"Economia" ¿Nuevo incremento del precio de la gasolina?

La Economía en Venezuela muestra indicios de declive en el poder adquisitivo de común de las personas en los cinco primeros meses del año, desde la caída en el consumo, pasando por la aceleración de la inflación hasta la devaluación del Bolívar, pero además, en las arcas del Estado, con la merma de la renta petrolera. En casos como estos, las medidas gubernamentales deben ir en función de paliar o evitar los efectos negativos sobre la población; no obstante, en el océano de opciones tal vez ya se ha considerado incrementar la recaudación y, en ello, aumentar precios de servicios o los impuestos para tapar el déficit fiscal, y es allí donde temas como el alza del precio de la gasolina podrían estar en la mira, pero tal vez se trata más de equilibrar lo que debió hacerse en otro momento y en mejores circunstancias que una medida injusta contra la población en medio de las condiciones Económicas que se registran en la actualidad si se aplica atendiendo al interés ciudadano y en la magnitud y opción adecuada. Veamos.

`COSTOS: REALIDAD INELUDIBLE`

Aunque escasean los datos oficiales, se estima que el valor de producción de un litro de gasolina en Venezuela oscila entre 0,16$ (fuente: Globalpetrolprice.com) y 0,20$ (fuente: Petroguias); sin embargo, hay otros factores que podrían incrementar algunos centavos de dólar estos costos, como la importación de Nafta, las reparaciones por el deterioro de las refinerías y aditivos importados.

`VENTA A PRECIOS INTERNACIONALES`

Desde junio del año 2020, el Gobierno permitió a estaciones de servicio comercializar el combustible a 0,50 dólares el litro, atrayendo tanto a aquellos que poseen medios para tal desembolso, como incluso a aquellos para quienes los 120 litros que reciben por el sistema patria les es insuficiente.

Se estima que entre 40 y 50.000 barriles se comercializan a este precio, lo que ha generado un estimado de entre 3,1 y 3,8 millones de dólares en recaudación diaria.

`PRECIOS y DERECHOS DE REDISTRIBUCIÓN DE LA RENTA PETROLERA`

La situación económica mundial ha afectado los ingresos en divisas de Venezuela como anotamos al comienzo. Esta coyuntura a menudo hace optar por opciones para mejorar los ingresos para mantener la inversión pública (no la indisciplina fiscal), evitando, por supuesto como se espera por parte de la población, que no sea el ciudadano común a quien metan la mano en los bolsillos.

Existen opciones como incrementar el precio de la gasolina dolarizada y/o el precio de la subsidiada. La primera opción se revelaría comparativamente injusta para los venezolanos, pues el costo de producción es inferior al precio de venta y porque el PIB per cápita de Venezuela es 3 a 5 veces menor que el de otros países petroleros en Latinoamérica, donde el precio de la gasolina oscila entre 0,55 a 0,65 dólares el litro, como lo son México y Ecuador. Adoptar esta medida situaría a Venezuela entre los países con los precios más caros en relación a los ingresos de la población y su PIB per cápita, mientras que la segunda, aún posee rango para un reajuste, sin perder el carácter social y de derechos de redistribución de renta para los venezolanos. Veamos esto último.

`Bajar el subsidio, aumentar precios`

En la actualidad, según datos que reseñan varias fuentes consultadas, el consumo de gasolina en el país se estima en 110.000 barriles diarios, de los cuales un porcentaje importante es subsidiado; subsidio que consiste en el otorgamiento de 120 litros mensuales por vehículo familiar y 60 litros para las motos con un precio de 0,025$ por litro, lo que representa un subsidio de no menos del 90% de su costo de producción, o dicho de otra manera, la entrega gratuita de 98 litros de combustible para los carros y 54 litros para las motos otorgan por el Estado.

Se estima que entre 70.000 y 80.000 barriles de gasolina se dispensan actualmente en el sistema patria para la población a 0,025 dólares por litro; aunque la redistribución de la renta constituye un derecho social, este precio podría reajustarse y mantener su carácter evidente y considerablemente subsidiario; por ejemplo: elevando el precio entre 0,08 a 0,10 dólares por litro, generando entre 614 mil y 950 mil dólares diarios de ingresos para la nación; tal reajuste podría considerarse tolerable para la población, proporcionar recursos para la inversión pública sin renunciar al principio de protección social.

Cómo bien señalaba Keynes: "El verdadero problema no es decidir entre personas o dinero, sino entre políticas que protejan el bolsillo hoy o aseguren el mañana". Venezuela enfrenta precisamente ese equilibrio, entre corregir distorsiones históricas ante la coyuntura de déficit fiscal que existe sin afectar el frágil tejido Económico social que atravesamos en la actualidad.

 

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José Antonio García


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