La historia de Ansu Fati: un futbolista de élite gracias al comunismo

La joven promesa del Barcelona y la selección de fútbol de España, con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros, parece un deportista multimillonario más. Sin embargo, si no fuera por un alcalde de izquierda, hoy viviría en la más extrema pobreza.

La joven promesa del Barcelona y la selección de fútbol de España, con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros, parece un deportista multimillonario más. Sin embargo, si no fuera por un alcalde de izquierda, hoy viviría en la más extrema pobreza.

15.09.20 - Anssumane Fati Vieira es un futbolista que deslumbra y promete. En 2019 pasó a ser el jugador más joven en anotar un gol en la Liga española con la camiseta del Barcelona y lo mismo hizo el pasado 6 de septiembre cuando, con apenas 17 años y 311 días, convirtió jugando para la selección mayor de España.

Formado en las inferiores del club catalán, el año pasado firmó una ampliación de su contrato para ser miembro pleno del primer equipo. Allí se incluyó una cláusula de rescisión de 400 millones de euros, lo que da cuenta de las expectativas que hay depositadas en él.

Sin embargo, esta promesa del fútbol español podría haber sido, en el mejor de los casos, uno de los tantos migrantes anónimos que desarrollan trabajos precarios para sobrevivir. O, en el peor escenario, una víctima de las redes de tráfico de personas que estafan a miles que diariamente intentan ingresar al continente europeo en busca de un futuro mejor.

De Guinea Bissau a España

El viaje migratorio de la familia Fati comenzó en 1998, cuando Bori, el padre de Ansu y también futbolista, se trasladó desde su Guinea Bissau natal hasta Portugal.

"Decidí dar el paso y marcharme porque la situación en el país se estaba volviendo demasiado difícil", declaró al portal InfoMigrants. "Probé suerte en Portugal porque tengo familia allí y me resultaría más fácil porque es un país con el que compartimos el mismo idioma y vínculos", añadió.

No obstante el sueño portugués no dio resultado y en 2001 decidió cruzar la frontera hacia España donde logró fichar para un equipo semiprofesional en Herrera, provincia de Sevilla.

Si bien había logrado llevar a su esposa, no tenían los papeles en regla por lo que esta decidió volver a su país en 2002 para tener allí a su hijo y esperar que Bori pudiera regularizar su situación.

El 31 de octubre de ese año nació Ansu en la pequeña ex colonia portuguesa de África occidental. Allí vivió hasta los seis cuando un alcalde comunista apareció para darle un apoyo fundamental a la familia Fati.

Internacionalismo proletario

Bori Fati se enteró que un alcalde andaluz brindaba asistencia y ayuda a los migrantes. Fue así que se contactó con Juan Manuel Sánchez Gordillo quien gobierna el pequeño pueblo de Marinaleda de manera ininterrumpida desde 1979.

Sánchez Gordillo se define a sí mismo como comunista y fue diputado en el parlamento andaluz en dos ocasiones por Izquierda Unida.

En su pueblo, de tres mil habitantes, los trabajadores y trabajadoras de la administración pública cobran el mismo salario; todas las casas tienen tres ambientes y un patio por un costo de 100 euros al mes; y no hay policía porque no hace falta.

"El padre de Ansu llegó en muy malas condiciones. Creo que era 2001. Tenía papeles falsos porque le habían engañado. Yo le ayudé a ponerlos en regla", reconstruyó el alcalde en diálogo con el portal El Español. "También pagué los billetes del chaval, sus hermanos chicos, la mujer… Traje a todos", añadió.

Según Bori, Sánchez Gordillo le dio trabajo como chofer del Ayuntamiento. "Me ayudó a traer a toda la familia. Fue él quien apostó por mí", recordó.

Ansu Fati junto al alcalde comunista Juan Manuel Sánchez Gordillo

Consultado sobre si lo hizo a cambio de algún favor, el gobernante de Marinaleda respondió sin dudar: "Sin pedir nada a cambio. La solidaridad no se escribe con dinero".

Ansu, que había empezado a jugar al fútbol en su país, siguió desarrollándose en territorio español. Primero en Peloteros de Herrera, cerca de Marinaleda, pero ya en 2010 se incorporó a las divisiones inferiores del Sevilla y dos años después a La Masía, la famosa escuela de futbolistas del Barcelona.

El resto de la historia es conocida y se seguirá escribiendo los años venideros en la prensa deportiva. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de un comunista convencido que, en un mundo injusto y cruel, no dudó en ayudar a una familia de migrantes.



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La fuente original de este documento es:
Notas Periodismo Popular (https://notasperiodismopopular.com.ar/2020/09/14/historia-ansu-fati-futbolista-elite-gracias-comunismo/)



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