El clamor es unánime en cada campo polvoriento, en cada liga de béisbol y en cada familia que sueña con un futuro para sus hijos a través del deporte. Ante el abandono del deporte menor, la pregunta resuena: ¿Dónde están los recursos para el deporte infantil? ¡El futuro de nuestro país está en juego!
En Venezuela, el abandono del deporte menor no es una novedad, ya que nunca hay recursos cuando los directivos de esta disciplina solicitan ayuda para la compra de implementos deportivos o viáticos para aquellos equipos o atletas que necesitan viajar a representar a sus estados o municipios. Siempre se les presenta el problema de vieja data que ha estado presente en nuestro país: en las gobernaciones y alcaldías nunca se encuentra una respuesta positiva. Siempre es lo mismo: "no hay recursos". Sin embargo, se observa que para otras cosas menos importantes que el desarrollo de estas futuras estrellas del deporte, sí hay dinero.
Esto lo digo porque me he encontrado con amigos y compañeros que tienen hijos jugando en pequeñas ligas de béisbol, unos federados y otros en Criollitos de Venezuela. Cuando les pregunto si el gobernador o el alcalde les están costeando los viáticos para los viajes, me cuentan que todo continúa igual que siempre: los representantes terminan sufragando todos los gastos de sus hijos e incluso comprándoles desde el uniforme hasta los implementos como pelotas, juegos de receptores y hasta la cal para marcar los terrenos. Si el niño o niña es seleccionado para ir a representar a su estado en un nacional o un distrital, la situación se complica para el representante, porque tiene que hacer de tripas corazón para que su hijo pueda asistir a dicho evento. Tienen que recurrir a rifas, recolectas familiares y hasta vendimias, ya que necesitan dinero primero para el transporte, segundo para el hospedaje, tercero para las comidas, etc., etc., etc. Entonces, quienes hemos tenido a nuestros hijos en esas pequeñas ligas nos preguntamos: ¿Dónde están los recursos para el deporte infantil? ¿Es que las gobernaciones y alcaldías no manejan una partida para el deporte? Porque así como tienen para sus campañas electorales, deberían tener una partida para el deporte menor. ¿O será que las tienen y las desaparecen? Nos hacemos esas preguntas tanto los padres de los niños como el ciudadano común.
Voy a tomarme la atribución de poner un ejemplo. Nadie parece preocuparse por este tema; el desarrollo de nuestras futuras estrellas no está dentro de las prioridades de los gobernantes y directivos de las federaciones. Es por eso que alguien tiene que tomar la bandera, porque se trata del futuro de nuestro país. Aquí, en el municipio Silva, específicamente en Tucacas, estado Falcón, acaba de finalizar el campeonato infantil "A", quedando campeón el equipo New Star. Estos niños tienen que trasladarse a la ciudad de Coro y necesitan recursos para su estadía, que son aproximadamente cuatro días, y cada niño debe ir con su representante. Esto significa un costo muy elevado para algunos padres, y algunos de ellos comienzan a convertirse en malabaristas financieros, haciendo de tripas corazón para poder costear los gastos de sus pequeños y así puedan asistir a dicha competencia. ¿Dónde están los recursos que les bajan a las alcaldías para el deporte? Y esto no sucede solo en este municipio ni en este estado; sucede a nivel nacional.
Pero ahora viene la hipocresía del podio: fotos cuando quedan campeones. Los primeros que salen con los niños son los alcaldes y concejales, vanagloriándose con el esfuerzo de otros, es decir, ganando prebendas con escapulario ajeno. Nos preguntamos, tanto los representantes exhaustos como el ciudadano común: ¿Qué hacen con ese dinero que corresponde al deporte? Y la respuesta nos golpea con la fuerza de un niño cuando choca la pelota con el barril del bate y se va jonrón, pero esta vez de forma negativa. Nos dicen: "No hay recursos para cubrir los viáticos", y se comienzan a lanzar la pelota uno al otro, y no precisamente la de béisbol, el gobernador, el alcalde, los concejales, etc. En algunas ocasiones, después de tanto rogar, consiguen un autobús sin aire y en condiciones precarias, como para que se queden tranquilos. Y sale uno de los "vivos" y les dice a los representantes que ese autobús lo puso él de su bolsillo porque no hay recursos; "lo demás lo costean ustedes".
Queremos hacer un llamado urgente al gobierno regional y nacional: los niños son nuestra prioridad. El gobierno debe meterle la lupa a esto, ya que muchos niños no pueden viajar a terminar de cumplir sus sueños, y al ver sus sueños truncados, terminan frustrados.
¡Los niños son el futuro y nuestra prioridad!
