Mi análisis sobre la venta forzada de CITGO Petroleum Corporation el principal activo de la República Bolivariana de Venezuela en el extranjero no puede ser otro que el de un rotundo rechazo a las medidas judiciales dictadas por la Corte de Distrito de Delaware en Estados Unidos.

Esta acción, cuya fase decisiva culminó con la confirmación de la oferta ganadora a finales de noviembre de 2025 a favor de Amber Energy (filial de Elliott Investment Management), no es un mero proceso legal. Se trata de una agresión estratégica contra toda una nación que impone desventajas económicas y geopolíticas catastróficas. La pérdida de Citgo representa una violación flagrante de la soberanía económica y la anulación de una infraestructura energética insustituible para Venezuela.

Desangre Económico: Pérdida de Mercado, Refinación y la Marca que Tomó un Siglo Construir

La pérdida de Citgo genera un vacío estratégico y financiero de magnitudes incalculables. La primera y más grave desventaja es la pérdida de acceso directo al mercado premium y más lucrativo del planeta, que es el estadounidense. La infraestructura integrada de Citgo (refinación, transporte y distribución) permitía a PDVSA colocar su crudo en condiciones preferenciales y con un valor agregado superior. Al romper este eslabón comercial, Venezuela se ve obligada a depender de mercados más volátiles e intermediarios costosos, anulando la ventaja que proporcionaba ser propietario de un activo dentro del país de mayor consumo de combustible del mundo.

A esto se suma la anulación de una capacidad de refinación de más de 800.000 barriles diarios (bpd), crucial para la producción nacional. Las refinerías de Citgo están especializadas en el procesamiento del crudo pesado venezolano, la mayor reserva del mundo. Perder esta capacidad de conversión elimina un eslabón vital para maximizar el valor de la producción, ya que obliga a vender crudo sin procesar a precios inferiores.

Finalmente, la venta destruye un valor de marca y distribución irremplazable. Citgo es una marca reconocida con más de 4.500 estaciones de servicio y más de un siglo de presencia. Este valor intangible y su vasta red de distribución tardarían décadas en ser replicados. Al liquidar el activo por un valor subestimado, el país pierde una palanca fundamental para futuras negociaciones, reestructuraciones de deuda y la estabilidad financiera a largo plazo.

La Evidencia del Despojo: CITGO Vale Hasta 40.000 Millones, pero lo Subastaron por Menos de 6.000

La valoración real de Citgo, considerando su infraestructura, capacidad de refinación, red de distribución y posicionamiento de marca mundial, se sitúa de forma conservadora entre $30.000 y $40.000 millones de dólares. Contrastar esta cifra con la oferta ganadora de

$5.900 millones de dólares revela una subestimación escandalosa que no resiste el análisis técnico frente a proyectos globales recientes y pone en evidencia la manipulación para apoderarse de activos propiedad de lo Venezolanos en suelo norteamericano.

Para ilustrarlo, la Refinería de Dos Bocas en México, con una capacidad de aproximadamente 340.000 bpd (menos de la mitad que Citgo), tuvo un costo de construcción que se estima entre los $21.000 y $23.000 millones de dólares. De igual manera, la Refineólo Dangote en Nigeria, con 650.000 bpd, representó una inversión de entre $25.000 y $30.000 millones de dólares. Estos proyectos, que solo consideran la planta refinadora y no la compleja y vasta red de distribución y marca de Citgo, demuestran que la infraestructura venezolana tiene un valor de reemplazo que supera con creces cualquier cifra cercana a la oferta aprobada por el tribunal.

Un ejemplo más, muy relevante para el contexto regional, es el plan de un consorcio privado de México y EE. UU. que estimaba la construcción de seis refinerías modulares, con una capacidad combinada de 360.000 bpd, por un costo aproximado de $6.000 millones de dólares. Es decir, construir menos de la mitad de la capacidad de Citgo, sin contar la red de gasolineras, cuesta más que el precio por el que el tribunal de Delaware autorizó la adjudicación de todo el conglomerado. La tasación es, por lo tanto, un despojo.

Conclusión: Un Precedente Peligroso: La Apropiación Política Disfrazada de Justicia y su Impacto en Venezuela

El proceso de venta forzosa de Citgo, autorizado por la Corte de Distrito de Delaware a finales de 2025, es un precedente peligroso que atenta contra el derecho internacional y la seguridad de la inversión. Las medidas del tribunal, al desconocer el valor estratégico y real del activo, no solo perjudican a la República Bolivariana de Venezuela, esta acción a todas luces en un acto manipulado y premeditado para apoderarse de un activo estratégico para Venezuela con potencial para la estabilidad de la nación. El caso Citgo es una ruptura del tejido financiero venezolano y a la luz de la razón una apropiación con fines políticos, económicos y estratégicos.