De la reserva al motor económico en 2026: Cómo el Petcoke, la Casiterita y el carbón Pueden Reactivar la Economía Venezolana

DE LA RESERVA AL MOTOR ECONÓMICO en 2026: Cómo el Petcoke, la Casiterita y el carbón Pueden Reactivar la Economía Venezolana

Para 2026, Venezuela debe abrirse a una política expansiva agresiva, no mediante inversión directa del Estado cuyos ingresos están menguados por años de crisis e hiperinflación, sino estimulando el incremento de la demanda agregada por otras vías. Una economía rentista como la venezolana exige un enfoque pragmático: en esta entrega hablaremos de una de las aristas de lo que debe ser la política expansiva de Venezuela, no referimos a utilizar el ingreso externo para impulsar la demanda interna. Un estudio de nuestra autoría, realizado durante 12 meses sobre las potencialidades del carbón, petcoke y casiterita, arroja datos contundentes: existe un universo creciente de actores internacionales interesados en exportar estos productos.

El incremento de nuevos exportadores no es una mera formalidad administrativa; es una estrategia que el gobierno debe adoptar para maximizar la Propensión Marginal a Consumir (PMC). Los actores más pequeños y nuevos suelen reinvertir y gastar una porción mayor de sus ingresos en la economía doméstica (mano de obra, servicios locales), a diferencia de las grandes corporaciones, que tienden a tener una mayor Propensión Marginal a Importar (PMI). Al diversificar y aumentar el número de exportadores, se asegura que el impacto del nuevo ingreso se distribuya más profundamente en la cadena de valor nacional, magnificando el efecto expansivo.

PETCOKE: La Demanda Asiática como Motor de Divisas

Las entrevistas de nuestro estudio con cinco empresas asiáticas confirman un interés firme en adquirir petcoke venezolano. Estas compañías, algunas con experiencia previa en el país, fijan su precio máximo en función de los costos logísticos. La clave expansiva es simple: la demanda existe y está lista; solo requiere diversificar los canales de suministro y una política de apertura que facilite la incorporación de nuevos actores exportadores.

Actualmente, Venezuela despacha casi la totalidad de su petcoke desde el estado Anzoátegui, con una producción estimada entre 260 mil y 360 mil toneladas mensuales. Existe, además, un inventario acumulado significativo, con una tasa de exportación por debajo de la producción. Esto representa una oportunidad inmediata para incrementar ventas e integrar a más clientes internacionales. La mayoría de los encuestados manifestó que requieren más de 50.OO0 toneladas al mes, sin embargo, algunos de ellos no han podido acceder al producto.

CASITERITA: Aprovechar la Escasez Global para el Crecimiento Local

El caso de la casiterita (fuente de estaño, crucial para electrónica y tecnologías verdes) es especialmente prometedor. Entrevistamos a cinco empresas (cuatro asiáticas y una europea), cuyos representantes manifestaron su deseo de compra y señalaron la baja oferta local para satisfacer su demanda. En 2024, Venezuela exportó 800 toneladas, mientras cada entrevistado requiere un promedio de 50 toneladas mensuales, evidenciando una demanda cautiva. La escasez global y el acelerado crecimiento tecnológico vehículos eléctricos, IA, baterías y paneles solares impulsan su valor. Una política estatal que fomente nuevos actores puede capitalizar rápidamente este flujo de ingresos.

CARBÓN: Recuperar el Mercado Superando la Desconfianza

Los dos compradores internacionales consultados confirmaron su interés en el carbón venezolano, pero señalaron la inestabilidad política y las creciente tensiones con EEUU como un factor de riesgo que les impide pagar adelantos por los cargamentos. Venezuela llegó a exportar más de 8 millones de toneladas anuales en 2004; hoy la cifra ronda entre 900 mil y 1,3 millones, una contracción que urge revertir. Mejorar los incentivos y diversificar clientes puede generar un aumento exponencial de exportaciones, reavivando la industria con un impacto macroeconómico masivo, siempre que se garantice una estrategia comercial que genere confianza frente a la inestabilidad actual producto de tensión y agresiones de potencias extranjeras.

Mecanismo Expansivo: Incentivos y Beneficios Multiplicadores

Una política que incentive nuevos clientes, diversifique e incremente exportadores genera un impacto expansivo a través de:

1. Aumento de la Base Fiscal: Más regalías, impuestos y tasas aduaneras, incrementando el Gasto Público (G) sin endeudamiento.

2. Inyección de Divisas: Financiamiento de importaciones esenciales (bienes de capital, materias primas), aliviando restricciones de oferta y presiones inflacionarias.

3. Estímulo a la Inversión (I): La seguridad de la demanda anima a los productores a invertir en tecnología y mejora de la productividad.

El objetivo de una política expansiva de corte keynesiano aplicada a la apertura de exportaciones de carbón, petcoke y casiterita es utilizar la demanda agregada generada por estas exportaciones para estimular el crecimiento económico general, el empleo y la inversión doméstica, más allá de los propios sectores mineros.

En conclusión, la apertura a nuevos actores no es solo una medida de competencia, sino una estrategia deliberada para asegurar que el flujo de divisas se filtre más profundamente en la economía doméstica, con una mayor Propensión Marginal a Consumir e Invertir, maximizando así el efecto multiplicador para toda la sociedad.

_José Antonio García_



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