveedores de materia prima. Por el contrario, el modelo de universidad que busca igualar la participación de los universitarios con principios éticos, protege a las organizaciones universitarias de las intervenciones históricas y las permanentes violaciones a su autonomía, llevadas a cabo por la oligarquía transnacional y sus representantes criollos.
La Universidad Neoliberal: Quienes alegan violación a la autonomía universitaria, ante la promulgación de una nueva ley de universidades, defienden un sistema excluyente, que tiende a privatizar a las universidades, restringiendo así el acceso de las grandes mayorías del país, a la formación universitaria gratuita, al aprendizaje, a la producción de conocimiento, afectando significativamente los principios de autodeterminación, de soberanía y el interés de desarrollo de los pueblos.
El criterio privatizador de las universidades, es defendido por pequeños grupos que tradicionalmente reciben beneficios a través de organizaciones intermediarias (ONGs) provenientes del exterior, a cambio de actuar como representantes de las corporaciones transnacionales y las oligarquías, verdaderos actores de los modelos esclavizantes. Es tradicional ver por los canales de televisión, a una rectora o un rector, o a cualquier profesor o estudiantes que suscriben este modelo de universidad, siguiendo las pautas establecidas por sus patrones, actuando como reales representantes de los grupos opositores y defendiendo su Dreams Work, aprendido como uno de los valores del individualismo pequeño burgués.
La Desviación de los Recursos de las Universidades.
Actualmente algunas universidades han creado figuras jurídicas que les permiten
recibir recursos directamente del exterior y de inversiones “propias”
realizadas con los recursos provenientes del estado venezolano y de empresas
pertenecientes a las universidades, gracias a las ambigüedades del actual
modelo de universidad y a las distorsiones creadas en relación al concepto de
autonomía, financiando proyectos de inversión con fines ajenos a la esencia de
las universidades, como es el caso del centro comercial que construye una
Fundación de la UCV, en la zona rectal de la plaza Venezuela.
La Ley Universidades Necesaria:
La promulgación de la ley de universidades, debe considerar a la población venezolana, como la primera
beneficiaria de los estudios universitarios. Promulgar una ley de universidades
que promueva el modelo de equidad, igualdad y justicia social, el esquema de
participación protagónica, de desarrollo sustentable -que es el modelo
socialista- y se deslinde del modelo neoliberal-pequeño burgués, comprometido
con las corporaciones transnacionales y el individualismo fragmentador,
significa elevar el sentido de
universidad, hacia una unidad integrada, donde todas sus partes se correspondan
con los intereses del Estado y la nación venezolana.
La Universidad de Soluciones: La universidad de hoy, debe promover los intereses espirituales de los sujetos y sujetas sociales que esperan con los brazos abiertos, las funciones que le corresponden a los centros de estudios y en particular a las universidades, en el campo de la formación, de la cultura, la ciencia, la tecnología, la investigación, en función de procurar la resolución de las necesidades inmediatas de la sociedad venezolana, como el desempleo, el déficit de viviendas, la contaminación ambiental, la inseguridad, la pobreza, las carencias alimenticias, la violencia y la agresividad, las investigaciones en áreas de la ciencia, salud, el deporte, en las comunicación e infraestructura.
Universidad, Pluralidad y Diversidad:
El modelo participativo y protagónico, requiere conjugar los principios de
libertad e igualdad social con valores de pensamientos universales, inspirados
en principios democráticos, que permitan elevar el nivel de los debates, de las
ideas en un clima de respeto, donde sea posible la convivencia y el
disentimiento, la cooperación humana y espiritual de las personas, donde
predomine el apoyo mutuo como método de trabajo, por encima de la
competitividad excluyente, en función de objetivos supremos del colectivo, el
cual es posible alcanzar en la lógica de la ética socialista.
La Universidad Transformadora:
la ley de universidades debe promover modelos dinámicos de participación y ello
es posible en la medida que se conectan los recursos, las capacidades y las
potencialidades disponibles en los ambientes universitarios, con los planes del
país de la nación y en la medida que se active la noción de comunidad, con
universitarios que se integren a las funciones contraloras de las organizaciones
universitarias. La integración de los sujetos al hecho universitario, significa
asumir el concepto de compromiso, elaborando mecanismos efectivos de
participación, que trasciendan los criterios desintegradores y divisionistas
impuestos por la oligarquía.
Llama la atención la actitud emotiva, con la que reaccionó la rectora de la UCV, una vez conocida la noticia del veto presidencial, descalificando la iniciativa asumida por el presidente Chávez, recreando en su retórica a una oposición inesistente, que se ha mantenido ausente históricamente de la vida universitaria
La rectora -que hasta ahora ha sido la cara visible de los grupos opositores- no va a participar en el debate planteado, simplemente porque el sector opositor que ella representa, no tiene ningún tipo de interés en la universidad equitativa, libre, soberana e igualitaria. Ella mantiene un discurso opuesto a la universidad transformadora y una vez más se va a autoexcluir del debate, como lo ha hecho permanentemente, dedicándose a repetir las orientaciones que recibe del imperio.
El llamado es una vez más a los sectores progresistas, a los universitarios bolivarianos, a los legisladores, a los revolucionarios, a continuar la defensa y a profundizar el combate por universidad venezolana, por la universidad soberana.
vielmajota4@hotmail.com