El problema monetario actual es la fiebre

Bajar la fiebre muy alta , continuar el tratamiento.

El anclaje de una moneda a una materia prima o a su precio de exportación, particularmente en países mono-exportadores como es el caso de Venezuela, ha sido objeto de varios estudios. En particular, este tema ha sido extensamente desarrollado por un economista estadounidense llamado Jeffrey Frankel. No es que este economista sea de izquierda, ni mucho menos, simplemente es un observador de las crisis cíclicas de los precios de las materias primas y su impacto en las economías emergentes, altamente dependientes de la exportación de una o pocas materias primas.

En varios artículos, Frankel sugiere un esquema llamado PEP (Peg the Export Price, o Anclaje al Precio de Exportación) y, más recientemente, el anclaje a una cesta de valores que incluye precios de exportación de materias primas y de otras monedas.

Un anclaje al precio de las materias primas de exportación podría ofrecer ventajas en dos sentidos: una estabilización que teóricamente podría tener el patrón oro o la dolarización o incluso una caja de conversión, combinada con la posibilidad de ajuste automático a los cambios abruptos de precio de las materias primas que las tasas de cambio flotantes podrían ofrecer. Pero no es ni patrón oro, ni dolarización, ni libre flotación en un mercado monetario.

El petro está anclado al precio del barril de petróleo por decreto presidencial. Lo único que faltaría para completar la ecuación del equilibrio monetario es el anclaje del bolívar al petro.

Con suficiente oferta de petros, se lograría mantener una paridad fija bolívar-petro. Ante el formidable contrapeso económico de nuestras reservas petroleras para estabilizar el bolívar, cualquier cotización criminal del dólar pasaría a la historia.

Tenemos una economía en crisis monetaria, en un trasfondo de crisis de producción. Pero no podemos decir simplemente que para salir de la crisis tenemos que aumentar la producción: tenemos que resolver el problema monetario de inmediato.

Es como si un niño tuviera una infección y una fiebre muy alta. Lo urgente es bajarle la fiebre y acto seguido proceder con el tratamiento de antibióticos, que lleva su tiempo.
El problema monetario actual es la fiebre, si no bajamos esa fiebre nos va a matar.

Uno de los principales obstáculos epistemológicos de la "ciencia" económica que se practica en Venezuela es la obcecación con respecto al anclaje del bolívar al dólar. Esta limitación de enfoque no permite ver más soluciones a las crisis monetarias que esperar a que haya mayor oferta de dólares (o menos demanda por éstos).

En un alarde de "creatividad", algunos plantean sustituir la fijación freudiana hacia el dólar por una fijación hacia otra moneda, como el yuan, el rublo o el euro.

La demanda del dinero es idénticamente nula en los precios absolutos. Los economistas clásicos que la adoptaron creían que no era posible la existencia de una diferencia esencial entre la economía monetaria y la no monetaria.

El principio de que la función de demanda del dinero es idénticamente nula en los precios absolutos es falso. Únicamente es igual a cero esta función cuando es una "ecuación común". Esta ecuación, que es una más de las del modelo de equilibrio general, tiene el carácter de una condición de equilibrio; esta especial condición se llama "equilibrio monetario" La materia objeto de la teoría del equilibrio monetario es, esencialmente, analizar las condiciones bajo las cuales prevalecerá el equilibrio aun cuando sean distintas de cero las ecuaciones de demanda de las mercancías.

Las crisis monetarias que esperar a que haya mayor oferta de dólares (o menos demanda por éstos). se resuelve por la cantidad de petros demandado , determinara el valor del Bolívar Soberano con respecto a el anclaje al Precio de la Exportación del petroleo Venezolano.

 



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Antonio J. Rodríguez L.


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